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“La denuncia sobre la victimización de la mujer en el franquismo influirá en toda la Querella Argentina”

Madres e Hijas de la Transición Española |

Juan Miguel Baquero

“La querella de Women's Link no puede considerarse una más porque tiene en cuenta la victimización que ha sufrido la mujer”, dice una de las abogadas de las víctimas del franquismo en la Querella Argentina, Ana Messuti. Y la investigación de  la represión específica de género, añade, “influirá en el examen” del resto de denuncias en la única causa abierta en el mundo para juzgar los crímenes de la dictadura de Francisco Franco.

El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 1 de Buenos Aires (República Argentina) admitío la semana pasada esta nueva línea tras la petición de la ONG Women's Link Worldwide. La jueza María Servini indagará en seis casos de “agresión sexual, asesinato, aborto forzado y robo de niños”.

El juicio al franquismo abierto en el país suramericano desde 2010 investiga las violaciones de derechos humanos cometidos por el fascismo español tras el golpe de Estado contra el Gobierno de la II República y durante la dictadura de Franco. Estos delitos específicos suponen la evidencia de la doble represión en virtud del género orquestada por el régimen franquista para acabar con el naciente feminismo.

Porque los actos represivos contra las mujeres “eran profundamente políticos”, explica Messuti. “La estructura familiar y todos lo que quiere el franquismo, la base de la sociedad que crean, es totalmente diferente a la mujer republicana”, sostiene. Y “no solo era víctima la mujer luchadora sino también la que sufre la victimización de su marido”, revela. Las 'rojas' que quedan señaladas, las que sufren exilio interior, desprecio y olvido.

“Peladas, aceite de ricino, violación”

Ahí está la clave de la decisión de la justicia argentina, dice Ana Messuti. “Es un llamado de atención, supone considerar de cara al futuro la violencia específica contra la mujer y da la importancia que merecen estos delitos”, cuenta. Porque hubo “violencias propias” que los franquistas aplicaban a aquellas que intentaron subvertir el orden patriarcal establecido.

“Las peladas, el aceite de ricino, la violación como crimen de guerra… que se tenga en cuenta que no era una, que son muchas, que esto no es de cara al pasado y que dé más luz a las mujeres que no fueron encarceladas ni rapadas pero quedaron solas con sus hijos en la calle”, en palabras de la letrada.

La abogada entiende una buena noticia esta ampliación de la causa contra el régimen franquista “para darle sesgo específico” y no dejar pasar la violencia sobre la mujer “como algo de segundo plano o accesorio”. Si este carácter especial “no lo resalta el querellante (en su denuncia), que lo resalte el juzgado”, dice.

Cuatro mujeres en fosas comunes

La querella presentada por Women's Link es la “primera demanda por violencia específica” incluida en la Querella Argentina. Relata los casos de cuatro mujeres detenidas ilegalmente, ejecutadas y arrojadas a fosas comunes: Margalida Jaume, Pilar Sánchez y las hermanas Daría y Mercedes Buxadé. Además de Matilde Landa, muerta en prisión, y la única querellante que está viva, Lidia Falcón, torturada por el franquismo.

La jueza Servini puede solicitar que se abran las fosas para localizar a estas mujeres desaparecidas. Como ocurrió en el caso de Timoteo Mendieta y otro centenar de víctimas rescatadas gracias a Argentina. “Por supuesto que puede pedir la exhumación” el Juzgado Número 1 de Buenos Aires, enfatiza Messuti. Margalida, Pilar, Daría y Mercedes continúan desaparecidas. “Nosotras tendríamos que pedir que (Servini) la solicita”, como ya han pedido “la toma de declaración de uno de los familiares, una persona muy mayor”.

“Ninguna causa que investigue las violaciones de derechos humanos puede estar completa si no contempla los crímenes que se cometieron contra las mujeres por el hecho de serlo”, afirmaba la directora internacional de la ONG, Glenys de Jesús, al presentar la querella múltiple calificada como histórica.

Ana Messuti ratifica esta mirada. “Hay algo muy especial de la violencia contra la mujer que no se tiene en cuenta en las causas” por crímenes contra la humanidad en contextos de terrorismo de Estado. “Recién ahora se está tratando en los juicios de Argentina, ver y analizar las violaciones como crimen especial y no como parte de las torturas”, expone.

“No parirás más, puta bruja”

Una de las querellantes es Lidia Falcón O'Neill, reconocida abogada feminista que fue detenida siete veces entre 1960 y 1974 por delitos de opinión y asociación ilícita. Encarcelada en prisiones de Madrid (Yeserías) y Barcelona (Trinidad). En cuatro de las retenciones policiales sufrió torturas 'especiales' por su condición de mujer: golpes en el estómago y en el hígado mientras le gritaban “ahora ya no parirás más, puta bruja”.

“La violencia contra la mujer tiene unas características especiales y está costando pero ya incluso la ONU acepta que hay una represión machista, con torturas específicas como la violación”, esgrime Falcón en conversación con eldiario.es. “En mi caso, además de los golpes, una de las humillaciones o insultos que repetían era 'puta, así no pariras más', porque me daban golpes en el abdomen”, relata.

Pero en otros casos fue peor, sostiene. “A otras las violaron, a mí por suerte no me pasó”, dice. “Las desnudaban… hay un sadismo machista que goza con una mujer gratis para entregarla a sus instintos criminales”. Como ocurrió con Billy el Niño, el sádico terrorista de la tortura de la que Lidia Falcón también fue víctima.

“Billy el Niño, aparte de querer sacar información y de ejemplarizar a los demás para que no se metieran en esto, se veía el placer que sentía al torturar, veíamos en los ojos el disfrute, por los gritos que daba, por cómo dejaba a una persona inerme para poder hacer lo que quisiera con ella”, relata. Y las mujeres, añade, “sufrimos una violencia especial” que además se extendía al “infierno” de las cárceles franquistas.

Con la aceptación de la querella por parte de la jueza Servini está “un poco contenta pero tampoco compensada”, porque “los juzgados españoles nunca la van a aceptar por lo menos mientras siga este régimen y no sé si recibiré comprensación en vida”. Sobre tener que pedir justicia en Argentina extrae “todos los adjetivos calificativos del diccionario: ofendida, humillada... porque España es el único país que no ha llevado a cabo la reparación, ni la verdad, ni ha realizado juicios contra los torturadores y asesinos fascistas”.

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