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The Guardian en español

Cinco razones para llevar burkini... y no solo para molestar a las autoridades francesas

Imagen de archivo de varias mujeres con burkini

Remona Aly

¡Vaya, ya estamos otra vez! El burkini está de moda por enésima vez y nuestra última inmersión en la controversia política proviene de, jamás lo adivinarás, Francia. El alcalde de Cannes se ha quedado tan ancho con la restricción del derecho a nadar en la Riviera francesa si estás completamente cubierta.

El decreto establece: “La ropa de baño que muestre ostentosamente la adscripción religiosa, cuando Francia y los lugares de culto son actualmente objetivo de ataques terroristas, es susceptible de crear riesgos que perturben el orden público”. No creo que este pensamiento pase por la mente de Nigella Lawson, para ser honestos.

Para mí, nada es más delirante que demonizar lo que es, seamos realistas, un traje de neopreno. Realmente, ¿es un traje de baño completo más ofensivo que ver sin querer el culo de alguien de mediana edad? ¿Realmente se va a derrumbar tu mundo de fantasía?

Non, dicen, debemos prohibir el burka. ¡Prohibid el burkini! ¡Prohibid el bikini! Ah, no, espera, este último está bien porque no está relacionado con la religión o la política. Aparentemente. No hay que olvidar que en los años 50, los bikinis diminutos no fueron tan bienvenidos en la sociedad en general. Estaba también la censura por parte de la Iglesia católica, lo que hizo que el bikini fuera prohibido en España, Portugal, Australia e Italia y en muchos estados de todo Estados Unidos. También se prohibió en los concursos de belleza después de que las participantes del primer certamen de Miss Mundo llevasen, escandalosamente, un traje de baño de dos piezas.

Los políticos hablan todo el tiempo de integración e inclusión, y después proceden a echar a patadas justo a las mujeres que, según ellos, están oprimidas y excluidas de la sociedad. El doble discurso es ya más que molesto. Incluso hay una restricción en los eventos privados. Recientemente el alcalde de Pennes-Mirabeau, cerca de Marsella, pidió que se prohibiera una fiesta privada organizada por mujeres musulmanas en un parque acuático. Menos de una semana después, las organizadoras recibieron amenazas de muerte, lo que les llevó a cancelarla.

Pero, en defensa del burkini, hay cinco razones para desafiar a la idiotez y probarse uno:

Desata el furor en los medios

La próxima vez que te apetezca un baño, recuerda que un burkini asegurará que tu estilo de natación similar al de un perro se convierta en una sensación en Twitter. Así que, ¿por qué no hacemos que la atención del mundo se centre en las cosas que realmente interesan? La recaudación en los bancos de alimentos, la falta de doctores y los abusos contra los derechos humanos no mueven tantas pasiones.

Ahorra en crema solar y depilación

Un burkini puede ser la respuesta a la hora de ahorrar dinero en lociones solares y también te puede ahorrar las dolorosas visitas a la esteticista. Todas las preocupaciones en torno al cáncer de piel y el parecer una mujer de las cavernas se pueden quedar en casa, así que solo piensa en qué podrías gastar todo lo que te ahorras. Un picnic en burkini en el resort Cannes-Riviera quizá sirva. Recuerda tratar de no parecer una amenaza para la seguridad pública mientras te comes un sándwich de mermelada.

Diversifica la liberación de la mujer

Niégate a que te dejen fuera del debate aquellos que dicen que defienden la liberación de la mujer mientras dicen que no se puede ser feminista si vas tapada. Las mujeres son una hermosa complejidad, intrincada y diversa que compone la mitad de la raza humana. Aunque quizá sea desconcertante, algo como el traje de baño no está en la lista de prioridades de la vida de una mujer, no deberíamos ser limitadas, silenciadas, protegidas o expulsadas de la vida pública –y menos de los derechos de todas las mujeres– porque elijamos llevar un traje de baño completo o uno de dos piezas.

Destaca algo que es ridículo

¿Quién iba a pensar que una incursión en la sección de ropa de baño de M&S podría convertirse en una compra de material terrorista? Thierry Migoule, el director de los servicios municipales, afirmó: “No estamos hablando de prohibir el uso de símbolos religiosos en la playa... sino de la ropa ostentosa que hace referencia a una lealtad a los movimientos terroristas que están en guerra contra nosotros”.

Parece que Migoule cree que las mujeres musulmanas piensan mientras hacen su compra para las vacaciones: “¿Se me nota mucho la bomba con este burkini?” Pero no os preocupéis, mujeres, las únicas cosas que parecen poco estéticas en este asunto son el odio y la hipocresía.

Celebra la libertad

Aunque algunos se nos echen encima para restringir nuestra libertad de vestuario, celebra el significado de la verdadera democracia comprando una de las muchas opciones disponibles en cuanto a ropa de baño, y recuérdale al señor alcalde que la égalité también tiene que ver con la diversité. Quizá puedan controlar nuestras vidas, pero jamás nos quitarán nuestros burkinis.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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