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El proyecto de un smartphone para toda la vida

Prototipo de Phoneblock

Juan Luis Fernández López

¿Puede un smartphone durar más de uno o dos años? Esta es la pregunta que se formuló Dave Hakkens al terminar la carrera de diseño en la Universidad de Eindhoven. Tan sólo un año después, el joven holandés ha creado su propio estudio, donde se embarca en un proyecto llamado Phonebloks. Una apuesta por un smartphone compuesto de bloques desechables e intercambiables que haga frente a la actual dinámica del mercado tecnológico basada en el “usar y tirar”.

Cada año se desechan millones de teléfonos móviles únicamente porque uno de sus componentes se ha roto o porque se ha quedado obsoleto. A juicio de Hakkens, la mayor parte del aparato es abandonado simplemente “porque no está diseñado para durar”. ¿El resultado de esta cultura de consumo? Unas 50 millones de toneladas de basura electrónica al año, según estimaciones de Greenpeace, que amenaza con ser uno de los riesgos ecológicos más importantes del siglo XXI. Hakkens explica a eldiario.es que la iniciativa debe combinarse con un cambio de mentalidad: “Phonebloks da a los consumidores la oportunidad de reducir dicha basura, ese es el comienzo. Después sería necesario reflexionar sobre nuestra manera de consumir y de comportarnos”.

Un vídeo en Youtube, que cuenta con más de 15 millones de visitas, explica el funcionamiento del Phoneblok. De la misma manera en la que encajan las piezas Lego, cada componente se dispone sobre una placa base que los mantiene conectados y en la que ejercen una única función: batería, bluetooth, pantalla, cámara, memoria... ¿Que uno de ellos empieza a dar problemas? Su sustitución por otro más nuevo y potente ahorraría un importante coste económico y ambiental.

La sencillez de dicho reemplazamiento constituye, a juicio de Hakkens, otro punto fuerte: la personalización. Así, si un usuario va a dar un gran uso multimedia al diapositivo, éste apostaría por una gran cámara y pantalla. En el caso de guardar todos los archivos en la “nube”, el espacio de la memoria podría aprovecharse para una batería de mayor capacidad.

Algunos escollos tecnológicos y culturales por superar

Algunos escollos tecnológicos y culturales por superarA pesar de la popularidad cosechada por los Phonebloks en Youtube y en las redes sociales, no todo son alabanzas y buenas expectativas. Algunos expertos señalan algunas técnicas que el prototipo de Hakkens aún no ha solventado, como es el caso de la adaptabilidad de distintos “gadgets” sobre una misma placa base. Otros directamente tachan la idea como bienintencionada pero irrealizable. Ese es el caso de Martin Cooper, considerado como padre del teléfono móvil, que aseguró a la CNN que “la razón principal por la que el Phoneblok no triunfará en el mercado es que costará más, será más grande y más pesado...”.

“Phonebloks es una visión, una dirección en la que trabajamos. La mitad del mundo dice que es posible y la otra mitad dice que no lo es. ¡Creo que lo tenemos que averiguar!”, responde Hakkens. El joven diseñador se muestra optimista, a pesar de las cuestiones que quedan por concretar: aún no se conocen los nombres de los proveedores ni el sistema operativo que usará su teléfono. “Desde que llegamos he hablado con compañías y con especialistas con grandes ideas”, asegura al respecto. Lo que sí ha adelantado es que usarán software libre y que su comercialización será algo más cara, “al igual que la comida orgánica o los productos de comercio justo”.

La confección del producto se desarrolla de manera abierta y colaborativa con otras empresas y emprendedores. Eso es lo que, para el creador del Phoneblok, permite detectar las necesidades de la gente con precisión: “El otro día una mujer nos mandó un e-mail preguntando si existirá un 'bloque' de medidor de glucosa para diabéticos. Me encantó esa idea. Esto es lo que pasa cuando lo haces abierto y todo el mundo empieza a trabajar en ello. Así se llena la demanda del mercado de forma mucho más precisa y con la información que realmente necesitas”.

Frente a las trabas tecnológicas se hallan otras culturales. A este respecto, Hakkens reconoce que la gente está acostumbrada a que grandes marcas como Apple, Samsung o HTC compitan entre sí lanzando productos cada año. A la espera de que proveedores y empresas apuesten por su proyecto, reconoce que la batalla se tiene que librar en el ámbito social. En este sentido se ha abierto una iniciativa a través de la plataforma Thunderclap, que consiste en recabar apoyos y fans de Phonebloks para luego lanzar una campaña al unísono. Si para el día 29 de octubre se alcanza la cifra de 900.000 seguidores, éstos compartirán de manera automática mensajes de apoyo a través de Facebook, Twitter y Tumbler. Un objetivo que parece asumible para los promotores, dado que ya cuentan con 865.000 de ellos.

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