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La contaminación nuclear de Palomares llega ante el Fiscal 50 años después

Palomares © Ministerio de Cultura

Iñigo Mas

Almería —

El accidente nuclear de Palomares (Almería) llega a los tribunales. Ecologistas en Acción ha denunciado al Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y a los miembros del Gobierno español por “delito continuado contra los recursos naturales y el medio ambiente relativos a la energía nuclear y a las radiaciones”. Los ecologistas consideran que se trata del lugar de Europa más contaminado por plutonio. 

Ocurrió hace casi 50 años. Un 17 de enero de 1966, durante unos ejercicios militares aéreos, un B52 estadounidense preparado para atacar a la entonces URSS en plena guerra fría chocó con un avión cisterna. En la colisión cayeron cuatro bombas termonucleares. Tres cayeron en tierra almeriense y una al mar. Se hizo una operación de limpieza “simbólica”, a juicio de los ecologistas, pero “se quedaron en el terreno unos cuantos kilos de óxido de plutonio”, como certificaba una carta  del Presidente de la Junta de Energía Nuclear, D. José María Otero Navascués al entonces Ministro de Industria D. Gregorio López Bravo en 1968 citada por los denunciantes.

Pero ni la pedanía de Palomares ni la localidad de Cuevas de Almanzora o la de Vera dan por cerrado es accidente (y así lo han recordado en el documental del almeriense José Herrera Operación Flecha Rota que recoge testimonios de entonces que se ha adjuntado en la denuncia). Porque cincuenta años después los terrenos siguen afectados por la contaminación radioactiva. Actualmente Ecologista estima que queda medio kilogramo de plutonio en tierra de los nueve liberados tras el accidente y una cantidad sin determinar en las aguas. Y que “el resto ”se ha esparcido y se sigue esparciendo por el sureste peninsular por efecto de las lluvias y los vientos“.

Juan José Pérez, alcalde de la pedanía de Palomares, perteneciente al Ayuntamiento de Cuevas de Almanzora, reconocía a eldiario.es/andalucia que “nos gustaría que se limpiara antes del 50 aniversario, pero no sabemos si va a poder ser”. Jesús Caicedo (PP), alcalde de Cuevas de Almanzora, ha forzado los contactos con el gobierno estadounidense. “Nos gustaría que fuesen los americanos los que pagasen y retirasen los residuos. Que quien rompe sea el que pague y se lleve los tiestos”, ha declarado reiteradamente.

Tanto él como Juan José Pérez han mantenido tres reuniones en la embajada de Estados Unidos exigiendo la retirada de los residuos contaminados. “La última reunión fue hace un par de meses, pero los americanos no saben cómo hacerlo, la situación está en stand by”, relata el alcalde pedáneo, añadiendo que “nos explicaron que están haciendo un estudio de remediación para ver la técnica con la que se extrae la tierra. Esperemos que se llegue a una conclusión lo más inmediata posible. Los americanos deben pagar los gastos de la limpieza y decidir dónde depositar los restos, porque en España no hay sitio para guardarlos”.

Compromiso estadounidense

Recientemente, EEUU se ha comprometido, dentro del convenio bilateral entre ambos países, a abordar la solución de los terrenos de Palomares. Algo a lo que se habían negado hasta ahora para no sentar ningún precedente. De hecho, el embajador de EEUU en España, Jaime Costos, ha reafirmado este jueves en TVE el compromiso de su país con la descontaminación de Palomares y ha aseñalado que hay “diálogo abierto” con las autoridades españolas en este sentido y que el proceso está “avanzando” para que la Administración norteamericana asuma su compromiso de descontaminar las parcelas afectadas de plutonio y americio, dos elementos altamente radioactivos.

EEUU se comprometió con la descontaminación en el año 2010, cuando durante su visita a España el entonces vicepresidente Joe Biden, acordó constituir un grupo de trabajo a nivel federal estadounidense para considerar las demandas españolas, sin embargo en 2015 el asunto Palomares tiene que volver a entrar en las negociaciones con España.

Aún así, J.I. Domínguez, militar retirado que fue portavoz de la extinta UMD, Unión Militar Democrática, especialista de Ecologistas en Acción en este tema, afirma que “los americanos ya saben cómo limpiar los residuos, lo que no saben es dónde llevarlos.

Hace unos años, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas CIEMAT, junto al departamento de energía norteamericano, realizó un estudio tridimensional de los terrenos afectados, gracias al cual se sabe con exactitud la situación de la tierra contaminada. Hay un estudio que revela que el 29% de la población está contaminada. Incluso hemos sufrido espionaje, como cuando junto a Greenpeace acudimos a Palomares a buscar los 690 bidones enterrados por los norteamericanos“. Estos datos han sido denunciados por Domínguez en el foro Milicia y Democracia. De hehoc, en la denuncia consta que el CIEMAT ”sabe que la radiactividad de Palomares es más alta de que la de Chernobil“.

“El lugar más contaminado por plutonio de Europa”

“El Plan para la Recuperación de Palomares se aprobó en 2010 y todavía no ha empezado”, denuncia Domínguez, quien añade que “el estudio elaborado en 2003 por el departamento de Física del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona llega a la conclusión de que la radiactividad del plancton del mar próximo a Palomares es cinco veces superior a la media del Mediterráneo y que el plancton situado al norte del Puerto de Garrucha es el más radiactivo de todo el Mediterráneo”. José Ignacio Domínguez, junto a Francisco Castejón e Igor Parra publicaron en la revista Ecologista nº81 que “el territorio de Palomares sigue siendo el lugar más contaminado por plutonio de Europa”.

“No se puede mantener por más tiempo medio kilo de Plutonio al aire libre esparcido por los términos municipales de Vera y Cuevas del Almanzora, con la simple protección de una valla metálica que es atravesada por todo tipo de fauna, incluidos los animales domésticos que luego introducen partículas de plutonio en sus respectivos hogares. Almacenar material radiactivo en esas circunstancias tan precarias vulnera toda la normativa nacional e internacional al respecto e incluso constituye un presunto delito contra la salud pública. Hasta ahora el movimiento ecologista ha renunciado a iniciar acciones legales, pero el problema sigue enquistado por la reticencia del Gobierno a presionar amistosamente a los americanos para que se lleven el plutonio, vamos a tener que acudir a la justicia nacional o internacional para resolver el problema”, advierte.

Sobre lo que costaría la descontaminación no hay cifra fija. El Ayuntamiento de Cuevas calcula que las tareas de limpieza costarían unos 30 millones de euros. Según Ecologistas, que estima en 22 millones el coste de la descontaminación, “la superficie a limpiar es de 40 hectáreas, 50.000 m3 de tierra. Los americanos se llevaron en 1966 solamente 1.000 m3, el resto lo dejaron enterrado bajo una capa de tierra de unos 20 centímetros y en dos zanjas enormes. Los bidones que se llevaron están en Savannah River (Carolina del Sur)”. La organización ecologista sentencia que “la radiactividad en Palomares es tan grave que un equipo de ucranianos que estaban realizando un programa para la TV alemana se llevó muestras de tierra de Palomares a Ucrania y tras analizarla concluyeron que la radiactividad en Palomares es más intensa que en Chernóbil, salvo en la zona del reactor. Mientras esto sucede, el Plutonio se va transformando inexorablemente en Americio, con el consiguiente peligro para la salud del sureste peninsular”.

“Evidentemente hay peligro para la población y visitantes. Los alimentos son peligrosos si se ingiere alguna partícula de plutonio con ellos, por eso hay que lavarlos concienzudamente. El plutonio que hay en el mar puede afectar  a la cadena alimenticia, debería de prohibirse la pesca de arrastre en la zona porque según la Universidad Autónoma de Barcelona hay un foco radiactivo a unos 50 metros de profundidad. El plutonio está en el fondo y los barcos de arrastre lo levantan con el copo que se desliza por el fondo del mar. En la actualidad no se está haciendo nada para recuperar la zona , está todo parado”.

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