Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
¿Cómo ha votado cada municipio de Catalunya desde 1980?
La acampada por Gaza culmina su segunda semana: “Seguiremos”
Opinión - Eurovisión y Europa, hundidas de la mano. Por Rosa María Artal

Casi 200 trabajadores de Tragsa en Andalucía, pendientes (literalmente) de su indemnización por despido

UGT ve "mala fe" en la decisión de Tragsa de comenzar a ejecutar el ERE "sin negociar" y en plenas navidades

Javier Ramajo

Sevilla —

“El 2 de enero me notificaron el despido a través de un burofax que me entregó el cartero. Mi indemnización me la habían ingresado en la cuenta del banco tres días antes. Me di cuenta después. A día de hoy, nadie de la empresa se ha puesto en contacto conmigo tras más de seis años trabajando. Cualquier trabajador merecería otro trato. Es inmoral. En Tragsa han estado mareando la perdiz desde octubre y, una vez pasadas las elecciones, han empezado a ejecutar la sentencia del ERE que, a mi juicio, ha estado muy politizada y condicionada por tratarse de una empresa pública”.

Es solo un testimonio, uno de los aproximadamente 163 despidos que podrían ejecutarse en Andalucía en la empresa pública Tragsa y su filial de ingeniería Tragsatec en virtud del ERE validado en octubre por el Tribunal Supremo, y que ha empezado a ejecutarse en toda España. Son 1.336 los empleados (610 en Tragsatec y 726 en Tragsa) los que, según los sindicatos, saldrán en total de la compañía, especializada en obras y servicios de desarrollo rural, conservación medioambiental y actuaciones de emergencia. En Andalucía, según CSIF, los “excedentes” son 163 (53 de Tragsa y 110 de Tragsatec) de una plantilla total de 858 personas.

Los sindicatos están de acuerdo en las críticas a la compañía. CSIF califica de “dantesco” y de “falta de consideración” el 'modus operandi' de Tragsa a la hora de trasladar la salida a sus trabajadores, CCOO considera que los despidos se están comunicando “con nocturnidad y alevosía”, y UGT habla directamente de “malas artes”, según indican a eldiario.es Andalucía. La primera oleada de aplicación del expediente de regulación de empleo se empezó a ejecutar en plenas fechas navideñas. “Ha sido horrible”, lamentan en CSIF. La empresa ingresó los finiquitos en las cuentas de algunos trabajadores en vísperas de Nochevieja y, pocos días después, se empezaron a materializar.

Así lo corroboran también varios testimonios de trabajadores, que denuncian que los empleados se están enterando de su salida por los ingresos en nómina de la indemnizacón por despido y el finiquito en sus cuentas corrientes. La recepción del documento oficial, la carta de despido, llega a través de un burofax que se les notifica “con posterioridad a saber que te han despedido si estás atento al movimiento de tu cuenta”, apunta otro empleado. “Hay rumores de todo tipo corriendo por la oficina. El otro día, muchos de los compañeros despedidos estaban recogiendo las cosas”, señala una trabajadora “en ascuas”.

“Aquí no sobra nadie”

Tragsa forma parte del grupo de empresas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que durante estos primeros días del año ya ha materializado la mitad de los despidos contemplados en el ERE, según han denunciado los sindicatos, que no entienden que se ejecute un ERE ahora que la compañía cuenta con cifras de negocio en aumento. “Hay directivos que han cobrado recientemente incentivos y productividades millonarias, porque la empresa tiene ahora beneficios, y se están cargando a cientos de trabajadores de 1.000 ó 1.500 euros, es incomprensible”, apunta un representante de los trabajadores de Tragsatec en Andalucía. Los aproximadamente 450 empleados de Tragsa en Andalucía están convocados por UGT y CCOO a una reunión informativa este viernes en Antequera (Málaga).

Desde la Sección Sindical de CSIF-A en Tragsatec se afirma no entender “cómo en una empresa pública están permitiendo a nivel político que se haga lo que aquí se está haciendo”. “No discutimos que sea legal o no, pero la empresa está ejecutando un ERE de 2013 en función de unas cifras económicas que son absurdas, porque la realidad es que hemos acabado el año con beneficios”. En UGT-A lo corroboran: “El ERE no está ajustado a la situación actual de la empresa”. Por parte de CCOO-A, la misma afirmación: “Aquí no sobra nadie, hay trabajo de sobra”.

“Lo peor es la incertidumbre de no saber qué va a pasar, pues de este tema llevan hablando más de dos años. Y cuando todo parece en calma, salta. Además, se desconocen los criterios esgrimidos por la empresa para decir 'tú a la calle, tú te quedas'. En cualquier momento puedes estar despedido. Es impotencia. Ver como sacas todos los días tu trabajo, como te esfuerzas porque el cliente (casi siempre la Administración) esté contenta y da igual, porque todos son decisiones políticas que se escapan de tu alcance (tanto tema de concesión de proyectos como este ERE)”, describe una trabajadora.

Cifras de negocio “en positivo”

“Las cifras vuelven a estar en positivo, como antes de la crisis”, insisten desde el CSIF-A. En concreto, según sus cifras, la actual situación económica de la empresa refleja una previsión de beneficios de 2 millones de euros en el ejercicio 2015 y un incremento de la producción del 63%, respecto al año pasado (660 millones de euros), por lo que las circunstancias económicas que motivaron el ERE han cambiado de manera sustancial respecto a 2013, cuando se registraban pérdidas.

“La decisión de ejecutar los despidos se tomó en Madrid tirando de los listados de 2013 que eran tan secretos que, cuando en las delegaciones se quería comprobar a quienes quedaban por enviar el burofax, no se podía porque no tenían un listado completo. Se rumorea que en Tragsatec Andalucía han terminado los despidos (porque se han ejecutado ya todos), pero ni jefes, ni sindicatos dicen nada”, informa una empleada.

Fuentes de los trabajadores indican también que, según la Abogacía del Estado, la sentencia del Supremo favorable al Grupo Tragsa declaró no solo ajustado a derecho la aplicación del ERE sino también la posibilidad de la empresa de contratar de nuevo a las personas despedidas o incluso a nuevo personal. El fallo del Supremo fue contrario a la decisión previa de la Audiencia Nacional, que el año pasado anuló el ERE.

Desde CSIF añaden que se trata personal indefinido de la empresa a los que se les ofrece 20 días por año trabajado, con un límite de 12 mensualidades, el mínimo que permite la reforma laboral, lamentan fuentes de los trabajadores. El sindicato indica que “Tragsa no tiene un problema con el número de trabajadores en plantilla, sino con su coste, y por ello, aprovechándose de la actual reforma laboral, pretenden cambiar puestos de trabajo fijos por eventuales y precarios, llevando a cabo, previsiblemente, nuevas contrataciones de trabajadores recientemente despedidos”.

Incluso desde la dirección de Recursos Humanos en Andalucía comentaban que “iban a aprovechar al máximo la oportunidad de la carta blanca que le daba el Tribunal Supremo” como “método para ahorrar dinero público”, comentan las fuentes. De hecho, una gran parte de los despedidos llevaba trabajando en la empresa 15-20 años, añaden las fuentes, que apuntan que la empresa ha llegado a comunicar a los representantes de los trabajadores que podrían volver a contratarlos a ellos mismos, “porque es que tenemos trabajo, pero en situaciones más precarias, sin antigüedad, etc”.

Un eventual “para toda la vida”

La “trampa” de la última reforma laboral respecto al trabajador de una empresa pública es que el director despide a un indefinido y lo vuelve a contratar como eventual “para toda la vida acogiéndose al nuevo Estatuto de los Trabajadores”. “Así es el diseño empresarial desde el propio Gobierno y la ley lo permite”, denuncia un representante de los trabajadores.

A nivel nacional, al menos los trabajadores de Tragsatec, realizaron este 12 de enero una jornada de huelga y han convocado nuevas protestas para el 26 de enero y 3 de febrero. El Tribunal Supremo deliberará próximamente sobre la procedencia de la ultraactividad del convenio colectivo de Tragsa, después de que la Audiencia Nacional diera la razón a los trabajadores, frente a las pretensiones de la empresa de revisarlo a la baja, indica CSIF. Se da la circunstancia de que Tragsa utilizó la revisión del convenio como medida de presión para que los trabajadores aceptaran un nuevo convenio a cambio de reducir el número de despidos, concluye el sindicato, que ha solicitado al Gobierno en funciones una medida de gracia para frenar estos despidos.

Este periódico ha tratado, de momento sin éxito, de conocer la versión de Tragsa de la ejecución de los despidos y de la forma en que se están llevando a cabo.

Etiquetas
stats