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De la patera al autobús, bienvenidos al norte: la travesía del migrante se alarga en España por falta de recursos

Una de las múltiples llegadas de las últimas semanas a la costa gaditana

Javier Ramajo

Recursos saturados, ayuntamientos andaluces que habilitan polideportivos ya casi por inercia, flete de autobuses a otras zonas de España, personas inmigrantes durmiendo en la calle. Derivadas a la red de centros de acogida de diferentes ONG tras un breve periplo policial y una primera asistencia humanitaria, las miles de personas que se han subido en una patera en las últimas semanas desde el norte de África sufren una nueva travesía dentro de la península por la “mala gestión” y la “falta de interés” de las autoridades.

Mientras las pateras no paran de llegar a la costa andaluza, varias ONG relatan a este periódico el “agujero” existente entre las llegadas de migrantes a la frontera sur y su aparición días después en ciudades más cercanas como Córdoba o Sevilla, o del norte peninsular como Barcelona, Madrid, Valencia, Donostia o Bilbao, donde también se han enviado contingentes de personas. Una vuelta de tuerca a la película de Dany Boon, el traslado forzoso al norte y las diferencias culturales que ya traen consigo las personas que migran hacia un futuro mejor y con destino a Francia, Bélgica o Alemania.

El alcalde de Bilbao se preguntaba hace poco “por qué se está enviando tanta gente” a su ciudad. Este periódico ha conversado con varias personas de diferentes entidades que han presenciado los traslados desde los lugares de llegada en costa (Granada, Cádiz, Málaga, Algeciras, Tarifa o Motril) hasta el norte de la península, bien a su salida o bien a su llegada. Uno de los contactos es Ana, de Ongi Etorri Errefuxiatuak, precisamente en Bilbao, que expone una situación que puede ser extrapolable al sentir general en el resto de primeros o segundos destinos peninsulares de cientos de migrantes.

“Sabíamos que estaba llegando gente a Bilbao y no había ningún dispositivo de acogida oficial. En este tiempo al menos hemos hecho que las autoridades se muevan y esto no sea algo que cae del cielo. Es alarmante que siempre les pilles de improviso, que siempre hablen de emergencia. En Bilbao este fin de semana empieza el BBK Live y somos capaces de acoger a cien mil personas. La ciudad está preparada. ¿Ahora resulta que llegan dos autobuses de 50 personas porque nadie avisa y estamos colapsados? Si no hay previsión es porque no quieren que la haya”. El relato bien lo podría firmar, mil kilómetros hacia el sur, el alcalde de Tarifa respecto al Ministerio del Interior.

Según las fuentes consultadas de SOS Racismo, Cruz Roja Andalucía o la citada Ongi Etorri Bizkaia, los traslados son realizados por Cruz Roja Española, que es la encargada de la primera acogida de las personas que llegan a costa, y por los ayuntamientos en aquellas ciudades, como Tarifa, donde esta entidad no está actuando. Pero “se hace sin coordinación con los lugares de llegada y sin contactar con otras entidades, sin atender a sus circunstancias particulares de cada inmigrante y sin valorar si tienen contactos de familiares o conocidos”, lamentan.

Cruz Roja niega la mayor y explica a eldiario.es Andalucía que ha ampliado la asistencia humanitaria a las personas migrantes mientras son conducidas a dependencias policiales para el trámite de la Ley de Extranjería. “Las personas son derivadas a las ONG que cuentan con proyectos de acogida, pero no todas quieren ser acogidas en centros”, advierten las fuentes. “Muchas de estas personas nos trasladan su intención de continuar su viaje a otros destinos, donde cuentan con redes de contactos (familiares, amigos, etc.). En estos casos, les facilitamos el traslado a esos puntos”, explican desde Cruz Roja.

Sin NIE

Pero, ¿se avisa a las ciudades de destino? “En muchos de estos casos, las personas que llegan a otros destinos ya tienen contactos que les prestan apoyo, como familiares, amigos o compatriotas)”, dice Cruz Roja Española, que asegura trabajar en red e informa a los equipos sociales en los diferentes destinos para que puedan prestarles asistencia a su llegada. También hay personas que cuentan con redes de contacto en Andalucía y eligen destinos dentro de la comunidad.

Según un trabajador de Cruz Roja Málaga, se avisa vía email a la Cruz Roja de las ciudades de destino de la llegada de los migrantes, aunque esa no parece ser costumbre de la organización en otras ciudades como Almería o Motril. Antes de montarse en los buses se les da un papel con teléfonos de organizaciones sociales de Bilbao. A las personas que viajan a Madrid, ni tan siquiera les daban el papel con la información de las organizaciones de Madrid, lamentan fuentes de las entidades. Algunos activistas escribieron el contacto de una compañera de SOS Racismo Madrid para que al menos tuvieran un contacto en la ciudad. Fueron directamente el centro, relatan las fuentes. Las que llegaron desde Málaga a la capital de España lo hacían con orden de devolución firmada.

Las trabas para que muchos de ellos no puedan pasar al sistema de primera acogida se generalizan, explica a este medio una activista que ha observado la situación en Algeciras y en Tarifa en las últimas fechas. “Una policía nos confesó que había orden de arriba de no dar el NIE a los chavales y eso no puede ser porque no les da ningún derecho a acogida”, denuncia. La ausencia de documentación “les impide poder alojarse en hostales, por ejemplo, y se ven obligados a dormir en la calle cuando son liberados”, relata la fuente. No es la única irregularidad que han observado algunas organizaciones, que han puestos en conocimiento de altas instancias la posible detención ilegal de migrantes. Los subsaharianos son solo “documentados” (foto, huellas y número de NIE, según qué caso) y puestos en libertad mediante traslado a otros lugares, mientras que a los marroquíes se les da una orden de devolución.

Entre los recién llegados a España, “muchos chicos de 16 ó 17 años” pero también apuntan a la existencia de chicos más jóvenes, de 9 ó 10 años. No realizamos traslados de menores. En caso de que se detecten a Menores Extranjeros No Acompañados se activan los medios para que pasen al sistema de protección andaluz“, dicen desde Cruz Roja. La Junta ha habilitado más plazas para atender a estos menores y el Gobierno acaba de anunciar que en San Roque se habilitará inminentemente el llamado Centro de Recepción de Inmigrantes.

En el puerto de Tarifa, la tarde del 29 de junio, las personas de origen marroquí eran amarradas con una especie de cordón de zapato de la muñeca de otra persona, amarrados de dos en dos conforme ponían el primer pie en tierra. Los niños y niñas eran trasladados en furgones de detención de la Guardia Civil junto a las personas adultas, otro hecho que incumple el protocolo de actuación en caso de menores según denuncian las entidades.

El proyecto migratorio

En Valencia se tiene constancia de la llegada a finales de junio de, al menos, un autobús con entre 25  y 30 personas, la mayoría senegaleses pero también de otras nacionalidades como Guinea y Gambia. Al llegar a la estación les esperaba una unidad móvil de la Cruz Roja que les facilitó un kit con una sábana, gel, una toalla y un mapa, ofreciéndoles direcciones de varias ONG. Al menos dos de las personas de ese autobús no tenían familiar alguno en la ciudad y, al encontrarse los recursos saturados, tuvieron que pasar alguna que otra noche en las calles de Valencia, sin que en ningún momento fueran informadas de los procesos de solicitud de asilo, indican las fuentes.

Las llegadas de autobuses al País Vasco ha venido incrementándose desde finales de mes. Autobuses con medio centenar de migrantes llegando a Bilbao, también a Donostia, dos de ellos menores de edad, según datos de las organizaciones, que apuntan varios días de llegadas, muchos procedentes de de Málaga. Según las fuentes, se les está dejando en la zona para que se busquen la vida dado que ninguna entidad pública o privada pone ningún recurso de acogida o al menos paliativa.

A final del pasado mes, los albergues temporales disponibles estaban llenos y Cruz Roja estaba preparando un albergue para que las personas que llegan pudieran transitar. Pese a que el número de personas que ha llegado es elevado, las fuentes indican que no se ha visto a personas durmiendo en la calle pero lamentan que Cruz Roja muchas veces no sabía quién llegaba ni de donde venía el bus. Al parecer, pocas personas han mostrado interés por quedarse en Bilbao, mientras organizaciones como Ongi Etorri tratan de dar respuesta al incremento de llegadas, aunque son reactivas y de emergencia.

A Barcelona llegaron en pocos días casi 500 personas con las direcciones de Cruz Roja y del servicio municipal y atención a migrantes apuntadas en un papel. Ayuntamiento y Cruz Roja abrieron plazas de primera acogida por las que fueron pasando los migrantes, que llegaban agotados y con necesidades básicas no cubiertas.

Las fuentes explican que, si bien la mayoría no se queda más de una semana en la ciudad condal, ya que su destino migratorio está en otros países europeos, la previsión que se maneja es que el ritmo de 200 personas/semana se mantenga en Barcelona hasta octubre o noviembre.

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