Asociaciones feministas denuncian ante el Defensor del Pueblo trato “degradante” a mujeres investigadas por Alaya
Mañana del 24 de marzo de 2015. Apenas dos días después de las elecciones andaluzas, Mercedes Alaya daba visibilidad a unas nuevas líneas de investigación relacionadas con el presunto fraude en suvenciones públicas para formación. La operación policial, simultánea en las ocho provincias andaluzas, se saldó con 16 detenidos, entre ellas varios delegados y exdelegados de la Consejería de Empleo.
El pasado martes dos de junio, la Federación de Asociaciones de Mujeres de Sevilla María Laffitte puso en conocimiento del Defensor del Pueblo Andaluz las condiciones “degradantes” en las que los arrestados, la mayoría mujeres, pasaron aquellas horas antes de prestar declaración ante la jueza y quedar posteriormente en libertad.
El escrito, al que ha tenido acceso eldiario.es Andalucía, señala que “ni siquiera se les entregaron mantas, ni siquiera un tampax a quien lo necesitaba, y el estado higiénico del calabozo era deplorable, ni siquiera el grifo se libraba de la suciedad y el olor nauseabundo”, denunciando “la virulencia de la retención y las inadecuadas condiciones de habitabilidad en que se encuentran las celdas en los juzgados”.
Tras lamentar las condiciones físicas, la denuncia añade: “Tampoco importan las vidas, honor y dignidad de los detenidos y sus familias, ni cómo pueden quedar después de este lance”. El escrito se pregunta si “a nadie importa” que un artículo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal disponga que la detención deberá realizarse en la forma que menos perjudique al detenido en su persona, reputación y patrimonio.
A juicio de la federación, integrada por asociaciones de mujeres representantes de diversos campos, pertenecientes todas al Espacio Ágora Político Feminista, las detenciones derivadas de aquel “despliegue judicial, policial, político” no deberían estar unidas “a unas condiciones degradantes, salvo que lo que se busque sea precisamente humillar”. “¿Son esas las condiciones normales de las detenciones en Sevilla?, ¿así están todas las mujeres detenidas?, ¿y también los hombres?”, se preguntan.
Derechos humanos vulnerados
“Si esto es lo normal, nos parece que los derechos humanos no se están respetando en Sevilla en las propias dependencias policiales y judiciales, y si es algo que se hizo intencionadamente para hacer sentir impotencia y humillación a las mujeres detenidas, tampoco nos parece correcto”, pidiendo al Defensor “que se dignifique a estas mujeres, y también a los hombres, interesándose personalmente por cómo fue su situación y, si se confirma que fue una vulneración de derechos humanos, persiguiendo esa conducta y evitando que vuelva a suceder”. “No sabemos qué es más preocupante, que se les diera a ellas un trato especialmente malo o que siempre se dé ese trato”, insisten ante la “alarma” que les ha supuesto los testimonios de las arrestadas aquel día.
Según explica “indignada” a eldiario.es Andalucía la presidenta de la federación, Celia Arenas, “incluso no las dejaron ir al baño y tuvieron que hacer sus necesidades delante de todo el mundo en un espacio abierto”, calificando de “denigrante” la situación que vivieron y esperando que su escrito pueda mejorar las condiciones en que cualquier persona pasa las horas en los calabozos de la ciudad de Sevilla.
