Cádiz apuesta por la energía limpia
Ni siquiera la ausencia del alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', por un problema de agenda deslució la presentación de un proyecto que ha convertido a la ciudad en referente dentro de la lucha por cuidar el medio ambiente.
El Ayuntamiento de Cádiz, socio mayoritario de la empresa comercializadora Eléctrica de Cádiz, ha impulsado la compra de electricidad certificada 100% renovable. Así pues, suministra desde el 1 de enero de 2017 electricidad con la mejor calificación ambiental existente a sus 62.000 clientes.
Se trata de una idea que procede de la ciudadanía. La iniciativa de que Eléctrica de Cádiz se convierta en una comercializadora verde surge de la Mesa de la Transición Energética, espacio de participación ciudadana impulsado por el Ayuntamiento. Silvia Pérez Beiro, en representación de la misma ha destacado que “con este cambio de etiqueta eléctrica Cádiz manda un mensaje al Gobierno Central y a las empresas energéticas: esta ciudad quiere electricidad limpia y va a seguir avanzando en este camino. Si cada día más gente se pasa a la energía verde, tendrá que cambiar el sistema”.
El coste que supone adquirir energía renovable lo va a asumir la empresa municipal y no se va a notar en la factura de los consumidores. Es algo que han querido subrayar a la hora de dar a conocer la iniciativa, aunque no han querido especificar la cuantía a pesar de tratarse de una empresa pública.
El presidente de Eléctrica Cádiz y concejal de Economía y Hacienda, David Navarro, explica que “”la compra de electricidad certificada es una ventaja ambiental que no supondrá ningún cambio en el precio de la electricidad“. Esta mejora se verá reflejada en todos los contratos de suministro eléctrico con Eléctrica de Cádiz, entre los que se incluyen todos los edificios municipales, el alumbrado público, los semáforos de la ciudad y el 80% de los contratos domésticos de la ciudad.
Cádiz, “locomotora” de las removables
José Luis Molina, gerente de Eléctrica de Cádiz, señala que la energía comercializada asciende a 195 millones de kilowatios/hora al año. Con esta iniciativa, Cádiz contribuye a evitar la emisión de 58.500 toneladas de dióxido de carbono y la generación de 93 kilos de residuos radioactivos. “Con esta medida, una familia media de Cádiz, que consume al año 2100 kwh, a través de la electricidad certificada como renovable, dejaría de producir 630 kg de CO2 y 1008 mg de residuos radioactivos, si se compara con la media nacional”, explica Molina.
Cádiz quiere ser “la locomotora de ese tren de las energías renovables”, según explica David Navarro, y afirma que su Ayuntamiento quiere “dar ejemplo cuidando el medio ambiente y también el dinero público”.
La capital gaditana ha seguido el ejemplo de otras ciudades que también se decantaron en su momento por la energía verde. El Ayuntamiento de Barcelona ya anunció el pasado verano su intención de doblar la energía renovable hasta 2019 y reducir un 10% per cápita el consumo energético municipal. En su caso, el objetivo es fomentar el autoconsumo energético bajo el amparo de una comercializadora municipal. En Pamplona, el Ayuntamiento también tiene previsto suministrar energía para el alumbrado eléctrico y edificios y para ello ha creado una comercializadora municipal de energía eléctrica renovable.
