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Once días de atracciones sin licencia en El Puerto de Santa María en tiempos de pandemia

Feria en una urbanización del Puerto de Santa María (Cádiz)

Francisco J. Jiménez

Puerto de Santa María (Cádiz) —

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La batalla de los vecinos de Valdelagrana (El Puerto de Santa María) para que cesara la actividad de unas atracciones de ocio ha llegado a su fin. El mismo día que los vecinos habían recurrido al juzgado para que tomara medidas cautelares y ordenara la paralización de esta actividad por carecer de licencia, el Ayuntamiento (donde gobierna el Partido Popular en coalición con Ciudadanos) ordenó precintar las atracciones el mismo día, después de tres semanas de quejas y denuncias.

La polémica surgió a principios de julio, cuando vecinos de las urbanizaciones Vigalpe y Blegamar de Valdelagrana empezaron a quejarse por la instalación de unas atracciones en una zona de aparcamientos. En veranos anteriores esa zona había contado con colchonetas infantiles y otros juegos, pero en esta ocasión las instalaciones eran más propias de una Feria y los vecinos pusieron el grito en el cielo al ser una época marcada por las medidas de seguridad por la COVID.

La concejala de Vox El Puerto, Leocadia Benavente, denunció el pasado 11 de julio que las atracciones montadas en Valdelagrana carecían de licencias de instalación y de ocupación de suelo público e insinuaba un posible trato de favor a la empresa. Poco después se conoció a través de Adelante El Puerto un informe de la propia Delegación de Urbanismo del Consistorio portuense donde reconocía que las atracciones no disponían de la documentación necesaria para tramitar su licencia.

Las atracciones no tenían autorización de servidumbres aeronáuticas de la AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) y del Ministerio de Defensa - necesaria por la altura de las mismas-, además de la concesión para la ocupación de los terrenos municipales y el pago de las tasas correspondientes, pero siguieron funcionando hasta la tarde del viernes 24 de julio.

El Ayuntamiento había permitido el funcionamiento de estas atracciones basándose en la declaración responsable de la empresa, a pesar de las críticas de la oposición y de las denuncias de los vecinos. Se trataba de un incumplimiento de la normativa en materia de actividades recreativas, amén de los incumplimientos en materia de ruido, ocupación del dominio público con un uso destinado al aparcamiento y de medidas derivadas de la pandemia en la que estamos inmersos.

“La administración no puede ir al ritmo de twitter”

La comunidad de propietarios intercomunidad de Blegamar interpuso el viernes 24 de julio un recurso contencioso administrativo ante el juzgado de Cádiz y ese mismo día se produjo la reacción del Ayuntamiento. Según un comunicado oficial, la policía local había precintado las atracciones esa misma tarde “impidiendo la continuidad del promotor privado al no estar legitimado para continuar con el ejercicio de la actividad”.

La teniente de alcalde de Policía Local, Peris, lamentaba “la politización que ha habido de una iniciativa privada y dejando patente que la Administración no puede actuar a los ritmos de twitter, sino que actúa conforme a la legalidad y seguridad jurídica de todas las partes”.

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