Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

El PSOE-A, a favor de posponer el congreso para renovar los órganos del partido

Susana Díaz este lunes presentando la estretegia de I+D+i de la Junta de Andalucía

Olga Granado

Cuando en el comité federal del PSOE del pasado mes de enero se fijó que el congreso para renovar los órganos del partido sería los días 20, 21 y 22 de mayo fue una imposición del PSOE-A, como principal federación crítica, al secretario general del partido, Pedro Sánchez. Ferraz quería que fuera a mediados de junio, una vez agotadas las posibilidades de Pedro Sánchez de ser elegido presidente del Gobierno de España, en lo que todavía está afanado. Que ahora el aparato proponga posponer el congreso tiene muchas interpretaciones: una podría interpretarse como que finalmente la federación liderada por Susana Díaz no se ha salido con la suya.

De hecho, el PSOE-A guarda silencio sobre qué piensa de este cambio de fecha, y sin embargo, ha sido una de las federaciones que más ha presionado para que el cónclave se posponga.

No obstante, tenía que hacerlo con disimulo después de haber sido precisamente la federación que quiso adelantarlo. La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, al telefonear a determinados periodistas casi siempre de fuera de Andalucía, ha conseguido que cale que está decidida a disputar el cargo a Pedro Sánchez, incluso si el congreso fuera en mayo.

Pero lo cierto es que no le interesaba ya tanto que fuera en mayo, como cuando se defendió desde el PSOE-A, por un primer error de cálculo. No contaban con que el secretario general saliera reforzado de sus negociaciones para intentar ser investido presidente. Todo pese al resultado en las urnas, que lo dejaron con 90 diputados.

Que Susana Díaz entrara a disputarle la secretaría general en nada -quedarían menos de dos semanas para que tuviera que confirmarlo si lo hace- redundaría en esa imagen agresiva que es precisamente de la que quieren que se desprenda en el PSOE-A.

Por eso, es mejor esperar a que las cosas sigan su ritmo: que Pedro Sánchez siga intentando formar Gobierno, que incluso vuelva a ser candidato en una posible repetición de las elecciones generales el 26 de junio, y que entonces, si fracasa, que sea él el que se vea obligado a dar un paso atrás. “Si decimos algo, malo; si no lo decimos, peor”, describe un dirigente del PSOE-A cuando todos los ojos miran a esta federación para ver cómo asumen la propuesta. No en vano es su secretaria general la que ha hecho movimientos para optar a dirigir el partido.

El hecho de que el secretario de Organización, Juan Cornejo, haya sido uno de los consultados por Pedro Sánchez para proponer este cambio “entra dentro de la normalidad, porque lo ha hecho con todas las federaciones”, apuntan desde la organización, que en principio espera hacer pública su postura en el comité federal previsto el próximo sábado, y donde en todo caso no quieren “generar distorsiones”.

Ligeras variaciones en el escenario y diferente estrategia. Esta vez el PSOE-A intenta evitar que se vislumbre que de nuevo ha marcado el ritmo a Ferraz, que en todo caso, esta vez ha conseguido que Pedro Sánchez también gane una cosa: tiempo. De momento, la de Andalucía es de las pocas federaciones que oficialmente no ha valorado el retraso del congreso, que le parece adecuado, pero plantará batalla con la fecha que se vaya a poner en el comité federal de próximo sabádo, porque Ferraz está por esperar a septiembre, y el PSOE-A quiere que sea antes.

Todo esto coincide esto con una bajada de la presión a Pedro Sánchez, por lo menos en público. Esto se ha visto marcado por dos posicionamientos de la también presidenta de Andalucía desde que tuvieron lugar las elecciones generales: uno, a pocas horas de perder el PSOE, cuando Susana Díaz dijo que las urnas los habían puesto “en la oposición”; otra más reciente, en la que no ha parado de decir que le gustaría “un Gobierno de progreso liderado por Pedro Sánchez”.

En paralelo, desde el PSOE-A se ha impuesto la consigna de apaciguar los rumores sobre la intención de Susana Díaz de dar el salto a Ferraz. No corre ya tanta prisa que lo haga oficial, como si se mantuviera el congreso en mayo. “Lo dirá cuando toque”, comenta otro diputado del PSOE-A, “porque todavía es el tiempo de Pedro Sánchez”.

En esta línea, frente a los ánimos que desde fuera del PSOE-A está recibiendo Susana Díaz para que dé un paso adelante, en su federación son más cautos. Primero porque entienden que puede perjudicarle “tomar las riendas de un partido destrozado por guerras intestinas” en lugar de hacerlo con “una transición lógica”, si bien no le quitan legitimidad para aspirar a ello e irán a todas con su jefa cuando lo anuncie.

Y segundo porque la realidad es también que en la Junta de Andalucía, como reconocen algunos cargos en privado, está comenzando a hacer mella esa sensación de interinidad en la presidencia. “Hay una parálisis real, que se ve dentro y también fuera”, asegura. Por eso precisamente todos los esfuerzos del equipo de Susana Díaz van en la lídea de mandar un mensaje: está “centrada en Andalucía”. Es de hecho una cuestión que preocupa ya a algunos en el PSOE-A, no tanto por el uso que la oposición haga de ello, sino por el efecto que en realidad pueda tener, con inquietud incluso entre los posibles sucesores de la presidenta.

Etiquetas
stats