Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar

El huevo y la castaña

Ángela Cañal

Comienza el debate sobre el estado de la Nación, que arrancará con el discurso de Mariano Rajoy ante el Congreso de los Diputados. Será justo una semana después de que Barack Obama hiciera lo propio ante la Cámara de Representantes de EEUU. Ambos eventos políticos tienen un nombre parecido, pero son muy diferentes, sobre todo este año.

La fecha

Los norteamericanos son muy formales: hacen las cosas cuando toca. Las elecciones presidenciales son, indefectiblemente, el primer martes después del primer lunes del mes de noviembre, en años que son múltiplos del número cuatro. Acción de Gracias, el cuarto jueves, también de noviembre. Y el State of the Union (SOTU), aunque la Constitución no establece una fecha concreta, se convoca tradicionalmente a finales de enero, salvo que se hayan celebrado Presidenciales, como en esta ocasión, en cuyo caso se puede trasladar a principios de febrero. Estas reglas pueden parecer complicadas, pero en realidad ahorran muchas complicaciones. Sobre todo, ahorran muchos juegos políticos. Allí no vale adelantar o atrasar las elecciones o los debates a gusto del candidato en el poder.

Rajoy pensaba que se evitaba complicaciones -líos, dice él- al cancelar el debate en julio del año pasado (cuando tocaba), porque la milagrosa recuperación económica que había anunciado en la campaña electoral no acababa de presentarse. Le dio una patada para adelante esperando tener para estas fechas mejores noticias que contar. Pero el tiro, parece evidente, le ha salido por la culata. La economía sigue por los suelos y para más líos le ha estallado en plena cara el escándalo Bárcenas. Los hagiógrafos del presidente del Gobierno que elogian sin desmayo su inteligente “gestión de los tiempos” deberían repasar sus notas. O hacérselo mirar.

El pato cojo

La situación en la que Obama ha acudido al State of the Union y en la que llega Rajoy tampoco pueden ser más distintas. El presidente demócrata viene de una brillante victoria electoral, decidido a sacar adelante una agenda aún más ambiciosa que la de su primer mandato. Rajoy, un año después de cosechar una aplastante mayoría absoluta, es ya políticamente un prematuro pato cojopato cojo, por utilizar el argot de los analistas norteamericanos. Un presidente que ha perdido en doce meses toda la credibilidad, autoridad y confianza de los ciudadanos. Acude al debate más debilitado que nunca, sin soluciones visibles ante una situación económica y social dramática, una ciudadanía cada vez más cabreada y hundido hasta el cuello en uno de los mayores escándalos de corrupción de la Democracia.

La rana que no salta

Rajoy conserva, eso sí, esa parsimonia, esa sangre fría, esa medida de los tiempos de la que tanto le gusta presumir y que puede acabar conduciéndole a su propia perdición. La situación del presidente recuerda un poco a esa conocida fábula, según la cual, si arrojas una rana a un recipiente con agua hirviendo, escapará de ella con un rápido salto. Pero si la introduces en agua fría y la vas calentando poco a poco, morirá lentamente sin percatarse del peligro. El caso de Rajoy es aún más preocupante: la situación ha entrado en violenta ebullición, pero él se mantiene cómodamente sumergido, como si estuviera en un templado spa. Ante el terremoto que sacude a su partido, ante el descrédito que hace tambalear a su Gobierno, el presidente está pasmado. ¿Acaso espera que venga otro a sacarle las castañas -en este caso la rana- del fuego? El resultado, así, parece inevitable: si Rajoy no actúa, se cocerá en su propia salsa.

Seguir leyendo en el blog Cartas marcadas

Sobre este blog

Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar

Etiquetas
stats