Que la realidad no te estropee una buena oportunidad política

Que la realidad no te estropee una buena oportunidad política. Esta frase, que en muchas ocasiones y con ánimo jocoso usamos los periodistas refiriéndonos a los titulares de las noticias, bien sirve ahora para los movimientos del partido de extrema derecha Vox en Andalucía.

En plena negociación para los presupuestos de 2020 con el Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos, los de Abascal sacan la bandera para hacerse oír. Y vuelven con sus temas estrella. En esta ocasión, los menores inmigrantes. El portavoz de la formación en la cámara andaluza, Alejandro Hernández, aseguró este miércoles que “si no existiera esa queja vecinal, nosotros no haríamos este planteamiento. Sería absurdo”. Lo curioso del tema es que han pedido datos oficiales de delincuencia en estos casos, y cuando se les ofrecen, como no se ajustan al mensaje que quieren transmitir, no se los creen y ya está. No importa que coincidan las cifras de la administración autonómica, del Ayuntamiento y de la policía. No importa. El mensaje que quieren dar es claro: migrantes igual a delincuentes. Por ser más precisos: menores migrantes igual a delincuentes.

“¿Qué rentabilidad en términos políticos íbamos a tener inventándonos un problema?”, añade Hernández. La pregunta seguro que ya se la han contestado dentro de sus filas y está formulada mucho antes de poner sobre la mesa este asunto. Se llama miedo. Se llama votos. Y lo saben.

¿Por qué si no plantean las políticas que buscan la igualdad entre hombres y mujeres como un problema a pesar de que ha habido ya 44 mujeres asesinadas en el marco de la violencia machista? ¿Por qué ponen sobre la mesa una amenaza a la caza cuando un solo partido en todo el parlamento andaluz ha cuestionado la actividad? ¿Por qué salen diciendo que la Semana Santa está en peligro cuando no hace falta más que salir a las calles de cualquier rincón de Andalucía en esas fechas para ver que está en pleno apogeo? Sí, es evidente que inventarse problemas les da mucho rédito político. Agitar amenazas pone a las personas en situación de vulnerabilidad. Ofrecerse como salvadores es una estrategia que no inventaron ustedes.

Así que sí, no intenten convencernos de que no hay rentabilidad política en sus palabras y actos porque la hay. Desde el principio. Pero, señores diputados. Es grave que planteen preguntas sin base alguna, sin datos que avalen sus propuestas más allá de “me lo ha dicho mi vecino”.

Y es más grave aún que estén tirando a dar sobre un colectivo vulnerable: los menores. Menores que no han llegado aquí en un viaje de placer. Y con los que tenemos una responsabilidad. Como con todos los niños y niñas. Somos nosotros como sociedad los que tenemos que darles herramientas, protección, un camino, un futuro. ¿Por qué no realizan propuestas en ese sentido? Me lo pregunto… ¿Porque no da los votos que buscan?

Mejor que la realidad no estropee una buena rentabilidad política.