Viejas y nuevas tonterías

La verdad es que en dos días he pasado del más absoluto pesimismo sobre la gobernación de este país a que un tenue rayo de esperanza ilumine mi sombrío ánimo. Un optimismo exiguo que podemos cifrar en un humilde tres por ciento, para que me entiendan los líderes del PP y de Convergencia Democrática de Catalunya. Esa pequeña luz tiene su origen en el mini acuerdo que han alcanzado los partidos para conformar la mesa del Congreso, con el voto en contra de Podemos, como no podía ser de otra manera, que si dicen sí a algo a lo mejor les cambia el metabolismo y tenemos un disgusto.

Y aunque es un paso para que nuestros próceres y próceras vayan entendiendo lo que les hemos ordenado en las urnas (que hablen entre sí hasta que nos cansemos), tampoco echaría yo las campanas al vuelo, que en dos días he oído más tonterías que en 20 años de tratar con abogados y periodistas, que ya es decir.

La primera, como no podía ser de otra manera, ha sido regurgitada por el PP, por boca de Rajoy, que ha dicho -sin rubor alguno- que la patria necesita un Gobierno fuerte (del PP, por supuesto) para salvar a España. Debe referirse don Mariano a un Ejecutivo apoyado por 186 diputados, como el que él ha encabezado y que en estos cuatro últimos años nos ha librado de la división, la crisis, el hambre y hasta de la peste porcina. Otra tontería y no menor, es decir que en aras del consenso renuncia a la presidencia del Congreso, una vez constatado que los votos de PSOE y Ciudadanos superaban en 8 a sus 122 diputados. La tontería en este caso es suponer que los españoles somos unos necios, que no diría yo que no, que ahí está para demostrarlo la mayoría absolutísima del PP en la anterior legislatura. Tontos sí, pero no de baba.

Tampoco es moco de pavo la memez que larga estos días el líder unipersonal de C's, Albert Rivera, que está metiendo el dedo en el ojo del PSOE para embarcarle en la aventura de dejar que gobierne el PP, pero quedándose al margen, no vaya a ser que un día tenga que tomar una decisión y se le vea la patita peluda por debajo de la puerta. Para animar a alguien a apoyar a Rajoy, debería primero formar Gobierno con éste, que si suma sus 40 diputados a los del PP, ya tenemos 162, que no es que dé para mucho, pero menos da una piedra. En política es lo que se llama ser un gallinica.

Tontadas variopintas

Aunque para tontadas, las muy variopintas de Podemos, que a las suyas propias suma ahora las de sus confluencias nacionalistas, que le han obligado a decir que las dos líneas rojas irrenunciables para negociar con el PSOE son el referéndum independentista y la creación de varios grupos parlamentarios distintos, que si no quieres caldo, ahí tienes cuatro tazas.

Tras oír a Iglesias, don Pablo, reñirnos con cara de maestro de los de antes a cuenta de la casta y del empoderamiento del pueblo (sea lo que sea eso) resulta chungo que el problema del país sea ahora la consulta catalana. Para disimular tamaño despropósito han presentado su plan de emergencia social llamada Propuesta 25, que por el zulo te la hinco. Tampoco es manca la simpleza de que juran la Constitución “para cambiarla, porque nunca más un país sin su gente”, como si los 24 millones de criaturitas que no les hemos votado no fuéramos gente, sino gentuza. Me temo que su intención no es pactar con el PSOE, sino pasarle por la izquierda aun a costa de que gobierne el PP otros cuatro años. O los que hagan falta.

Y por fin tenemos la mayor tontería de todas, que es la del PSOE, que afirma una y otra vez que es un partido con democracia interna, y que a eso se debe que los barones (y baronas) estén poniendo a Pedro Sánchez a caldo de perejil, incluso antes de que fracase en su intento de formar una coalición de Gobierno. Que no es tarea fácil, si tienes que pelear contra todos, incluso contra tu propio partido. Como ven, mucha nueva política, pero la vida sigue igual, que diría Iglesias. Don Julio.