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El anuncio de la ampliación de El Cabril reabre un debate inconcluso de hace 20 años

Manifestaciones contra la instalación de El Cabril en los años 90 / Fotos cedidas por J. Larios

Carmen Reina

En la

Navidad de 1987 empezó su andadura la Coordinadora Anti-Cabril, formada por dieciséis

colectivos contrarios a la instalación del almacén de residuos radiactivos del

mismo nombre en Hornachuelos (Córdoba). Hoy, en los primeros días de febrero de

2014, la sucesora de aquella coordinadora, denominada ahora Asamblea Antinuclear

de Córdoba, resurge para organizar acciones de protesta contra el anuncio de ampliación

de El Cabril.

Éste es un

ejemplo del “déjà vu” que se vive en estos días en la zona afectada, donde

resurgen las mismas reacciones que hace treinta años se vivieron con la

implantación de El Cabril en 1992 como el único almacén del país para los residuos

radiactivos de baja y media intensidad.

Y es que, tras

el anuncio hecho la pasada semana por el presidente de la Empresa Nacional de

Residuos (Enresa), Francisco Gil Ortega, sobre la intención de duplicar la

capacidad actual de El Cabril y construir otras 28 celdas de almacenamiento,

las reacciones no se han hecho esperar y recuerdan a las vividas en los años 80.

Promesas de empleo versus despoblación de la zona

Promesas de empleo versus despoblación de la zona

Las promesas

de empleo, entonces y ahora, vuelven a hacerse. Entorno a 1986, cuando Enresa

s e hizo cargo de las instalaciones de lo que era una antigua mina de uranio en la

zona y aparecieron las primeras intenciones de convertirla en el actual almacén

que alberga todos los residuos radiactivos de baja y media intensidad de

España, se dijo que se crearía una importante cantidad de empleo en la zona.

Pero la realidad fue que gran parte de 117 puestos de trabajo directos no fueron para

personas de la zona sino que vinieron de otros lugares.

Los años y la

realidad han respondido con una tasa de paro en la zona similar a la de su

entorno. Y, sin embargo, es precisamente otra vez el “caramelo” del empleo el

que utilizan algunas voces para apoyar la ampliación de El Cabril ahora

propuesta. Un ejemplo de ello son las palabras del presidente del PP en

Córdoba, José Antonio Nieto, que hablaba así sobre el almacén hace unos días: “Genera

empleo y recursos para los municipios del entorno“ decía.

Pero el empleo tocó techo

ya hace años en el entorno de El Cabril. El maná económico y de trabajo que les

prometieron a los cuatro municipios afectados – Hornachuelos, Fuente Obejuna,

Alanís y Las Navas de la Concepción- por albergar semejante infraestructura, no

ha tenido lugar. En total,

Enresa admite que generó en El Cabril 313 empleos directos, 117 en plantilla y 196

personas de contrata, entre técnicos, administrativos, gestión de sistemas y

prestación de diversos servicios. Según sus datos, la mayor parte de la plantilla

es de la zona: el 39% de Peñarroya, 17% de Hornachuelos, el 16% de Fuente

Obejuna, y el resto de otras poblaciones no directamente afectadas.

La despoblación de la zona es una de las

consecuencias que hablan de que El Cabril no resultó ser ningún motor económico

para la comarca. Y es que en Hornachuelos, Fuente Obejuna, Alanís y Las Navas

de la Concepción, el número de habitantes ha descendido sin parar, entonces y

ahora, desde la instalación del almacén de residuos entorno a un 15%, según

datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Desde la asociación ecologista de Hornachuelos,

Hornasol, lo tienen claro: “Desde que se construye El Cabril, Hornachuelos no

ha dejado de bajar en población, subir en desempleo y elevar la emigración, aún

cuando se prometieron centenares de empleo“.

“La renta per cápita en Hornachuelos no es mayor

que en otros pueblos de la zona“, argumenta José Larios, impulsor entonces de

las protestas contra El Cabril desde sus inicios y conocedor de toda la

historia del almacenamiento desde sus primeros años. “Y el índice de

despoblamiento es mayor que en su entorno. Ni ha atraído riqueza ni población“,

concluye.

Contraprestaciones económicas: entonces y ahora

Contraprestaciones económicas: entonces y ahora

En este particular “déjà vu”, las

contraprestaciones económicas a los ayuntamientos afectados juegan un papel

importante. En los tiempos de la instalación de El Cabril llegó a producirse en

1987 una huelga general en Hornachuelos secundada por otros municipios de la

comarca. Pero la inicial movilización de los pueblos contra el almacén se

respondió por parte de Enresa con un convenio que repartía entre los cuatro

ayuntamientos compensaciones económicas que rozan ahora los dos millones de

euros.

Durante años, eso hizo que se acallaran las

voces en contra de El Cabril desde estos cuatro ayuntamientos. Ahora, con el

anuncio de la ampliación del almacén, los cuatro alcaldes vuelven a pedir contra

prestaciones económicas, deterioradas últimamente por el cierre de la Fundación

Enresa que repartía ayudas de 400.000 euros a estos municipios. Los cuatro alcaldes, ahora,

piden una reunión con el ministro de Industria, José Manuel Soria, para que se

cumplan los convenios establecidos y que, si El Cabril se amplía, se compense económicamente

de nuevo a sus municipios.

Las movilizaciones contra El Cabril se repiten

Las movilizaciones contra El Cabril se repiten

Y desde luego, factor común en la historia de El

Cabril que se repite son las movilizaciones contra su instalación, primero, y contra

su ampliación, ahora. Si en los años 80 y parte de los 90 se produjeron

movilizaciones desde la Coordinadora Anticabril, con marchas a pie hasta el

almacén, cortes de la carretera de acceso al mismo o acampadas en su entorno,

ahora, la Asamblea Antinuclear de Córdoba prepara nuevas acciones, que

comienzan esta misma semana con una concentración ante la Subdelegación del

Gobierno en Córdoba y la recogida de firmas en contra de la ampliación de las

instalaciones.

José Larios, impulsor entonces y ahora, repite

la experiencia. Ha pasado más de treinta años de su vida en ese“dèjá vu” y,

por eso mismo, advierte que El Cabril no tenía ni tiene fecha de clausura: “Si

no hay otro almacén de sus características en toda España, ¿cómo van a pensar

en cerrarlo?“.

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