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Egipto deja en libertad al estudiante de la Universidad de Granada encarcelado hace dos años

Patrick ha vuelto a casa

Álvaro López

9 de diciembre de 2021 12:35 h

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Patrick Zaki ya no está en prisión. El joven activista egipcio de 30 años y estudiante de la Universidad de Granada, que fue encarcelado por Egipto el 7 de febrero de 2020, ha vuelto a casa después de una vista judicial en la que se le ha decretado libertad bajo fianza a la espera del juicio al que aún debe asistir el 1 de febrero del año que viene. No obstante, tras casi dos años en una cárcel egipcia acusado de “difundir noticias falsas” e “incitar a la violencia y a cometer delitos de terrorismo”, la presión internacional ha dado sus frutos para que Zaki haya podido regresar con su familia. Según oenegés como Amnistía Internacional, la realidad es que el joven fue encarcelado por publicar un post en Facebook crítico contra el presidente de Egipto, Abdelfatah Al-Sisi, que llegó al poder tras el golpe de Estado de 2013 contra Mohamed Morsi. Al-Sisi está acusado por instituciones y activistas de todo el mundo de violar derechos humanos.

Estudiante del Máster Erasmus Mundus en Estudios de las Mujeres y de Género (Gemma) de la UGR, cuenta con el apoyo de la institución académica granadina y de diferentes organismos internacionales. Desde que se viese privado de libertad provisionalmente a la espera de juicio en febrero de 2020, las muestras de respaldo y las campañas para que saliese de prisión han impedido que su encarcelamiento cayese en el olvido. Porque Patrick Zaki fue encarcelado cuando estaba de visita en su casa aprovechando un descanso de su periodo de estudios en la Universidad de Bolonia (Italia). Nada más pisar Egipto, según Amnistía Internacional, Zaki fue interrogado y retenido con los ojos vendados y recibiendo palizas y descargas eléctricas. Después, fue enviado a su casa para que recogiese sus enseres y posteriormente fue privado de libertad hasta el pasado 8 de diciembre, aunque aún no se ha celebrado el juicio que está pendiente.

Su caso recordó rápidamente al del italiano Giulio Regeni que en 2016 fue secuestrado y torturado hasta la muerte tras haber viajado a Egipto a hacer un trabajo sobre los sindicatos obreros del país. Como Patrick Zaki, Regeni también era activista y militaba en Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, la misma ONG que el joven estudiante de la UGR. Ante el temor de que Zaki corriese la misma suerte que Regeni, la comunidad internacional se volcó en su caso para evitar otro desenlace fatal. Así, el estudiante egipcio ha estado en prisión, pero nunca ha estado solo. El respaldo internacional ha sido abrumador, hasta el punto de que el Senado de Italia aprobó en abril concederle la ciudadanía italiana a Patrick para poder reclamar su libertad.

Presión internacional

Adelina Sánchez, coordinadora del máster Gemma que cursa Patrick Zaki y que ha estado en contacto a diario con la familia del estudiante, explica a elDiario.es Andalucía que el joven está “bien” y “muy agradecido” por las muestras de apoyo que ha recibido en todo este tiempo. “Necesita aún unos días para relajarse y luego valorar en qué situación está para hablar en público”. Patrick está intentando encajar emocionalmente lo que le ha tocado vivir. Al principio, estuvo hacinado en una celda compartida con más de treinta personas y gracias a la movilización logró estar encarcelado más cerca de su casa y en unas condiciones algo más dignas. Sin embargo, la huella que le está dejando este trance es imborrable. “Patrick lo pasó también muy mal porque es asmático y le tocó vivir la pandemia del coronavirus (que estalló solo un mes después de su detención) en esa situación”.

“Quién se iba a imaginar que un estudiante que vuelve a su casa para ver a su familia no iba a poder regresar. Pensábamos que iban a ser días y han sido 22 meses en la cárcel. Esto ha sido una pesadilla”. Aquella detención frenó sus estudios el máster que estaba cursando en Bolonia y que tenía que continuar al curso siguiente en Polonia. “Cuando todo esto acabe, quiere seguir estudiando”. Para ello, dado que es becado por la Comisión Europea, esta institución se ha puesto a disposición de Patrick y de la Universidad de Granada para ampliar su mecenazgo el tiempo que sea necesario. “Para nosotros ha sido muy importante ver cómo se ha comportado la Comisión Europea dando tanto apoyo”.

Por su parte, la Universidad de Granada “celebra” la puesta en libertad de Patrick Zaki: “La detención de Patrick Zaki se produjo por sus críticas al Gobierno de Egipto, que le acusó de difusión de ”noticias falsas e incitación a protestar“. Amnistía Internacional consideró arbitraria la detención del activista”. Desde el principio, la UGR se volcó con el caso exigiendo la liberación del joven, apoyando concentraciones que clamaban por su puesta en libertad. “El proceso judicial contra Zaki no ha terminado, por lo que desde la UGR se espera que el caso finalice con la absolución total del activista y sea liberado de todos los cargos lo antes posible para que pueda volver a la normalidad”, añade la institución académica.

Ahora, Patrick seguirá en su casa hasta el próximo 1 de febrero cuando está previsto que se celebre el juicio que debe resolver su futuro. Adelina Sánchez no se atreve a vaticinar qué pasará ese día, pero confía en que el joven no tenga que volver a prisión. “Estaba encarcelado por subir un post a Facebook”, recuerda. La presión internacional y la ausencia de pruebas juegan a favor de un estudiante y activista por los derechos humanos que lo único que quiere es que acabe la pesadilla en la que está desde que volviese a Egipto de visita en 2020. “Quiere volver a Europa a seguir estudiando”.

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