Medio ambiente
La Junta le da la razón a los ecologistas y frena un proyecto urbanístico que amenazaba un entorno natural protegido
El Centro turístico Collados de La Sagra en la Puebla de Don Fadrique no se ampliará. Así lo ha decidido la Junta de Andalucía tras recibir una batería de informes que ponen de relieve el peligro que supondría el proyecto. La Consejería de Sostenibilidad ha frenado la Autorización Ambiental Unificada (AAU) sobre todo porque dañaría un entorno natural protegido en la Red Natura 2000, calificado como Zona de Especial Conservación. De paso, la Junta le da la razón a los ecologistas que presentaron alegaciones al plan.
El proyecto de ampliación del Centro Turístico Collados de La Sagra ha estado envuelto en polémica desde el principio. Como el alojamiento rural que hay en estos momentos en Collados de La Sagra se ubica en la sierra de la que recibe el nombre, al norte de la provincia de Granada, los ecologistas siempre han alertado del efecto que tiene sobre el entorno. De ahí que la situación del medio natural que lo rodea sea básica para entender por qué la simple existencia del actual complejo ya es preocupante. Ubicado en una zona incluida en la Red Natura 2000, la empresa promotora, Vive Collados S.L., pretendía ampliar el centro turístico creando uno nuevo y derribando las edificaciones actuales.
Esta idea choca frontalmente con la conservación del entorno natural en el que está situado este establecimiento para turistas. Entre otras cuestiones porque los promotores querían que la extensión de su negocio pasara de tener 3 hectáreas a superar las 16. Derribando con ello el hotel que existe actualmente y construyendo un centro multiusos junto con 38 “geocabañas”, un planetario, un telescopio y un centro de visitantes, según el dossier que Vive Collados S.L. presentó a la Junta de Andalucía para recibir la AAU.
Sin embargo, en el propio documento remitido por la promotora se reconoce que las construcciones pueden tener efectos negativos sobre el paisaje y en concreto sobre la fauna, un hecho que para Ecologistas en Acción ya evidencia el “despropósito” de la iniciativa para ampliar el centro turístico. Y no solo por afectar a elementos de la naturaleza, sino porque al pertenecer a la Red Natura 2000 las obras deberían tener un “interés público” y una “utilidad social” que no se aprecia en este caso al tratarse de un negocio privado.
Además, tampoco es la primera vez que se intenta ampliar la zona de explotación comercial por parte de los dueños de este alojamiento rural. En 2007 hubo otro amago que también frenó la Junta de Andalucía. En aquella ocasión el proyecto presentado se parecía en gran medida al que acaba de ser rechazado, con la diferencia de que la extensión prevista para el centro turístico era sensiblemente menor. En lugar de las 16 hectáreas que se pedían en este caso, en 2007 se solicitaba autorización para 10. No obstante, el Ejecutivo regional tampoco dio su visto bueno.
Incompatibilidades legales
Ahora, según la resolución emitida por la Consejería de Sostenibilidad para declinar la AAU, y a la que ha tenido acceso este medio, hay varios informes de diferentes departamentos que rechazan el proyecto de ampliación. “El entono natural del complejo turístico es un lugar de alto valor ecológico con abundante presencia de fauna silvestre. la mayoría de las especies están calificadas como especialmente protegidas. Presentando dos especies catalogadas como en peligro de extinción, cinco catalogadas como vulnerables y al menos doce especies incluidas en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (Ley 8/2003 de flora y fauna silvestre y el Decreto 23/2012, de 14 de febrero, por el que se regula la conservación y el uso sostenible de la flora y la fauna silvestres y sus hábitats)”.
“Las parcela donde se proyecta ejecutar la ampliación del complejo turístico y el entono afectado por las diversa infraestructuras de caminos, líneas eléctricas, captaciones de aguas y vertidos, presenta una flora y vegetación singular donde destaca la presencia de un endemismo subbético calificado como en peligro por la Lista Roja de la flora Vascular de Andalucía”, señala Sostenibilidad en el documento en el que niega la AAU. Además, como es un espacio de la Red Natura 2000 la ampliación también es incompatible con la Ley 2/1992 Forestal de Andalucía porque no se garantiza el cuidado de la ecología de la zona.
A pesar de los informes negativos, la promotora presentó un nuevo dossier en noviembre de 2021 en el que añadía una serie de modificaciones orientadas a hacer posible la AAU. En el mismo se detalla una disminución de los efectos sobre la flora y la fauna de La Sagra, pero insuficiente para ser aprobado. El Departamento[o de Geodiversidad y Biodiversidad perteneciente al Servicio de Gestión del Medio Natural remite un informe en el que lo deja claro: “Para que la actuación sea viable se debe presentar nuevo proyecto donde se reduzca la magnitud de la ampliación, se eliminen los graves impactos sobre el medio natural y se planteen medidas preventivas, correctoras y compensatorias del medio natural, todo ello documentado en memoria y planos y con un presupuesto y cronograma de las medidas correctoras y compensatorias, para que se pueda realizar una nueva evaluación de afecciones sobre el medio natural”.
Por todo ello y pese al interés de los promotores, el centro turístico no podrá ser ampliado al no contar con la autorización pertinente, aunque estos aún pueden interponer un recurso de alzada para seguir adelante. No obstante, la noticia ha sido recibida con felicidad por parte de Ecologistas en Acción quienes advirtieron desde el primer momento de la gravedad para el entorno que tenía el proyecto. Rafael Rodríguez, uno de los portavoces ecologistas en este tema, aplaude el trabajo de los técnicos de la Junta de Andalucía: “Nuestras alegaciones iban en la misma línea, pero las conclusiones de los técnicos son demoledoras. Se puede decir que han acabado dando la razón a Ecologistas en Acción”.
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