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Los ecologistas se oponen a un proyecto urbanístico del norte de la provincia de Granada porque daña un entorno natural protegido

Los promotores quieren ocupar 16 hectáreas de terreno

Álvaro López

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El proyecto de ampliación del Centro turístico Collados de La Sagra en la Puebla de Don Fabrique, al norte de la provincia de Granada, se ha encontrado con la oposición de Ecologistas en Acción que quieren frenarlo a toda costa. Antes de que la Junta de Andalucía haya dado el visto bueno para que se prueben los planes de construcción, han presentado alegaciones porque consideran que la empresa promotora dañaría el entorno natural de la zona, protegido dentro de la Red Natura 2000, aunque los promotores lo niegan y dicen que quieren velar por el ecosistema.

Vive Collados S.L., la entidad propietaria del centro turístico que se quiere ampliar, perteneciente al Grupo Orenes, presentó a mediados de febrero un expediente en el que justifica sus planes en Collados de La Sagra. El documento, al que ha tenido acceso este diario, desarrolla a lo largo de más de 50 páginas los motivos por los que debe ampliarse una construcción que ya existe. Partiendo de la base de que se pretende “mejorar” y “ampliar” la oferta turística del hotel que existe actualmente en esta ubicación, Vive Collados dice cuidar el posible impacto que puede tener el proyecto en el paisaje, aunque reconoce que la fauna será uno de los elementos que se vea más afectados.

Para Ecologistas en Acción, el dossier que presenta la promotora de las obras es un despropósito que afecta al entorno natural de Collados de la Sagra. Los planes pasan por derribar lo que ya existe y aumentar las hectáreas que ocupa el recinto actual. En lugar de un hotel, se construiría un centro multiusos junto con 38 “geocabañas”, un planetario, un telescopio, un centro de visitantes y el resto de infraestructuras que son necesarias para que todo pueda funcionar. En total, 16 hectáreas de construcciones que multiplicarían por cinco veces el espacio que está ocupado hoy en día, que apenas llega a las 3 hectáreas de terreno.

Interés público o privado

En el escrito de alegaciones que los ecologistas han presentado ante la Delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, señalan más de diez incompatibilidades que han encontrado entre el proyecto y la protección del lugar. En primer lugar, consideran que la ampliación no es más que “una operación especulativa dirigida a personas de alto standing a costa de un patrimonio natural de todos los ciudadanos”. Dicen que Vive Collados no puede justificar las obras para “responder a las demandas de alojamiento procedente del extranjero”, si ni siquiera aporta números que avalen esa “supuesta altísima ocupación”.

Además, en Ecologistas en Acción ponen especial énfasis en que las fincas que se verían afectadas por el crecimiento del Centro turístico de Collados de La Sagra son un entorno natural que está protegido como espacio de la Red Natura 2000. Eso supone que todas las obras que se hagan en lugares que estén dentro de ese catálogo deban cumplir normas ambientales muy estrictas que son superiores a las urbanísticas. Al respecto, los ecologistas recuerdan que el Tribunal Constitucional ya se ha pronunciado en otras ocasiones recordando que, en suelo no urbanizable por estar protegido, como sería este caso, la regla general es que se preserve.

Por otro lado, recuerdan los ecologistas en sus alegaciones, según la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) para construirse en suelo no urbanizable de especial protección debe tratarse de una obra de interés público y utilidad social, que debe justificarse y fundamentarse. “Por lo tanto, teniendo en cuenta todo lo anterior, no creemos que un negocio privado, que va a suponer una merma en los valores ambientales de la zona, se pueda considerar como de interés público o de utilidad social”. Tampoco amparan el proyecto porque pone en peligro a la flora y fauna del lugar que además es Zona de Especial Conservación (ZEC).

Temor por la flora y la fauna

En ese entorno hay todo tipo de plantas, árboles y matorrales que están catalogados como protegidos y que corren peligro por la construcción de las citadas geocabañas y los caminos de acceso. Los ecologistas utilizan los planos que aporta Vive Collados para asegurar que “se observa claramente en su diseño que serán caminos que definitivamente quedarán para paso de vehículos, por así requerirlo el mantenimiento y uso de las construcciones previstas, por tanto, cuando se indica la superficie total a construir y transformar habría que incluir esa red de caminos que el proyecto omite como tal”.

En cuanto a los animales que viven en ese entorno natural, los ecologistas también se muestran preocupados. “La zona donde se ubica el complejo turístico cuenta con la presencia de un elevado número de especies de fauna relevante pertenecientes a los diversos grupos taxonómicos (aves, mamíferos, peces, anfibios, reptiles e invertebrados)”. Animales que se verían afectados por las obras en varios aspectos, también en cuanto a su acceso a los recursos naturales. Sin ir más lejos, denuncian en Ecologistas en Acción, el proyecto pretende captar agua del río Bravatas, que pasa junto al complejo, lo que lo pone en peligro porque ya suele sufrir de sequías en verano.

Con todo, este proyecto no es del todo nuevo. Ya en 2007 hubo otro intento de ampliación que frenó la Junta de Andalucía. Entonces, los propietarios del complejo querían aumentar las edificaciones y ocupar 10 hectáreas en lugar de las 3 que ocupan ahora. La construcción que se quería hacer era muy similar a la de ahora, pero incluso más pequeña que la que proyecta Vive Collados en 2021. “Las razones que sirvieron en 2007 para rechazar este proyecto deben de ser similares en las condiciones actuales, ya que son dos proyectos idénticos en el mismo sitio separados temporalmente por 14 años”, sentencian los ecologistas.

A largo plazo

Fuentes de la Delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía confirman que han recibido el proyecto de parte de Vive Collados y que se le están pidiendo informes a todas las delegaciones sobre cómo puede afectar la ampliación. Una vez estén todos disponibles, se elaborará una Autorización Ambiental Unificada (AAU) que decidirá si el plan se puede llevar a cabo. Una AAU para la que aún hay que esperar ya que puede demorarse en el tiempo.

Por otro lado, este medio se ha puesto en contacto con el Grupo Orenes al que pertenece la promotora Vive Collados para saber más acerca de la ampliación del complejo turístico y su versión sobre las alegaciones de los ecologistas. La entidad reconoce que “este proyecto actualmente no se desarrollará al ritmo previsto”, que se han iniciado contactos con todos los organismos públicos necesarios y que se está trabajando con ellos, aunque no se espera que la ampliación se ejecute a corto plazo.

Las fuentes consultadas dicen haber redactado un dossier que trata de ser sostenible con el medio en el que se encuentra. A su vez, aseguran que harán “las adaptaciones oportunas si son necesarias, para seguir protegiendo el ecosistema y minimizar cualquier impacto ambiental, porque esa es una de las prioridades, como lo es fomentar el empleo en esa zona, colaborar en frenar la despoblación y poner en valor el entorno rural como un motor de crecimiento y oportunidades”.

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