Las obras ferroviarias lastran el AVE de Granada a Madrid retrasando el viaje hasta casi las cuatro horas
“Últimamente prefiero coger un avión antes que un tren porque tardo demasiado en llegar a Madrid y, si encima ahora es más lento, no sé si volveré a coger el AVE”, confiesa Ana, una viajera que hace habitualmente el recorrido desde Granada a la capital de España en tren. Ella es una de los miles de pasajeros que, desde esta semana, han podido comprobar que viajar entre las dos ciudades es más lento de lo que lo era hasta el pasado domingo. Las obras de renovación de la línea férrea entre Sevilla y Madrid han obligado a Renfe a reorganizar el tráfico y ralentizar varias conexiones, entre ellas la granadina con tierras madrileñas.
En Renfe recuerdan que los horarios y las obras no dependen de la compañía, sino de la infraestructura ferroviaria y, en este caso concreto, de los trabajos de Adif. No obstante, desde que el AVE entre Granada y Madrid se estrenase en junio de 2019, la conexión se ha ralentizado en media hora y está más próxima en tiempo a la conexión que había antes de la Alta Velocidad cuando los trenes Altaria recorrían esa ruta en cuatro horas y media. Ahora, con los nuevos horarios que establece Renfe, los casi 580 kilómetros de distancia se recorren, como mínimo, en tres horas y treinta y seis minutos. Unos siete minutos más lento que hasta el pasado domingo. Eso sí, los trenes que van en sentido contrario mantienen sus horarios, siendo el más corto de tres horas y treinta y un minutos.
Fuentes de Adif explican a elDiario.es Andalucía que parte la lentitud se explica porque en Antequera-Santa Ana, los trenes que llegan desde Granada han de acoplarse a los de Málaga porque Renfe aprovecha la línea para conectar las rutas malagueñas y granadinas con la capital de España en un mismo trayecto. “Se trata de un acoplamiento laborioso que requiere de varios minutos”. Así, tras una inversión de 1.675 millones de euros y cuatro años sin trenes, Granada tiene una conexión ferroviaria de Alta Velocidad que apenas compite con el vehículo privado.
Actualmente, la ruta con la capital de España se demora en tres horas y treinta y seis minutos en su trayecto más corto y llega hasta casi las tres horas y cincuenta minutos en las otras dos frecuencias diarias que hay. “Tardo lo mismo que en coche, pero sigo cogiendo el AVE porque al menos me deja en Atocha y no tengo que buscar aparcamiento”, explica Manuel, un granadino que habitualmente hace la ruta por compromisos profesionales. “Pero si siguen yendo tan lentos, al final acabaré cogiendo mi vehículo porque sale más barato que un billete de AVE”, afirma. El billete, por trayecto, ronda de media los 60 euros.
Pero este viajero no es el único que opina así. El ir y venir de turistas entre las estaciones de Andaluces, en Granada, y Atocha, en Madrid, deja clara una evidencia: casi nadie percibe que viajan en Alta Velocidad y algunos comparan lo que se demora ese trayecto con lo que lo hace el mismo, por ejemplo, entre Málaga y Madrid. Ambas conexiones recorren una distancia kilométrica similar, pero en el caso malagueño la ruta se cubre en apenas tres horas de media, mientras que en el tramo granadino se está más próximo a las cuatro horas de tardanza.
Al mismo tiempo, las obras de la red entre Sevilla y Madrid, afectan también a las conexiones ferroviarias con Málaga, Sevilla y Barcelona. De todas ellas, tan sólo mejora su tardanza el tren que va hasta la Ciudad Condal, que acorta su recorrido en tres minutos (seis horas y diecinueve minutos en total). En el caso de Málaga, cuya conexión directa se estrenó hace menos de dos años, los trenes tardarán cuatro minutos más y con Sevilla la demora será de unos cinco minutos de media más de espera para conectar a la Giralda con la Alhambra.
Problemas añadidos
Lo cierto es que la línea ferroviaria entre Granada y Madrid aún no está terminada. Pese a que las obras se demoraron más de una década. Los primeros trabajos comenzaron en 2007 y los trenes no comenzaron a circular hasta junio de 2019. En ese periodo de tiempo se enterró el proyecto de la variante de Loja, que es vital para que los trenes de Alta Velocidad puedan circular haciendo honor a dicho adjetivo. Dicho trazado quedó descartado por el Ministerio de Fomento en 2013 y no se retomó hasta que en 2019 empezaron las obras del primer tramo.
En 2023 el Ministerio de Transportes avanzó en la licitación de dos de los tres tramos restantes que han de resolver el “cuello de botella” que es Loja para el transporte ferroviario granadino. La variante tendrá una inversión aproximada de 500 millones de euros y deberá estar lista para 2030, fecha en la que los trenes AVE podrán pasar por este punto sin tener que disminuir la velocidad comercial hasta los 40 kilómetros por hora a los que pasan por alguno de los tramos. Una obra clave para mejorar el panorama ferroviario de Granada y que afectará a 19 kilómetros del recorrido total con Madrid.
Mientras ese momento llega, la realidad es que viajar entre la capital de España y la ciudad de la Alhambra en tren seguirá tardando casi igual que en coche -sin paradas- hasta 2026, fecha en la que está previsto que finalicen las obras de renovación del trazado entre Madrid y Sevilla, aunque desde Renfe matizan que los horarios pueden variar, fuentes ferroviarias indican que es poco probable que bajen de la media actual de demora. Hasta entonces, viajeros como Julio, que no puede conducir y necesita un medio de transporte que no sea un vehículo privado para desplazarse hasta Madrid donde viven sus hijos, seguirán lamentando la falta de competitividad de la línea: “El tren es muy cómodo y sólo por eso merece la pena, porque si es por tiempo y por precio no lo cogería nadie”.
Por su parte, las instituciones granadinas lamentan que el AVE vuelva a ralentizar su paso y que no haya una solución a corto plazo que mejore el panorama. La Diputación provincial lamenta que, con estas modificaciones, “Granada siempre salga perdiendo”. Además, sigue en el horizonte la posibilidad de que Granada estrene una cuarta conexión diaria con Madrid, que se haría conjunta con Almería utilizando un tren Alvia que conectaría a las tres capitales entre sí. Algo de lo que aún no hay noticias por parte de Renfe.
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