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Todos los grupos del Parlamento menos Vox piden investigar un “acto vandálico” al busto de Blas Infante con una pegatina

Imagen de la pegatina tras el busto de Blas Infante en el patio del Parlamento andaluz.

Daniel Cela

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Mientras en el Pleno del Parlamento andaluz comparecía la consejera de Salud, Catalina García, para explicar las listas de espera publicadas por su departamento con un retraso de año y medio -un millón de andaluces pendientes de una operación o una cita con el especialista-, se abrió una inesperada polémica en el patio de la Cámara, a unos metros de allí.

Alguien vio una pegatina en la parte trasera del busto de Blas Infante que está ubicado junto a la puerta del salón de plenos. La pegatina reproducía una bandera andaluza, y sobre ella escrito en árabe el lema de la dinastía nazarí, la última del reino de Granada, la de Boabdil el Chico, la decoración epigráfica que aparece en casi todos los muros de la Alhambra, y en muchas casas privadas: “No hay más vencedor que Allah”, reza la Gáliba nazarí. Y junto a ella, se lee: “Subcampeones 1492”, referencia a la fecha de la conquista del reino de Granada por los Reyes Católicos y la expulsión de los árabes.

El grupo mixto Adelante Andalucía, con dos diputados, fue el primero en denunciar esta pegatina y la “vandalización” del busto del “padre de la patria andaluza”, reconocido así en el Estatuto de Autonomía. Los andalucistas advirtieron enseguida que esa misma pegatina es usada por grupos ultraderechistas cada 2 de enero, en la conmemoración de la toma de Granada de los Reyes Católicos. “Es una pegatina nazi, de carácter ultraderechista”, advirtieron, exigiendo su retirada inmediata e instando a la Mesa del Parlamento a revisar las cámaras de seguridad del patio y abrir una investigación formal.

Los servicios de la Cámara despegaron enseguida la pegatina, pero la polémica contagió al resto de formaciones políticas, que se apresuraron a sumarse a la denuncia y a la solicitud de una investigación. Por Andalucía, la coalición ligada a Sumar, PSOE y PP también han denunciado la “vandalización” o el “acto vandálico” del busto de Blas Infante. Vox es el único que se ha mantenido al margen, aunque algunos de sus diputados se mofaron de la polémica en redes sociales. El parlamentario ultra por Sevilla, Javier Cortés, incluso copió la imagen de la pegatina y la reprodujo en su perfil de la red social X (antes Twitter): “Libertad de expresión ya está bien de arrodillarse ante los progres de izquierdas o derechas”, dejó escrito.

El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, sugirió que el responsable de colocar la pegatina fuera alguna persona ligada a Vox, sin mencionarlo explícitamente: “Espero que no haya sido obra de ningún miembro o ningún invitado de un grupo parlamentario, porque sería ya una auténtica barbaridad”. García insistió en que el mensaje de la pegatina resulta “ofensiva a la memoria andaluza que representa el legado de Blas Infante en la sede de la soberanía andaluza y que está recogido en nuestro Estatuto de Autonomía”.

El Parlamento andaluz cuenta con seguridad privada y vigilantes en su interior, aunque nadie se percató de la existencia de esa pegatina. Ni siquiera sabían si se había colocado este miércoles o si llevaba algún tiempo, ya que esta semana la Cámara ha tenido actividad habitual, y suele recibir invitados. Una cámara de vigilancia graba los movimientos en los aledaños del salón de plenos, donde se ubica el busto de Blas Infante, y los servicios de seguridad empezaron ya por la tarde a revisar esas imágenes.

Este periódico ha consultado con varios profesores de historia árabe y conocedores del Islam, que minimizan la importancia del mensaje que reproduce la pegatina. “No es ofensiva, es una broma. Era una pintada que apareció en Granada y alguien la hizo pegatina: Vencedor, la cristiandad; subcampeón, el Islam. Es gracioso, no es ofensivo”, aseguran.

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