Sequía

El obispo de Huelva pide que se rece para “implorar el don de la lluvia”

El obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, en una carta firmada con fecha 26 de abril, ha pedido que se lleve a cabo el rezo de todos los católicos para “implorar el don de la lluvia”, en el marco de una misiva que resalta los “diversos perjuicios que trae consigo la sequía que estamos padeciendo”.

Lo ha pedido en una carta pública difundida este jueves, en la que señala que “cuando los problemas sobrevenidos por esta sequía nos agobian, además de recordar el compromiso de cuidar la casa común de la tierra, tradicionalmente la Iglesia ha acudido al Señor, implorando el don de la lluvia”.

“La lglesia no puede ser, no es indiferente, a todos los problemas que trae aparejados la falta de lluvia”, recuerda el Obispo, que cita al papa Francisco para señalar que “tenía presente esta escasez de agua, cuando en su encíclica Laudato decía: 'El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e industriales. La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término'”.

Otras iniciativas similares

Las iniciativas en este sentido se repiten por varios puntos de Andalucía aunque, por ahora, son pocas las procesiones de santos o vírgenes que se han convocado. Sí hay una prevista, la de San Eutropio, patrón de Paradas (Sevilla) y titular de su iglesia parroquial, que saldrá a la calle el próximo 1 de mayo en rogativa por la lluvia.

Será a partir de las 11.30 aproximadamente. No hay hora fijada, pero sí se ha comunicado que será tras la misa de 11.00 horas.

De esta forma, los vecinos de la localidad quieren pedir que llueva, con una rogativa contemplada en los cultos de la Iglesia Católica.

Las rogativas

Rogativas son las oraciones públicas hechas a Dios para conseguir remedio en una grave necesidad. Generalmente, consistían en procesiones que se hacían dentro o fuera del templo con carácter de penitencia y propiciación para la agricultura, acompañadas del rezo de letanías.

Litúrgicamente, fueron establecidas por la Iglesia para ser rezadas o cantadas en ciertas procesiones, probablemente en el siglo IV, aunque no se fijaron las fechas de su celebración hasta el pontificado de San Gregorio Magno en el año 590.