José Carlos Somoza: “No hay mayor cárcel que nuestro cerebro”
Misterio, suspense y culpa. 'El signo de los diez' (Espasa) sitúa al lector en la Inglaterra de 1882 con una trama donde la crueldad y el vicio son protagonistas. En ella aparece la figura de Lewis Carroll, creador de 'Alicia en el País de las Maravillas'. Somoza cuenta la historia del Señor X y de Anne, la narradora. En una entrevista vía Zoom, que recuerda a los estragos causados por la pandemia, el autor cuenta los misterios de esta segunda obra.
Afirma que es una persona muy obsesiva y que tiene la manía por las gomas de borrar. A pesar de no escribir nunca a lápiz, Somoza afirma que sin ellas no puede escribir y “compro cajas enteras”. El segundo libro de la trilogía viene tras varias reformas porque se iba a entregar tras el lanzamiento del primer capitulo, 'Estudio en negro', pero la Covid-19 “retrasó todo”. “Creo que no me benefició ni me perjudicó, pero si me hizo darle muchas vuelta a la segunda parte”, ha sentenciado Somoza.
Segundo capítulo de la trilogía. Definió el primero como una precuela, ¿cómo definiría este?
Bueno, aunque en efecto es una segunda entrega de la historia, pero se puede leer como un libro independiente. Fue una cuestión a la que me dediqué exhaustivamente. A mí como lector no me gusta estar dependiendo de libros anteriores. Entonces, en este libro está todo lo que necesita el lector saber para leerlo y terminarlo. Al mismo tiempo es una continuación de la historia que comenzó en 'Estudio en Negro' y es una historia particular de algo que sucede en una clínica mental, al sur de Portsmouth. El misterioso paciente señor X, que ya vimos en 'Estudio en Negro', atendido por la misma enfermera, Anne.
¿El título y la portada es un guiño a Conan Doyle y su personaje? ¿Por qué elegir la figura de Lewis Carroll?
Sí. Hay un nuevo saludo a Sherlock Holmes porque ya en 'Estudio en Negro' hubo un primer encuentro con la paráfrasis del título 'Estudio en Escarlata' . Este libro, 'El signo de los diez' está basado en el “Signo de los Cuatro”. Sí que es cierto que estaba deseando introducir a Lewis Carroll de alguna forma en este mundo. Un mundo en el que intervienen teatros extraños, niñas extrañas y tiempos victorianos; por tanto, nos damos de bruces con Lewis Carroll , siendo uno de los grandes protagonistas de la novela.
Tuve que leer las obras de Florence Nightingale, gran enfermera victoriana que fue premiada por la Reina por su actuación extraordinaria en la guerra de Crimea cuidando enfermos
La figura de la mujer y la figura de Anne... ¿se ha inspirado en alguna figura importante?
No, Anne no está inspirada en ninguna persona importante. Es verdad que cuando cree a Anne, hace ya varios años, tuve que leer las obras de Florence Nightingale, gran enfermera victoriana que fue premiada por la Reina por su actuación extraordinaria en la guerra de Crimea cuidando enfermos. Tuve que leer sus obras para empaparme un poco de lo que era el trabajo de la enfermera en aquella época.
¿Piensa que las mujeres tienen que ser más protagonistas en nuestra sociedad y en nuestro día a día?
Llevo 8 ó 9 novelas escritas mucho antes de la cuestión y de la movida de la mujer como figura importante en todos los aspectos. Me preguntaban por qué poner a una mujer como protagonista como si fuera lo más raro del mundo, pero es que una de mis más famosas novelas se llama 'Clara y la penumbra' y ella es la protagonista. Hay muchas diferencias culturales y creo que la dificultad de crear un personaje no está en su género; lo que cuesta es crear un personaje que no seas tú. Si te pones a rastrear un poco encuentras de todo, desde mujeres soldado hasta hombres amos de casa.
La época victoriana es la que se desarrolla en esta trilogía ¿qué le atrae de este momento histórico?
Me había planteado hacer una trilogía y es verdad que de la época victoriana no había escrito nada. Llevo escribiendo desde hace 20 años y he escrito novela histórica como 'La Caverna de las Ideas', novela desarrollada en la Grecia clásica. Y me atrae mucho esta época (la victoriana) porque de ahí procede la mayor parte de la literatura que nos gusta, en el siglo XIX nació realmente la novela moderna.
¿Ve similitudes con la sociedad actual?
Yo creo que sí, porque estamos viviendo un nuevo período de autocensura, de tabúes, de rígidas costumbres morales que vienen de una censura social muy similar a la de la época victoriana, pero ahora tenemos redes sociales. Ahora son miles de personas las que dictan lo que está bien o no.
Nuestra conducta, nuestra forma de movernos y vestirnos forma una especie de gran teatro y, como dijo Shakespeare, los hombres y mujeres somos meros actores
El libro muestra los capítulos como si fueran actos de una obra teatral, algo que ya hizo en 'Estudio en Negro'. ¿Qué influencia tiene el teatro en este libro y en la trilogía?
Pues mucha, muchísima. Ya escribí 'El Cebo', una novela que estaba desarrollada en la época actual y de la que no descarto alguna continuación con el mismo personaje. En ella habló del teatro como capacidad de un teatro especial, una especie de teatro mental. Y en esta novela narro el teatro en un momento histórico distinto. El Señor X se enfrenta al Grupo de los 10, un grupo que maneja el teatro como nunca, hace representaciones que influyen en la mente como si fueran actos de hipnotismo.
Esa idea me ha gustado siempre porque no sabemos exactamente cuáles son nuestras influencias. Nuestra conducta, nuestra forma de movernos y vestirnos forma una especie de gran teatro y, como dijo Shakespeare, los hombres y mujeres somos meros actores. Parto de la premisa de que nos influimos mutuamente, influyendo e imitando conductas que a veces van en contra de nuestra voluntad.
Se va mostrando un teatro escondido y a la vez prohibido, además de la búsqueda constante de placeres prohibidos y de secretismo, ¿tiene algún significado? ¿Qué tipo de mensaje quiere transmitir?
Yo creo que nos movemos por impulsos, aunque creemos hacerlo racionalmente. Los impulsos se podrían controlar y es lo que quiero mostrar dentro de la novela. No hay nada que nos importe más que la felicidad que, a fin de cuentas, es uno de los pseudónimos del placer. Lo que da placer es más importante que lo que da dolor. En mi novela, el placer es lo más importante de todo y cuando dan o te pueden dar placer, uno puede hacer cualquier cosa por conseguirlo.
De nuevo, el libro nos sitúa en Claredon House, ¿considera que el mundo es una representación de este lugar?
Bueno, ¿por qué no?. Desarrollar novelas en una clínica tiene su interés. Me gustan más las novelas que se desarrollan en clínicas que en cárceles. Yo creo que sí puede tener similitudes.
¿Estar loco es un problema?
Creo que es una pregunta que no puede responder nadie. Si definimos la locura de forma científica y clínica se puede resumir en la pérdida del juicio. Si la definimos de una forma más quijotesca, esa forma de apartarnos de la realidad hace que observemos lo extraña y profunda que puede llegar a ser. La vida no se define por sota, caballo y rey.
El pánico y el miedo se apoderan de los personajes del libro, ¿había mucho debate en la época acerca sobre la salud mental? ¿Cree que se le tiene que dar más importancia en la actualidad?
Si, yo creo que vivimos en una rueda y que todo acaba volviendo. Cuando tienes la suficiente edad te das cuenta de que todo comienza de nuevo. La antipsiquiatría y la movida hippie estuvo muy de moda en los años 60. Se creía que las drogas podían abrir paso a otros mundos. Yo creo que no dejarán de volver estos temas a nuestra sociedad. Aún no entendemos la enfermedad mental porque está desarrollada en el órgano con el que encajamos todo, el cerebro. Hace falta y es necesario que esté encima de la mesa, hacen falta infraestructuras y una labor social importante. No hay mayor cárcel que nuestro cerebro.
A día de hoy vivimos en una dictadura de las redes sociales y las víctimas más obvias son los jóvenes
¿Crees que el miedo es el motor de la vida?
Yo creo que el miedo está en un segundo escalón donde el primer lugar lo ocupa el placer. El placer supera al miedo. El miedo no es ni más ni menos que una especie de temor a la pérdida del placer. Ambos están conectados.
El uso de las pseudociencias y las hipnosis comenzaron en aquella época, ¿qué opinión tiene al respecto?
A la ciencia yo siempre la llamo “la forense” porque llega después de todo, mira hacía atrás y define lo sucedido. Hace sus predicciones, pero hay veces que se puede equivocar. Por otro lado, hay veces que te leen la mano o sueñas con algo mientras duermes y se cumple. Creer en eso a ciegas lo veo absurdo, pero no tener ninguna duda también es absurdo.
¿Piensa que nos han dormido como sociedad, nos han hipnotizado?
A día de hoy vivimos en una dictadura de las redes sociales y las víctimas más obvias son los jóvenes. Un mundo dominado por los 'likes'.
Si quisiéramos escribir para pantallas nos haríamos guionistas. Escribimos porque pensamos que la literatura puede decir algo que la pantalla no
¿Le gustaría que esta trilogía se convirtiera en una serie?
Sí, yo creo que la novela y los personajes tienen mucha vida. La narradora y el señor X tienen una voz muy particular. Creo que la idea de que el creador de Sherlock Holmes se inspire en un paciente para crear al personaje me parece interesante. Además, la historia se desarrolla en el mismo lugar, lo que haría ahorrar costes de producción.
¿Es la aspiración de los autores actuales?
Creo que no. Si quisiéramos escribir para pantallas nos haríamos guionistas. Escribimos porque pensamos que la literatura puede decir algo que la pantalla no. No creo que nuestro interés fundamental sea la pantalla.
¿Ya tiene escrito el final?
No, no lo tengo. Los finales no suelo escribirlos porque los personajes me lo van diciendo. Yo creo que no es bueno escribir el final y aunque hay que tener una idea del mismo, de qué puede pasar, hay que dejar que los personajes actúen, intervengan y cuenten qué es lo que quieren y lo que no. Unos quieren marcharse cuanto antes, otros quieren aferrarse a la vida. Debes dejar que ellos sean los que decidan. En el 'Signo de los Diez' no me imagine un final así, para mí fue todo una sorpresa.
¿Tiene en mente otros trabajos?
Sí, me he querido librar un poco de la de la época victoriana y entre medias he escrito otra novela que he terminado ya que se ubica en la época moderna; y ahora estoy metido en otra novela. También me tienta mucho el terror desde el punto de vista del terror puro. Lo dejé desde 'La Dama Número 13', quizá también 'Zigzag', pero me tienta de nuevo introducirme en el terror porque se hacen muy pocas novelas de este tipo y sobre todo, se hacen muy pocas que sean buenas. La invasión de la novela negra ha sido tan grande que la novela de terror parece casi olvidada. Todavía hay amantes del terror en España y en el mundo y yo quisiera regresar un poco a este género, no con una continuación de la Dama Número 13, pero sí a una novela de terror puro.
Me gustaría publicar un libro de ayuda a los escritores basándome en las obras de Shakespeare, porque ya he dado cursos acerca de esto y me parece que podría ser muy interesante
¿Habrá una segunda trilogía?
Una y no más, Santo Tomás. Ya he hecho la prueba y no soy escritor de estar guardando los personajes. Esto me ocurrió porque me gustaron los personajes, es decir, la figura de Anne me sedujo y me llevó por todos estos sitios y toda esta trilogía. No soy escritor de trilogía, soy escritor de cambiar de una novela a otra, a veces para mal, porque son novelas muy distintas entre sí. Tengo ambiciones de querer escribir sobre lo que me apetece y entonces la trilogía, lógicamente, me ha movido y empujado mucho a escribir sobre unos determinados personajes.
Siendo su autor favorito, ¿la próxima obra tratará de Shakespeare?
Tenía pensado escribir mi próxima novela histórica en la época de Shakespeare, o sea en la época renacentista inglesa. Lo conozco muy bien. Leo muchísimo sobre el renacimiento inglés y sobre la época isabelina. Me gustaría desarrollar una novela, al estilo crossover, inspirada en esta cuestión del teatro que produce cosas. Cómo Shakespeare conoció y se introdujo dentro de todo esto. La idea que tengo para una novela histórica creo que la haré.
No olvido realizar algo de no ficción, algo que no he hecho nunca. Me gustaría publicar un libro de ayuda a los escritores basándome en las obras de Shakespeare, porque ya he dado cursos acerca de esto y me parece que podría ser muy interesante; es un escritor vivo que tiene muchas cosas que decir a los escritores de hoy.
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