Andalucía se escribe en género negro

Corrupción en las altas esferas del poder, detectives espiando a políticos, empresarios sobornados, comprometedores correos que tambalean los cimientos de una monarquía, cocaína a raudales en un entramado de pago de favores… Ingredientes de la realidad más inmediata para nutrir decenas de futuras novelas negras, un género al que el Centro Andaluz de las Letras (CAL) dedica todo este mes con encuentros, mesas redondas, homenajes y presentaciones en las ocho capitales de provincia, además de en Marbella, Sanlúcar de Barrameda y Algeciras.

Porque aunque el fenómeno comenzó ya hace un siglo con Conan Doyle y su Sherlock Holmes, ha resurgido de la mano de los suecos como Henning Mankell y Stieg Larsson. Andalucía cuenta con algunos de los autores más influyentes de un género que pisa los talones a la novela histórica como lo más demandado. Lo explica Juan José Téllez, director del CAL, que admite que la actualidad en nuestro país invita más que nunca a hablar de novela negra: “Es un género que mueve resortes con los que muchos lectores se sienten identificados, y además es una de las mejores maneras para descubrir el lado oscuro de la democracia y la crisis del sistema”. En su opinión, es importante poner en valor los géneros y en eso está trabajando el CAL con proyectos como éste. “Todos los lectores han empezado a través de un tesoro desconocido en una isla, un globo dando la vuelta al mundo o un misterio que resolver a la hora del té… No, no hemos empezado en la lectura con una novela impecable como el ‘Ulises’ de James Joyce”.

Prácticamente todas las grandes editoriales tienen colecciones dedicadas a la intriga (las últimas en nacer, este mismo año, han sido Alfaguara Negra y Alianza Negra) con el fin de responder a la demanda de un lector atraído por una manera de retratar la realidad desde el ojo ávido de un investigador, que en muchas ocasiones responde a un personaje quijotesco, incluso un tanto torrentiano, pero que sobre todo se desenvuelve en años oscuros, como los que vivimos ahora. No es casual, de hecho, que haya crecido la demanda de este género. “Baste recordar que la gran novela negra americana, con Dashiell Hammett o Raymond Chandler, se desarrolló tras el crack de 1929”, subraya Téllez.

Es la primera vez que se dedica en España un mes entero a un género que ya tiene otras citas de referencia en el país: la Semana Negra de Gijón, la más veterana y que en julio de 2012 celebró sus bodas de plata; el Festival de Novela Policiaca de Madrid (Getafe Negro), que cumplió cinco años en octubre de 2012; el Encuentro de Novela Negra de Barcelona (BCN Negra), clausurado el pasado mes de febrero; y Mayo Negro de Alicante, que ya va por ocho convocatorias.

La nómina de andaluces embarcados en la intriga es extensa, y entre los que participan en este ciclo destacan Juan Madrid, Guillermo Busutil, Justo Navarro, Francisco Díaz Valladares, Andrés Pérez Domínguez, Félix Ángel Moreno Ruiz y Rafael Escuredo. Junto a los citados también figuran en el programa otros autores como Andreu Martín, Montero Glez, Dolores Redondo, María Jesús Peregrín y Antonio Lázaro.

Los consagrados: Juan Madrid

Juan Madrid (Málaga, 1947), uno de los máximos exponentes de la nueva novela negra, es el padre literario del detective Antonio Carpintero, más conocido como Toni Romano. Se trata de un detective feo y bebedor, exboxeador y expolicía. El autor, que participa en el ciclo del CAL, manifiesta que “la novela negra es como el Guadiana, aparece y desaparece según la coyuntura política. Su muerte ha sido decretada muchas veces. Sin embargo, sigue viva y coleando”.

En su opinión, no hay un elemento común a la hora de construir la novela negra por parte de los autores andaluces. “El ser de algún lugar determinado o diversas razones climáticas no influyen en absoluto en la creación literaria. Otra cosa sería si del baile y del cante se tratara: ahí sí que los andaluces seríamos distintos”, sentencia un escritor cuya obra, con más de 60 títulos desde que en 1980 naciera Toni Romano, ha sido traducida a 16 idiomas, y algunas de sus creaciones, llevadas al cine (como es el caso de 'Días contados' por Imanol Uribe).

Las nuevas voces: Félix A. Moreno

El ciclo también abre las puertas a nuevos valores. Es el caso de Félix Ángel Moreno (Pozoblanco, Córdoba, 1969), creador del inspector Homero Pérez, que se desenvuelve en la Córdoba de principios del XX. Sus iniciales coinciden con las del famoso detective ideado por Agatha Christie. “En Un revólver en la novela he intentado realizar pequeños homenajes (llamémoslos guiños) al género policíaco clásico”, expone. Define a su personaje como “quijotesco: alto, delgado, inteligente, tímido, con un sentido muy elevado de la justicia y con una gran capacidad de deducción”.

Cuando lo creó siempre pensó en que se convirtiera en el protagonista de varias historias. “De hecho, Un revólver en la maleta es, en cierta forma, una novela abierta porque algunos delitos cometidos quedan impunes y el inspector tiene varias cuentas que saldar. Precisamente, en este momento me encuentro escribiendo otra historia situada en Córdoba, que tiene como protagonista a Homero Pérez y en la que aparecen algunos de los personajes y situaciones de la anterior”.

Sobre la presencia de Andalucía en su obra, apunta que, además de en el espacio, se manifiesta “porque los personajes que aparecen son andaluces en su forma de entender la vida, en las costumbres, en el folclore (los tablaos flamencos), en la gastronomía, en abordar problemas cotidianos como el calor en verano, o en problemas históricos como el caciquismo”.

Homenaje a Chandler

La cita de 'Andalucía negra' presenta una nueva edición de 'La puerta de bronce y otros relatos' del célebre Raymond Chandler, realizada por Julián Díez y Félix Rivadulla. Igualmente, ofrecerá una visión del género a través de otros ámbitos, como el cine y la televisión. Con la colaboración de la Filmoteca de Andalucía, el día 19 se celebrará en Córdoba un encuentro del escritor Jordi Carrión con los seguidores de 'The wire', serie que se desarrolla en los barrios bajos de la ciudad de Baltimore (EEUU). En paralelo, la Red Andaluza de Clubes de Lectura le dedicará este mes sus sesiones. Porque Andalucía también se escribe en negro.