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IGUALDAD
Mujer rural, un papel fundamental para el campo y la sociedad con pasado, presente y futuro

Mujer recolectando naranjas en 1948

Sara Rojas

14 de octubre de 2022 20:40 h

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Conchita Saldaña es un ejemplo de vida entregada al trabajo. Una de esas “mujeres rurales” que conforman la cuarta parte de la población mundial, y cuyo papel en la sociedad se reconoce internacionalmente cada 15 de octubre, como recuerda la ONU. El caso de Conchita es el de una vecina de 48 años, que vive en Alcolea del Río, un pequeño municipio sevillano donde “no he parado de trabajar”, sonríe al tiempo que se dibuja en su rostro una expresión cansada. De jovencita se dedicó a la hostelería, también pasó por el campo, por la fábrica de su pueblo y, sobre todo, ha estado vinculada a la ganadería por la profesión de su marido. Pero durante todo ese tiempo, albergó la ilusión de montar su propia quesería con la leche de cabra florida que extraía del ganado familiar.

Dado que en 2019 se vio forzada a alejarse del campo por motivos de salud, decidió aprovechar el parón para formarse como maestra quesera. Lo consiguió, así que adaptó dos habitaciones de su casa en Alcolea del Río para instalar allí la quesería Rancho Villalba, “en nombre de mi marido”, cuenta a este periódico. Desde entonces, produce a diario una media de 160 litros de queso para repartirlo por comercios y domicilios de la zona, donde han adquirido mucha fama. “Quien los prueba, repite”, asegura orgullosa.

De hecho, la calidad de los productos que elabora ella sola está avalada por dos primeros premios en el concurso Quesierra 2022: uno al mejor queso de coagulación láctica y otro, al mejor queso creativo. Este último es de creación propia y lo bautizó como “Concha”. “Es un queso que me he inventado yo y después de tanto trabajo quería que al menos uno llevara mi nombre”, explica a elDiario.es Andalucía.

La historia de Conchita es una de las que aparecen recogidas en la exposición 'Pasado, Presente y Futuro de la Mujer Trabajadora en el Mundo Rural', organizada por UGT Sevilla en colaboración con Prodetur a través de la Oficina para la Despoblación. Un total de 37 fotografías que lleva desde septiembre recorriendo municipios de la provincia de Sevilla para ilustrar “cómo la mujer mantuvo los campos en la pasado, cómo se adapta el medio rural a las necesidades actuales y cómo investiga de cara al futuro para seguir desarrollando este medio rural”, de acuerdo con esta organización sindical.

Pilares de la sociedad

De esta forma, la muestra establece tres bloques para en su conjunto elogiar el papel de la mujer en el medio rural, “a menudo infravalorado con todo lo que aporta”, lamenta a este diario Puri Gil, secretaria de Igualdad de UGT Sevilla. En efecto, las trabajadoras han constituido “una clave fundamental para el desarrollo de la agricultura y la ganadería en España”, actuando como “pilares que sostuvieron el mundo rural durante la Guerra Civil española y la posguerra”, según señalan desde el sindicato.

Sin embargo, las mujeres en entornos rurales se han enfrentado históricamente “a una discriminación significativa en lo que respecta a la propiedad, la remuneración, la capacidad decisoria o el acceso a recursos y mercados”, como denuncia Naciones Unidas y suscriben colectivos en defensa de los derechos de las mujeres rurales, como la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Andalucía (FADEMUR Andalucía).

Así pues, el primer ciclo de la exposición engloba fotografías cedidas por el archivo histórico de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (Fudepa) y abarca desde principios de siglo XX hasta los años 80. La más antigua data de 1905 y retrata a varias mujeres presentando mantecados. Junto a ellas, se pueden observar trabajadoras recolectando naranjas y realizando diversas tareas en el campo, donde incluso daban a luz las mujeres de la época “porque el trayecto era tan largo que no les daba tiempo de llegar a sus casas”, recuerda Puri Gil. Cuando terminaban la faena, aún les quedaba la “doble y triple jornada”, esto es, “las labores de la casa y la crianza de los hijos”, como señala la secretaria de igualdad de UGT Sevilla.

Radiografía del campo

Por su parte, el apartado 'Presente' ofrece una ventana al panorama actual del trabajo rural. También aquí se pueden encontrar imágenes en el interior de las fábricas de mantecados de Estepa (cada vez más industrializadas), donde las mujeres representan hoy el 85% de los trabajadores, de acuerdo con UGT. Asimismo, se plasma la labor de las agricultoras de municipios como La Rinconada o Brenes, donde destacan rostros como el de Pilar Roldán, que se ha esforzado por demostrar que el trabajo de fuerza no solo es cosa de hombres. Pero también están representadas otro tipo de profesiones pues, como recuerda la presidenta andaluza de Fademur, Verónica Romero, mujer rural es aquella que “vive en municipios de menos de 10.000 habitantes” y que puede desarrollar trabajos muy diversos, como la artesanía o el emprendimiento.

Además de apostar por visibilizar el trabajo de la mujer rural (como persigue la exposición), este año el tejido asociativo que defiende los derechos de las mujeres en el mundo rural conmemora el 15 de octubre con una serie de propuestas y reivindicaciones. Entre otras, demandan “no dar un paso atrás en cuanto a igualdad, también en las políticas agrarias”, así como hacerlas “más atractivas” para adherir a la juventud al medio rural y frenar así la despoblación, que en Andalucía no es tan acuciante como en otras comunidades, pero también preocupa en algunas zonas como la Sierra Norte de Sevilla, tal y como informa la presidenta de Fademur Andalucía a este periódico.

Así se lo han trasladado a la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, quien ha defendido en un comunicado que “las políticas del Gobierno andaluz han contribuido a elevar en cinco puntos el número de beneficiarias de la Política Agraria Común (PAC), siendo ya el 41% del total”. Además de puntualizar que “la perspectiva de género es uno de los objetivos estratégicos de la nueva PAC”, cuyos reglamentos entrarán en vigor el año 2023. En lo relativo a la juventud, Crespo expone que las ayudas a jóvenes agricultores impulsadas por su departamento han contribuido a incorporar a la mujer en el campo, hasta el punto de que a día de hoy “uno de cada tres” jóvenes que han iniciado su actividad en el sector agrícola es mujer.

Por su parte, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se reconoce que en el medio rural todavía se mantienen escenarios de desigualdad entre mujeres y hombres en un grado más acusado de lo que ocurre en el medio urbano. Si bien los datos aportados por el Ministerio recogen una progresiva disminución de las diferencias en la brecha salarial, las mujeres continúan representando el mayor porcentaje de salarios inferiores a 600 euros, mientras que los hombres predominan en el de los 1.600 euros.

Otra de las cuentas pendientes que señalan desde la federación andaluza es la de alcanzar una titularidad compartida real en las explotaciones agrícolas y ganaderas. “La mujer siempre ha estado ahí trabajando, invisibilizada, y le corresponde que los derechos de las tierras sean a partes iguales”, reivindica Verónica Romero, quien recrimina que la ley que facilita el camino a la cotitularidad se aprobó hace más de una década, aún no se haya desarrollado plenamente en Andalucía. “La ley tiene un contra y es que hay que pagar dos seguros sociales y en época de crisis, sabemos que siempre la que da un paso atrás por el bien de la economía familiar es la mujer”, condena la presidenta de Fademur, pidiendo que se revisen los puntos ciegos de esta normativa.

Demandas que cobran importancia en un contexto como el actual, en el que el último informe de ONU Mujeres advierte de que el reciente “varapalo a los mercados alimentario y energético no ha hecho sino intensificar las disparidades de género, provocando tasas de inseguridad alimentaria, desnutrición y pobreza energética”.

Perspectiva de futuro

Para el Ministerio de Agricultura, la “España rural es muy distinta de la del pasado”. Ahora han aflorado nuevos modelos de negocios y explotación del medio rural gracias a proyectos innovadores que dibujan un futuro “tecnológico, pero sobre todo humano” y en ese reto la presencia y permanencia de la mujer es “fundamental para el crecimiento y desarrollo de las zonas rurales”.

Precisamente, la sección dedicada al porvenir en la exposición sevillana pone de manifiesto que las mujeres son el “motor de cambio” de la sociedad, como se refiere a ellas la presidenta andaluza de Fademur. Se demuestra así “la repercusión y el protagonismo que ha mantenido, mantiene y mantendrá la mujer en las zonas rurales de nuestro territorio, dado el papel fundamental que esta tiene en la lucha contra la despoblación”. Y en este sentido, Verónica Romero recuerda que el papel de la mujer es el de “fijar la población al territorio”, generando “riqueza con su emprendimiento”. Tanto, que ellas representan más del 50% del emprendimiento en el entorno rural, según datos de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales.

En el último ciclo de la muestra que va a culminar en diciembre en la Casa de la Provincia de la capital predominan fotografías cedidas por la Universidad de Sevilla y la Pablo de Olavide. Aquí pueden verse alumnas realizando trabajos de laboratorio o de ingeniería, imprescindibles para el desarrollo de las zonas poco industrializadas, así como hay imágenes de mujeres en plantas fotovoltaicas. Lo cual evidencia a ojos de Puri Gil que “el techo de cristal lo van rompiendo”. Y es que según datos del ministerio, en 2020 el censo agrario ha registrado un 22 % más de mujeres al frente de explotaciones agrícolas y ganaderas.

También el caso de Conchita es un caso de futuro. “Muchas mujeres trabajando en el campo, nos buscamos la vida como podemos, reiventándonos y adaptándonos a todo lo que venga”. Reconoce que la vida en el campo es muy difícil y sacrificada. “Solo he ido a la playa este verano una vez, con lo que me gusta a mí bañarme”. Y cuenta que sus vecinas le dicen: “chiquilla, no trabajes tanto”, cuando la ven cagar las cántaras llenas de leche que pueden superar los 40 kilos.

Por historias como esta, el 15 de octubre “es un día para homenajear a todas las valientes que, pese a los estereotipos, la cultura, la historia y las situaciones geográficas, somos capaces de sostener la vida de los pueblos”, tal y como manifiesta la presidenta de la Confederación de Mujeres del Medio Rural (CERES) en Andalucía, Inmaculada Idáñez. En definitiva, se trata de poner en valor “la inestimable contribución de las mujeres rurales al desarrollo”, como señala la ONU, pues con su trabajo e ingenio “labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras”.

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