Un tribunal da la razón a la cooperativa Frunet en su demanda por los daños de la crisis del pepino

Un tribunal de Hamburgo (Alemania) ha dictado una sentencia en la que da la razón a la cooperativa Frunet en el litigio que mantiene con esta ciudad a raíz de que, en mayo de 2011, sus autoridades sanitarias señalaran a una partida de pepinos exportados por dicha firma de Málaga como uno de los orígenes del brote de bacteria intestinal e.coli que causó decenas de muertes en el país de destino. Richard Soepenberg, director comercial de Frunet, ha informado a Europa Press de este pronunciamiento, en el que “el juez reconoce después de cuatro años que no hemos hecho nada mal y que fue un error por parte de Hamburgo nombrar a nuestra empresa como causa del brote”.

Richard Soepenberg ha explicado que los miembros de la empresa, radicada en Algarrobo, están “muy orgullosos y felices” tras conocer el contenido de la sentencia, que no precisa una cifra concreta respecto a la indemnización que deberá percibir la cooperativa por los daños y perjuicios. En este sentido, ha dejado claro que, aunque la empresa reclamó en su demanda 2,3 millones de euros, “más que del dinero se trata de que hayan confirmado que Frunet no ha hecho nada mal; por encima del dinero está la restitución del buen nombre” de la misma.

El responsable comercial ha puntualizado que la sentencia no tiene aún carácter firme, y que “ahora la pelota está en el tejado de Hamburgo”, cuyas autoridades pueden optar por entablar una negociación con la cooperativa para llegar a un acuerdo sobre la indemnización o bien recurrir. “Espero que esto termine”, ha deseado Richard Soepenberg, que ha afirmado que desde dicha ciudad “nunca han querido pagar” y les han puesto al límite para probar que no tenían “nada que ver con lo que ocurrió”. Para agregar: “No sé qué va a pasar a partir de ahora, pero sí que estamos muy felices”.

Desde la cooperativa también se ha expresado el deseo de que todo lo sucedido “sirva para aprender” y se ha subrayado el “mucho daño” que una acusación sin fundamento puede hacer a cualquier empresa, algo que Frunet vivió en sus carnes pues a raíz de ello perdieron “prácticamente a todos” sus proveedores y clientes. Ha incidido en que “nombrar a una empresa puede romperla por completo en un segundo, y esto puede pasarle a cualquier firma del mundo”, si bien ha apuntado que “afortunadamente” han podido reconstruirse “desde cero” y hoy se encuentran al nivel de antes de la crisis del pepino.