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Bandadas de estorninos en el centro de las ciudades: un 'dolor de cabeza' causado por el hombre

Fotografía de archivo en la que se registró una bandada de estorninos al descansar en un árbol.

Miguel Barluenga

11 de octubre de 2022 23:02 h

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El estornino no deja indiferente a nadie. Es un ave que se mueve en bandadas y conforma hermosas coreografías en el cielo. En los inviernos, centenares de miles de ejemplares emigran a España en busca del calor desde Noruega, Finlandia, Dinamarca y Reino Unido. En los últimos años se han convertido en un quebradero de cabeza para ciudades del norte; en Aragón, Huesca o Monzón han emprendido planes impulsados por los ayuntamientos para evitar problemas de salud y relacionados con la suciedad. Se alimentan de los desperdicios que hay en el suelo y sus excrementos y sus graznidos causan numerosas molestias a los vecinos.

Según los expertos sanitarios, son portadores de microorganismos patógenos potencialmente causantes de salmonellosis, toxoplasmosis, ornithosis y neumonía. Transportan además garrapatas, chinches, piojos y pulgas. Mantener las condiciones de salubridad e higiene y evitar los inconvenientes que el incremento de la población de estorninos puede originar sobre el equilibrio del ecosistema, al ocupar el espacio de otras especies es el objetivo de la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Monzón que ha puesto en marcha para ahuyentar a estas aves de la ciudad.

Y es que los estorninos son aves con una gran capacidad de adaptación al medio, que se mueven en grandes bandadas provocando mucha suciedad y ruidos en las localidades donde habitan. En Monzón se han desarrollado en los últimos tiempos sesiones de pirotecnia y grabaciones sonoras –sonidos de alarma de estorninos y de aves rapaces– que se desarrollan al atardecer para así lograr modificar su hábito y evitar que formen dormideros en zonas urbanas donde ocasionan mucha suciedad.

En su hábitat “no generan ningún problema”

Para Nacho Arizón, presidente del Grupo Ornitológico Oscense, se trata de una cuestión con la que, para empezar, “hay que distinguir entre el estornino negro, que está aquí todo el año, y el pinto que viene a hibernar. Llegan a dormir al parque Miguel Servet porque se arrasaron carrizales y bosques alrededor de la ciudad y entonces encontraron Huesca para anidar”. En la laguna de la localidad monegrina de Sariñena “hay diez veces más ejemplares y no generan ningún problema”. Además, “no han conocido otra cosa y va a ser muy difícil sacarlos”. Así, considera, no se resuelve nada, “se van porque emigran. Hay el mismo número de aves pero repartidas por todo el municipio. Lo único que consiguen es difuminarlos”. Se ha acabado con su hábitat natural, “como también ha sucedido en Monzón con los arrozales”.

Inicialmente, estas labores se ponen en marcha en los lugares donde se produce mayor concentración como la plaza Aragón, plaza de la música, avenida de Lérida y en varias zonas del polígono Paúles, aunque no se descarta que estas medidas puedan extenderse a otros espacios si la dispersión de las aves lo hiciera necesario. La efectividad y los buenos resultados de las campañas anteriores, en las que se alcanzaban las 70 sesiones de pirotecnia por temporada, permitirán que en esta ocasión se puedan reducir a unas 50 y con la mitad de carga de pólvora.

Además, se disminuirán las frecuencias de las grabaciones sonora. De esta forma, se pretende reducir las molestias a los ciudadanos y a sus mascotas. La duración, como otros años, se prolongará hasta el mes de febrero. Miguel Hernández, responsable de Medio Ambiente, ha recordado que “es una campaña necesaria por los problemas que causa la presencia de estorninos en la ciudad y aunque puede causar algún problema a los ciudadanos y mascotas, es preciso realizarla”. Los medios utilizados se completan con punteros láser.

En Huesca se cuentan de momento cerca de 4.000 ejemplares, pero esta cifra se puede multiplicar hasta por diez. El Ayuntamiento de Huesca ha comenzado la campaña para evitar la presencia de estas especies estacionarias y las molestias que ocasionan en la ciudad. El área de Medio Ambiente está estudiando las estrategias necesarias para evitar las consecuencias negativas de estorninos y palomas en el centro de la ciudad.

El alcalde de Huesca, Luis Felipe, ha remarcado que “entre las iniciativas que se están analizando se encuentra la de crear masas verdes que sirvan como espacios dormitorio en el entorno de la ciudad de Huesca. De esta manera, se podría evitar que estas aves se concentren en los parques dentro de la ciudad”.

La técnico de Infraestructura Verde del Ayuntamiento de Huesca, Ana Pérez, ha incidido en que el bosque urbano de la ciudad de Huesca “es la masa forestal más potente de toda la comarca, por eso el arbolado de la ciudad soporta durante unos meses estas poblaciones estacionales de aves”. “Es un problema para nosotros las molestias que generan estas aves, y más aún cuando la realidad es que durante todo el año el arbolado urbano lo que hace es proporcionar a los vecinos y vecinas de Huesca todo tipo de beneficios que se traducen en salud, control de la erosión, regulación de las temperaturas...”, ha añadido Pérez.

Si los árboles se sitúan de forma adecuada en torno a los edificios, pueden reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30% y generar un ahorro en calefacción de entre un 20% y un 50%. Por si esto fuera poco, las arboledas funcionan también como pantallas protectoras del ruido del tráfico. Además, el bosque urbano es la mejor estrategia de defensa contra los efectos del cambio climático. Por ejemplo, la ubicación estratégica de los árboles en zonas urbanas puede ayudar a reducir la acumulación de calor por el hormigón y otros materiales.

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