Del corsé al escándalo: 100 años de moda en Zaragoza
“La moda no existe solo en los vestidos. La moda está en el cielo, en la calle; la moda tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos, lo que está sucediendo”. Esta frase de la diseñadora Coco Chanel, citada por las comisarias de la exposición, recoge a la perfección el espíritu de Moda XX ZGZ. Con el subtítulo de “Mirada a un siglo de moda urbana en Zaragoza”, esta muestra, que podrá verse hasta el próximo 6 de noviembre en el Centro de Historias de la capital aragonesa, es un certero retrato de los cambios sociales que vivió una ciudad mucho más cosmopolita de lo que a veces se piensa.
“Vivir la moda es una manera de estar atento al mundo, de ver lo que pasa o lo que se barrunta”, explica Ana Usieto, periodista y comisaria de la exposición junto a la museógrafa Beatriz Lucea. A lo largo de buena parte del siglo XX las tiendas de ropa ejercieron de ventanas al exterior en un país y una ciudad donde predominaban los tonos grises. “En Zaragoza la moda va íntimamente ligada al pequeño comercio”, cuenta Usieto, que señala que la investigación para realizar la muestra les ha permitido concluir que las boutiques mañas fueron “muy vanguardistas; en muchos casos, pioneras en España”.
El recorrido por las cuatro salas de la exposición da fe de ello. En sus pantallas puede verse el testimonio de Carmen Izquierdo, una auténtica revolucionaria del vestir. Fue una de las primeras mujeres en llevar pantalones y bikini en Zaragoza, lo que le valió multas; luego, a su tienda de la calle Cádiz, Reblet Boutique, fueron 'de propio' en los años 60 artistas como Raphael o Camilo Sesto para nutrir sus armarios.
En uno de los vídeos, Izquierdo, a sus lúcidos 99 años, junto a su hijo Pepe Reblet, diseñador, recuerda como la polémica se desató en la ciudad cuando por primera vez los slips masculinos lucieron en los escaparates. Y es que Zaragoza fue también moderna en lo que a ropa interior se refiere.
Cuando los escaparates eran espectáculo
Hoy es difícil de imaginar, si no es para contemplar el último grito en gadgets tecnológicos, pero hace unas décadas el gentío se agolpaba ante los espectaculares escaparates de Dernos, una tienda que apostaba por montajes que lo mismo incluían reinterpretaciones de cuadros clásicos que animales vivos. Mirar tras aquellos vidrios era asomarse a Europa: “Los comerciantes de moda viajaban con frecuencia a Londres y París... ¡Volvían con la cabeza de revés!”, comenta Usieto.
El siglo XX zaragozano se entreteje a través de pequeñas grandes conquistas (¡fuera corsé!), anuncios entre lo artístico y lo político (atención al que se mofa del divorcio) y complementos para el olvido (parece que nadie guarda cariño a las hombreras...).
La parte final de la exposición es una invitación viajar en el tiempo a través de 50 prendas que van de los años 10 a los 90: desde un vestido negro que lo mismo pudo ser gala nupcial a una copia idéntica hecha en Zaragoza de un modelo de Jackie Kennedy; también hay curiosidades, como una elegante bata de 'recibir', o ejemplares firmados por modistos aragoneses como Antonio Marcén o Ricardo Miñana.
La moda que vistió Zaragoza sale del armario hasta el próximo 6 de noviembre, con entrada gratuita. Difícilmente podrá volver a verse de nuevo una colección como la que reúne esta exposición, que ha requerido dos años de trabajo.
