Indignación entre los donantes de grabados a Fuendetodos por el estado de las obras: “Van a acabar destrozadas”
“Los aragoneses somos una pena. Goya decía que 'Zaragoza es una madrastra con sus hijos' y no mentía”. Esta frase de Raquel de Miguel, esposa del artista Natalio Bayo, resume el sentir de varios artistas y galeristas consultados tras la información sobre el estado en que se encuentran almacenados cientos de grabados donados al Ayuntamiento de Fuendetodos desde hace años para el frustrado Museo del Grabado.
Días atrás, consultado por este periódico, el alcalde, Enrique Salueña –que gobierna desde 2011, primero tras las siglas de Compromiso por Aragón y ahora de Ciudadanos, y que no es la primera polémica a la que se enfrenta–, restó importancia a la información, aseguró que las obras están “bien almacenadas” y limitó su número a “entre 400 y 500”, cuando fuentes consultadas cifran en más de 3.000 los grabados donados.
Las obras permanecen apiladas en ubicaciones como un pajar o cerca de una caldera, y en una situación que desaconsejan los expertos en conservación. “El grabado es muy sensible, necesita unas condiciones concretas de ventilación y de humedad, y además debe estar plano. Necesita tanto o más cuidado que un óleo, por ejemplo. Las vimos no nos gustaron, van a acabar todos destrozados”, analiza De Miguel.
“Desconozco en qué situación está toda mi donación, no lo puedo verificar”, reconoce Julia Dorado, que en su día entregó al Ayuntamiento no solo todos sus grabados, sino también las planchas. “Los linóleos, los aguafuertes, los lineograbados...”, enumera. Más de un centenar de obras que por suerte, a través de la Diputación Provincial de Zaragoza, logró catalogar.
Dorado admite que recibió la noticia con malestar: “Nos han engañado a todos”, señala.
Con el tiempo será inevitable su deterioro, lo cual sería muy doloroso para alguien que, como yo, ha sido y es un entusiasta del grabado, de la obra de Víctor Mira
Mariano Santander, antiguo propietario de la galería A de Arte de Zaragoza ahora jubilado, afirma sentir “tristeza y angustia” por el estado en que se puede encontrar la obra que donó al Ayuntamiento de Fuendetodos, y que ha reclamado en el paso en vano.
Su caso es especial porque no fue el autor de los grabados, sino que los adquirió con su patrimonio particular hace quince años. “Había comprado a Zaragoza Gráfica toda la obra gráfica de Víctor Mira en vida y pensé que qué mejor que ese conjunto de obras fueran a Fuendetodos. Solo quería aportar un fondo para que ese museo saliera adelante. Ni mi nombre quería que apareciera”, desgrana.
De hecho, numerosos artistas accedieron también a donar a través de su propia galería, entre los que cita a la propia Julia Dorado o a los fallecidos María Cruz Sarvisé y José Beulas. “Él tenía poca obra gráfica en cuanto a grabado, pero poseía carborundum”, dice sobre el pintor gerundés vinculado con la ciudad de Huesca.
Santander –que cuantifica en “unos 80.000 euros, calculando por lo bajo”, el valor del conjunto que donó–dice haberse quedado tocado con la noticia. “Yo he vivido lo de Víctor Mira de una manera muy pasional. Todo el que me rodea lo sabe. Igual que he vivido con mucho enfado cómo han gestionado su legado, cómo han destrozado su obra y su cotización”, explica el antiguo galerista.
De hecho, Santander trató en 2016 de recuperar toda la obra donada, en vista de que el Museo del Grabado era ya una quimera, pero el Ayuntamiento se negó.
“Será inevitable su deterioro”
“En estas circunstancias, considero que no tiene sentido que las 167 estampas de Víctor Mira sigan 'almacenadas' sin ningún objetivo ni perspectiva de proyección cultura en los locales de su Ayuntamiento”, exponía en su reclamación, y vaticinaba: “Con el tiempo será inevitable su deterioro, lo cual sería muy doloroso para alguien que, como yo, ha sido y es un entusiasta del grabado, de la obra de Víctor Mira y, por qué no decirlo, que durante muchos años se sintió partícipe de un proyecto cultural que no va a continuar”.
El Ayuntamiento de Fuendetodos, ya con el alcalde Enrique Salueña al frente, tardó siete meses en contestar –lo hizo en julio de 2017– y rechazó la solicitud “al no existir ninguna cláusula que obligue a revertir la donación realizada”. En su escrito, el Consistorio rechazaba que la donación de Santander hubiera “caído en el olvido”, y de hecho trasladaba al exgalerista la intención “a corto plazo” del Ayuntamiento de “programar exposiciones de autores aragoneses, entre los que por supuesto se encuentra Víctor Mira”. Ocho años después, nada se ha sabido.
“¿Cómo estarán los grabados? No lo sabemos. No se puede tener fe en la Administración, esto te quita la fe”, valora Santander, que insiste en su malestar: “Fui hace dos años a Fuendetodos a despedirme y juré no volver. Tendría que haber ido al Juzgado, pero pasó el tiempo y lo dejé correr.
“Natalio lo hizo con todo el cariño”
Julia Dorado también es partidaria de recuperar las obras, aunque reconoce que hay un contrato suscrito con el Consistorio de Fuendetodos. “Siempre que no fuese costoso, me gustaría”, admite.
La esposa de Natalio Bayo, sin embargo, tiene una opinión distinta. “No nos lo planteamos –señala–. Natalio lo hizo con todo el cariño: se siente muy aragonés y es muy admirador de Goya. Es muy solidario con su tierra y con los suyos”.
Lo que sí reclama es que se reactive la iniciativa para el Museo del Grabado. “Me parece una pena que eso se mantenga ahí por los siglos de los siglos”, lamenta. “Me sienta mal que en todos estos años no se haya hecho nada”, critica por su parte Dorado, que recuerda que la recién inaugurada escultura de Goya obra de Antonio López ha costado 200.000 euros a las arcas municipales.
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