Las ONG de desarrollo en Aragón destinan 14,5 millones a proyectos de cooperación a través de sus más de 100.000 socios

Las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD) gestionan 16 millones de euros, de los que la gran mayoría -14,5 millones- van destinados a proyectos de cooperación, ayuda humanitaria y educación para la ciudadanía global, con los que mejoraron la vida de 3,8 millones de personas. Mientras, apenas un 7% de los gastos se quedan en la estructura de las entidades. Además, cuentan una fuerte base social, ya que acumulan más de 100.000 socios y cerca de 20.000 donantes en todo el territorio. Estos son algunos de los datos que constan en el último informe elaborado por la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) y con apoyo de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), con datos de 2023. 

El estudio incluye a 50 asociaciones, todas integradas en la FAS. La síntesis de los datos evidencian el volumen de trabajo que desempeñan anualmente: 16 millones de euros en ingresos para un total de 287 proyectos que, de la mano de otras 294 entidades socias, mejoraron la vida de 3,8 millones de personas en 46 países. Dan trabajo a 186 personas, de las que 119 lo hacen en Aragón, y hay un elevado porcentaje de empleo femenino, con tres de cada cuatro puestos en manos de mujeres.

En dos años -desde 2021-, las entidades que han llevado a cabo proyectos de cooperación al desarrollo han pasado de siete a nueve de cada diez. Estas iniciativas centran sus esfuerzos en territorios y población en situaciones de vulnerabilidad, contribuyendo a conseguir el cumplimiento de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas. Casi la mitad del esfuerzo económico fue dirigido a cinco países, entre los que destacan Nicaragua (seis proyectos y 1,34 millones de euros) y Senegal (diez proyectos y 1,23 millones); detrás se sitúan la República Democrática del Congo (siete proyectos y 1,07 millones), Mauritania (cuatro proyectos y 1,05 millones) y Bolivia (diez proyectos y 1,02 millones). En conjunto, a través de todos estos proyectos las ONGD aragonesas trabajaron con 3.788.505 de personas, de las que 63% fueron mujeres.

Las regiones en las que los proyectos tuvieron un mayor alcance en términos de población beneficiaria fueron África occidental, donde se trabajó con 1.724.643 personas (el 45,5%), seguida de América del Sur (17,1%) y Magreb (14,8%). “El peso en África Occidental no se debe tanto al número de proyectos como a su tipología, con proyectos de acceso a la salud y nutrición con un amplio impacto en población beneficiaria”, indica el estudio de la FAS.

Mientras, uno de los principales objetivos de estas organizaciones es promover en la comunidad los valores de solidaridad, la paz y los derechos humanos a través de la educación para la ciudadanía global. La actividad de las ONGD en este ámbito alcanzó en 2023 a más de 257.000 aragoneses. “Su trabajo es esencial para empujar una transformación social y política hacia la justicia global”, explica el informe.

La base social de las ONGD en Aragón sigue siendo sólida. Así, suman más de 100.000 socios: 91.330 personas propiamente socias (un 88%), 11.213 personas con apadrinamientos (10,8%) y 1.240 son entidades privadas. Junto a esto, hay 19.130 donantes. En cuanto al número de voluntarios, alcanza los 14.103 aunque esta cifra está condicionada por el hecho de que la gran mayoría -casi 13.000- se integran en una única entidad, Cruz Roja.

En materia de ingresos, las ONGD captaron en 2023 en total 16 millones de euros, de los que un 62% tuvieron un origen público y destacan las instituciones aragonesas, con 9 millones de euros. Mientras, los fondos privados alcazaron los 6 millones de euros. 

Y, en cuanto a los gastos, la mayor parte se destinaron a proyectos de cooperación, ayuda humanitaria y educación para la ciudadanía global: un 90%, con 14,5 millones de euros. Solo 1,2 millones se reservaron para la estructura de las organizaciones.

La forma jurídica preponderante sigue siendo la asociación (56%), seguida de la fundación (38%), mientras que el resto (6%) son federaciones u otro tipo de colectivos. Hay que precisar que muchas de estas organizaciones (60%) no solo tienen sede en Aragón, lo que hace más complicado evaluar territorialmente los proyectos o la financiación recibida. Mientras, 20 de las 50 ONGD sí que son enteramente aragonesas.

Pese a que aumenta el número de organizaciones que cuentan con personal propio (un 76% frente al 60% del informe de 2021), el número de trabajadores sigue siendo reducido: en Aragón, 119 personas trabajan en estas entidades, a las que hay que sumar las 53 que lo hacen como personal local en los países de origen y los 14 cooperantes, contratados bajo la legislación española.

El perfil más habitual de las personas empleadas por las ONGD es el de una mujer de entre 25 y 44 años. La gran mayoría son personal indefinido, pero sin embargo predomina en gran medida el contrato parcial (un 50%, una tasa mucho más elevada de la media en Aragón). Es llamativo asimismo comprobar que en este tipo de empleo a tiempo parcial se aprecia una brecha de género evidente, dado que afecta mucho más a las mujeres contratadas que a los hombres. “Es necesario

que como sociedad y como sector detectemos los motivos de este desequilibrio y hagamos esfuerzos para equilibrarlo, ya que esta desigualdad laboral tiene consecuencias en la brecha salarial y en la feminización de la pobreza“, apunta el informe de la FAS.