200 euros por vivir hacinados y locales convertidos en infraviviendas: la crisis habitacional se acentúa en Zaragoza

El número de personas que no pueden acceder a una alternativa habitacional digna crece cada año. Según datos de octubre de 2024, en Aragón hay algo más de 1.000 personas sin hogar, un 14% más que en 2023. Sin embargo, no todas las personas que no pueden acceder a una vivienda acaban en la calle, muchos buscan recursos que, en ocasiones, están fuera de la legalidad. Es el caso de las 59 personas que vivían en el albergue ilegal de Plaza Roma, desalojado este lunes en Zaragoza: pagaban entre 150 y 200 euros mensuales por dormir en un edificio que no cumplía con las condiciones básicas de salubridad. 

A las afueras del hostal ilegal de Parque Roma, un grupo de senegaleses aún tienen desplegados todos sus enseres, protegidos por los porches del recinto. Uno de los afectados, que rehúsa dar su nombre, crítica la situación en la que se han visto envueltos de la noche a la mañana. Pensaban que el inmueble estaba en regla y alguno de ellos acababa de pagar al dueño del local.

“El propietario no nos avisó. Es un estafador, un sinvergüenza. ¿Sabes cuánto ha cobrado a la gente? Y todos somos trabajadores, algunos nos levantamos a las tres de la mañana para trabajar”, lamenta. En su caso, pagaba 200 euros al mes por una cama y poco más. “Yo pago a la Seguridad Social. ¿Por qué nos dejan de la noche a la mañana en la calle? ¿No nos pueden dar unos días para salir?”, lamenta también. 

Al desalojo de este hostal ilegal el lunes se sumó el martes otro caso, esta vez en el barrio de San José. El Ayuntamiento de Zaragoza, en coordinación con la Delegación de Gobierno, emprendió una operación para el cierre y precintado de dos locales en avenida de San José 179-183 que habían albergado infravivienda. Se trata de dos locales que se habían unido de manera ilegal con una capacidad para unas 15 personas. Tenían los servicios básicos de agua y electricidad pinchados a los sistemas generales de la comunidad de propietarios. Además, no se cumplía con las condiciones mínimas de salubridad y seguridad, ni había medios de protección y extinción de incendios, de la misma manera que se tenían cocinas sin las pertinentes salidas de humos e instalaciones en correctas condiciones.

La alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca, ha cargado contra el Gobierno de España, al que culpa de que se den este tipo de situaciones precarias debido a la “pésima ley de vivienda, esa ley que da más privilegios a los okupas que a los propietarios”. Ha achacado el aumento de personas vulnerables a la “política de inmigración descontrolada y sin coordonacion con las ciudades ni con las comunidades”. Ha dicho que los responsables son el Gobierno de España y el delegado del gobierno, “que es complice y responsable”, y que son ellos los que tienen que “resolver” la situación y “no acusar a otra institución que es la que está poniendo todos los medios a disposición de estas personas que han sido estafadas por culpa de la ley de ocupación de Pedro Sánchez y su gobierno”.

En este caso, el local estaba deshabitado, aunque hasta hace pocos días sí que había personas residiendo. Los servicios sociales municipales han contactado con varias personas que habían vivido allí, por si requerían algún tipo de atención social. Todas habían abandonado el local en los últimos días y, en principio, cuentan ya con alternativas habitacionales.

“Zaragoza no va a ser una ciudad amable con las edificaciones ilegales ni con la ocupación ilegal, y no queremos esta situación en nuestros barrios, por lo que lucharemos con los medios que tenemos a nuestra disposición para evitar estas situaciones, dado que perjudican a nuestros vecinos, degradan la convivencia vecinal y tienen a personas viviendo en condiciones que no son aceptables”, ha resumido el consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano.

“Sin alternativa habitacional”

A las personas desalojadas del hostal ilegal de Plaza Roma, que constaba de 38 habitaciones y 109 camas, se les ofreció dormir las noches del lunes y el martes en una residencia que puso el Arzobispado a disposición del Ayuntamiento en el barrio de La Paz. Se ofertó esta opción a las 50 personas que permanecían sin alternativa habitacional, aunque según informó el Consistorio el martes, solo 22 lo utilizaron. 27 personas han dormido estas dos noches en el Albergue Municipal, donde podrán pernoctar alguna jornada más. Continúa en el módulo familiar del Albergue la familia de dos adultos y dos menores (los únicos menores afectados) que se quedó en la calle por el desalojo del hostal ilegal.

Este miércoles, las personas que han dormido en la residencia del Arzobispado se han trasladado al Albergue Municipal y una residencia de la Fundación Federico Ozanam en el barrio rural de Movera. La consejera de Políticas Sociales, Marian Orós, ha mostrado su agradecimiento a esta entidad social por su implicación, así como al Arzobispado de Zaragoza y a todo el equipo de los servicios sociales municipales: “Esperamos que caiga todo el peso de la ley sobre el responsable de este infame hostal ilegal, que se ha lucrado económicamente estafando a estas personas en unas condiciones inhumanas”, ha añadido Orós.

En la residencia de Movera se va a alojar un grupo pequeño de personas que actualmente no tienen trabajo. Quienes sí tienen empleo, que son la mayoría, están siendo realojados en el Albergue Municipal, que por su ubicación cuenta con mayor facilidad para la movilidad a sus puestos de trabajo.

Zaragoza en Común ha instado al gobierno de Natalia Chueca a actuar ante la grave crisis de vivienda que existe en la ciudad. “Conseguir hoy en día una vivienda de alquiler es un objetivo inalcanzable para multitud de personas y familias, muchas de ellas jóvenes, con sueldos precarios, que no pueden afrontar los altos precios”, ha señalado el concejal Suso Domínguez. Para el edil, esta situación coincide con la percepción general de que se está produciendo un incremento de personas durmiendo en la calle o en infraviviendas.

La noticia del lunes de un albergue ilegal de Parque Roma señala que “entre tanta flor y tanta alharaca”, Zaragoza pasa por una grave crisis de vivienda que “hace que personas malvivan en condiciones lamentables pagando 200 euros por dormir hacinados”.  Esta situación se agrava con “la falta de políticas sociales y de vivienda que den respuesta a esta situación por parte del Gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zaragoza”, consideran desde ZeC. 

En este sentido, la formación ha señalado esa falta de respuesta ante los recientes desalojos de la calle Armas, calle Mayor y el Coso o la calle Córdoba, en la que las familias únicamente han contado, en el mejor de los casos, con unos días de hospedaje en una pensión o en el albergue municipal, como señalan los propios profesionales de los servicios sociales, que reconocen carecer de respuesta suficiente ante estas situaciones. “Que en esta situación haya sido el Arzobispado de Zaragoza el que haya tenido que dar respuesta, poniendo a disposición una residencia de su propiedad, no deja de ser significativo”, ha señalado Domínguez. 

Colas en el albergue municipal y “emergencia social” en Parque Bruil 

Zaragoza en Común expone que esta situación también se observa “en el propio albergue municipal, donde en los últimos meses se pueden ver colas de entre 15 y 20 personas que esperan a su entrada para conseguir plaza y pernoctar, y que no lo consiguen por falta de plazas en el mismo”. 

Esta situación de “colapso” la ha reconocido la Consejera Marian Orós, en la pasada comisión de Políticas Sociales, ante una interpelación presentada por Zaragoza en Común, y que confirman colectivos sociales, como los de Parque Bruil, que señalan como cada vez hay más personas sin hogar “desatendidas y sus buenas palabras se han quedado en agua de borrajas”. 

Este mismo domingo, los vecinos de Parque Bruil se concentran frente al Centro de Historias de Zaragoza para exigir soluciones ante “la situación de las personas sin hogar y la falta de una rehabilitación integral y justa de nuestras viviendas”. Exponen que la “emergencia social en nuestras calles es insostenible. Cada noche, decenas de personas sin techo duermen en portales, bancos y espacios públicos del barrio. Esta realidad, que vulnera los derechos humanos más básicos, requiere una respuesta inmediata, coordinada y con recursos suficientes por parte del Ayuntamiento”. 

La portavoz socialista, Lola Ranera, ha exigido a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, que tome medidas, de forma urgente, ante la “degradación” del entorno del Parque Bruil, una situación que se alarga ya demasiado y que, sin embargo, “el Ayuntamiento no está solucionando”. Asimismo, ha denunciado el “fracaso” de las políticas sociales en esta ciudad, “cuando hay ciudadanos viviendo en colchones, algo indignante”. La portavoz socialista ha lamentado la situación de aquellos ciudadanos que duermen en colchones en la propia Plaza San Agustín: “Está más que demostrando el fracaso del Ayuntamiento en Políticas Sociales, la incapacidad de Natalia Chueca y de su consejera Marian Orós a la hora de gestionarlas, porque una ciudad como Zaragoza no puede aceptar tener a ciudadanos con colchones en las plazas. Es indigno que estén en esas condiciones y debe resolverlo cuanto antes este Ayuntamiento. No se trata solo de solucionar lo que pasa dentro de los equipamientos, sino también lo que pasa en sus calles. Es indigno que algunos ciudadanos estén en esas condiciones”, ha subrayado.

Los datos de Cruz Roja confirman este incremento, con 363 personas durmiendo a diario en las calles de Zaragoza frente a las 160 que contabilizaban el año pasado. Según confirmó la entidad en una entrevista en Cadena Ser, la cifra supera ampliamente la de años anteriores. Concuerda con los datos de Bokatas, asociación que acompaña y reparte alimentos entre las personas sin hogar, que confirmaba a este diario que ven cada noche que salen a 170 personas y “solo cubrimos la mitad de la ciudad”. En este momento, preocupan zonas como la desembocadura del rio Huerva, la parte trasera de la Academia General Militar, el entorno del Centro de Historias y varios puntos del barrio de La Almozara.