Asturianos en Smara (Sáhara Occidental): “Los saharauis te dan lo mejor que tienen el tiempo que quieras estar con ellos”
“Los saharauis te dan lo mejor y lo único que tienen: su solidaridad. Te abren las jaimas para compartir su té, su comida y su forma de vida durante el tiempo que quieras permanecer con ellos”, asegura emocionado Ángel Pérez, portavoz de Izquierda Sindical Asturiana (ISA), al regreso del viaje que una delegación del sindicato realizó a los campamentos de Smara (Sáhara Occidental).
Varios integrantes de esta organización sindical, creada en el Principado hace dos años en defensa de los derechos sociolaborales desde una perspectiva feminista e inclusiva, se trasladaron a los campamentos para entregar medicinas para el hospital y material escolar, además de otros artículos y productos de primera necesidad.
El viaje tenía también una vertiente política, al responder a la invitación recibida para participar en el décimo congreso de la Unión General de Trabajadores de Saguia El Hamra y Río de Oro (UGTSARIO) que se celebró el pasado mes de abril en el campamento de refugiados saharauis en Dajla.
En el congreso se realizó una llamada a continuar la lucha “para alcanzar los objetivos legítimos del pueblo saharaui”, señala el portavoz de ISA.
La experiencia ha sido muy positiva y enriquecedora, ya que han regresado a Asturias con una mochila cargada de momentos emocionantes, de información sobre los distintos proyectos que se están realizando en los campamentos y llenos de agradecimiento por las muestras de hospitalidad que recibieron del pueblo saharaui.
El proyecto Bubisher
Uno de los proyectos más interesantes que han conocido de primera mano es el “Bubisher” o red de bibliotecas y bibliobuses que existe en los campamentos: “Ahí nos comentaron que el Bubhiser es un pájaro del desierto, de la Hammada, y que su canto traslada una buena nueva”, explica Ángel Pérez.
Para los saharauis es muy importante mantener la esperanza de volver a su tierra, y es el canto que esperan “desde hace 50 años”, comenta.
No es fácil trasladar la realidad de los campamentos de refugiados ante el grado de necesidad, el cambio de modelo de relaciones y espacios de vida con respecto a nuestros espacios de confort y modelo económico y ver el despliegue tan enorme de empatía por parte de toda su población cuando ven llegar a los cooperantes
Un taller para mujeres
Los responsables del centro de Smara les explicaron el trabajo que se lleva a cabo en un taller enfocado específicamente para las mujeres.
“Están realizando un taller en el ámbito de la energía renovable, una bioconstrucción -señala- que pueda facilitar el futuro de un pueblo forzado a estar quieto, pero con ansias de movimiento. Eso nos permitió ver cómo existen pequeños oasis de esperanza y empoderamiento de la mujer saharaui”.
Para los asturianos desplazados al Sáhara Occidental, esta experiencia ha sido muy enriquecedora especialmente al comprobar in situ como con una pequeña muestra de solidaridad, llevada a estos espacios tan necesitados, se puede convertir, según sus palabras, en “una inmensa alegría”.
“No es fácil trasladar la realidad de los campamentos de refugiados ante el grado de necesidad, el cambio de modelo de relaciones y espacios de vida con respecto a nuestros espacios de confort y modelo económico, y ver el despliegue tan enorme de empatía por parte de toda su población, cuando ven llegar a los cooperantes”, reconoce.
La integración de personas con discapacidad
En el viaje también hubo tiempo para visitar el Centro Integral de Atención a personas con discapacidad psicomotriz “Castro”, un espacio de integración en un lugar donde, según corrobora su fundador Buyema, “somos pocos en los campamentos y no podemos dejar a nadie atrás”.
Los militantes de ISA resaltan el compromiso que tenían en este centro con las personas con discapacidad y el aprendizaje que les ofrecían en confección de materiales para proporcionarles una vía de independencia económica.
Además, contaban con un dispensario de medicinas por lo que entregaron ahí también medicamentos que habían estado recogiendo en el Principado.
El compromiso educativo
El viaje incluyó una visita a la Escuela Simón Bolívar que nació fruto de la colaboración entre Cuba, Venezuela y la República Árabe Saharaui Democrática (R.A.S.D.)
“En esta visita aprovechamos para compartir todo nuestro material escolar y conversar con el director Habib Bulahi y Yaritza jefa del profesorado cubano, que imparten clase en el Centro. El personal docente se comprometió a venir un periodo de cuatro años a educar a estos campamentos y es tan grande su compromiso que algunas no se quieren ir al ver las necesidades que existen”, ratifica Ángel Pérez.
Las carencias en el hospital
Unas necesidades de equipamientos materiales que también eran evidentes en el Hospital de Smara a pesar de ser centro de referencia para miles de refugiados y que se suplían con la profesionalidad del equipo humano. La delegación les entregó medicinas y gafas de lectura.
El coraje y lealtad a unos ideales
La cooperación es el principal objetivo y la forma que tienen los miembros del sindicato para apoyar a los saharauis: “este pueblo abandonado en la hamada resiste gracias a su coraje y lealtad hacia unos ideales”, ensalza el portavoz de ISA.
En su larga lista de agradecimientos no se olvidan de la familia saharaui de Bachir Lehdad, un compañero de viaje, amigo y facilitador de todas estas visitas, que les procuró los espacios para guardar los materiales, con el que compartieron tés junto a su familia además de su casa, su comida, su hospitalidad y sus vidas durante apenas cinco días que duró la experiencia.
Los testimonios de un pueblo
Las expectativas de este viaje corto, pero intenso se cubrieron totalmente, ya que pudieron entregar todo el material de primera necesidad que habían llevado. Sin embargo, al responder a la pregunta de cómo es la situación en los campamentos, la contestación del portavoz se resume en una sola palabra: “tremendo”.
“Es una realidad que en algunos momentos supera lo que uno se había imaginado, pero, por otro lado, tenemos los testimonios de un pueblo que tiene unas raíces muy profundas de esperanza en este lugar donde únicamente había desierto”.
“Tenemos que mantener la mirada puesta en este pueblo como sindicato y como sociedad pues no podemos traicionar el derecho de los pueblos a que sean soberanos y tampoco el derecho internacional que concede la ONU de autodeterminación y por último, el más importante pues es fruto del sentido común, el derecho a la dignidad y a ser libres”.
La ayuda humanitaria no era el único motivo del viaje. La delegación también partició en el décimo congreso de la Unión General de Trabajadores de Saguia El Hamra y Río de Oro (UGTSARIO), en el campamento de refugiados saharauis en Dajla, una de la wilayas que componen los campamentos de refugiados saharauis.
En esta convocatoria se realizaba la elección del nuevo secretario general de UGTSARIO con un mandato de cuatro años, designando a Nafee Ahmed Mohamed tras imponerse en la segunda vuelta con 165 votos frente a los 114 de Mohamed Salem Mohamed Cheij.
La autodeterminación para ser “un país libre”
Los participantes, tras recordar los esfuerzos realizados por la justa causa saharaui, invitaron a las organizaciones sindicales de todo el mundo a solidarizarse con el pueblo saharaui y apoyarlo en su lucha por la libertad, la justicia y la autodeterminación.
“Para nuestro sindicato supuso establecer comunicación directa con activistas saharauis y compartir en el desierto la realidad social, política y sindical que se desarrolla, muy a pesar de la situación”, afirma Ángel Pérez.
“Es muy revelador ver cómo en el fondo todas y todos buscamos unos mismos principios como son la justicia social, la dignidad y la participación de mujeres y jóvenes en el desarrollo de una sociedad más justa y con un proceso inevitable de autodeterminación para ser un país libre”, concluye.
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