Asturias prepara cacerías específicas de lobos fuera de reservas regionales para cumplir el Plan de Gestión

El Gobiero de Asturias ultima los expedientes necesarios para organizar cacerías específicas de lobos fuera de las reservas regionales, especialmente en el occidente del Principado, con el objetivo de cumplir “de forma escrupulosa” el Plan de Gestión del Lobo, vigente desde abril y que se extenderá hasta finales de marzo.

Así lo anunció este jueves el consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos, durante la reunión del Comité Consultivo del Lobo, en la que también se informó sobre la evolución del programa, que contempla la extracción de un máximo de 53 ejemplares dentro de las reservas regionales de caza. Hasta la fecha, se han abatido doce lobos y se han contabilizado otros ocho muertos por causas naturales o accidentales, situando el grado de cumplimiento en torno al 38 %. “Tenemos un compromiso claro para seguir haciendo controles poblacionales y no estamos en otro tipo de intereses que quieren que el programa sea fallido”, señaló Marcos, que defendió la ejecución del plan frente a las críticas de organizaciones agrarias y de la derecha política, que acusaban a la administración de inacción.

Problemas en las cacerías autorizadas

El consejero reconoció que, hasta ahora, el método clásico de abatimiento por agentes medioambientales ha sido el único eficaz, ya que ninguno de los lobos abatidos en las reservas regionales correspondió a cazadores voluntarios. De las 37 cacerías autorizadas, 14 no contaron con participantes y ocho no se celebraron, mientras que el resto tampoco logró capturas, en parte por el miedo de los cazadores a posibles problemas jurídicos.

Marcos insistió en que la resolución que permite la participación de voluntarios garantiza protección jurídica, ya que la responsabilidad recae sobre su departamento y no sobre los participantes. Además, anunció que se están elaborando expedientes para organizar cacerías en zonas no incluidas en las reservas, con el fin de aumentar la efectividad del programa y asegurar su legalidad.

Distribución y población del lobo en Asturias

El Plan de Gestión del Lobo establece períodos de extracción en dos franjas: enero-abril y septiembre-diciembre, con extracciones puntuales entre mayo y agosto en casos específicos, dado que el verano es la época de menor eficacia. Las extracciones se distribuyen territorialmente:

Según los últimos estudios del Principado, el lobo tiene presencia en el 85 % del territorio asturiano, con una población estimada entre 345 y 400 ejemplares, repartidos en 45 manadas, de las cuales 42 son reproductoras. Su hábitat está conectado con las comunidades vecinas, lo que refuerza la necesidad de un plan coordinado de gestión.

Conflictos y contexto histórico

La consideración del lobo como especie parcialmente gestionable y las autorizaciones de caza en reservas regionales tras su exclusiónde LESPRE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) hn generado choques frontales entre la administración, cazadores y organizaciones agrarias, que reclaman mayor control poblacional para proteger el ganado. Por otro lado, los grupos conservacionistas y expertos en fauna silvestre advierten sobre el riesgo de afectarca la viabilidad de la especie y de sus manadas si se sigue controlando a la especie matándola, y piden otras medidas como el uso de mastines para proteger a las cabezas de ganado.

Marcelino Marcos reiteró que la administración tiene como meta cumplir escrupulosamente el Plan de Gestión, garantizando medidas legales y efectivas para controlar la población de lobos sin comprometer la supervivencia de la especie. El consejero prevé que durante el otoño y el invierno los controles sean más efectivos, cuando la localización y el abatimiento de ejemplares es más factible.