El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Salto al ruedo multitudinario en Las Ventas, el mayor en la historia de España
Una treintena de activistas se han unido a la organización en defensa de los derechos de los animales Gladiadores por La Paz para realizar esta noche un multitudinario salto al ruedo en Las Ventas durante el Certamen Internacional de Novilladas Nocturnas para exigir el fin de la violencia de la tauromaquia
“El año pasado salté solo y me rompieron los dientes. Esta vez hemos saltado treinta. Quizás el año que viene seamos trescientos y suspendamos la corrida”, asegura Óscar del Castillo, de Gladiadores por la Paz, uno de los activistas que ha saltado al ruedo este sábado en Las Ventas
Los activistas fueron detenidos por la Policía el sábado por la noche en la propia plaza y todavía permanecen en la Brigada Provincial de Información de Madrid
El caballo de Nietzsche
Decenas de activistas procedentes de varias comunidades autónomas se han unido a la organización antitaurina Gladiadores por La Paz y han protagonizado esta noche un masivo salto al ruedo en la madrileña plaza de Las Ventas, prácicamente vacía de público, durante el Certamen Internacional de Novilladas Nocturnas.
Con esta nueva acción pacífica una treintena de activistas han irrumpido en el coso para exigir al mundo de la tauromaquia que deje de matar. Entre los defensores de los derechos de los animales que esta vez han saltado al ruedo se encontraban dos de los bomberos de Leganés a los que hace unos meses el Ayuntamiento de ese municipio abrió un expediente por respaldar públicamente una manifestación que exigió la abolición de la tauromaquia.
Junto a ellos saltaron administrativas, veterinarios, camareras, autónomos, parados, etc. “Toda una amplia muestra de la sociedad, para demostrar que la lucha por la abolición no es de unas pocas, la lucha es de todas”, explica Kontxi Reyero, presidenta del Colectivo Antitaurino Animalista de Bizkaia, fundadora e ideóloga del Partido PACMA y la más veterana de los activistas que han saltado hoy, ya que cuenta con 25 años de lucha contra la tauromaquia a sus espaldas.
Óscar del Castillo, fundador de Gladiadores por La Paz y uno de los activistas que han saltado al coso, sostiene: “Esta acción representa desde el ruedo la creciente demanda de la sociedad por la abolición de la tauromaquia. El año pasado salté solo y me rompieron los dientes. Esta vez hemos saltado treinta. Quizás el año que viene seamos trescientos y suspendamos la corrida”.
Del Castillo recuerda la agresión sufrida el año pasado a manos de la cuadrilla y el apoderado del torero Luis Miguel Encabo. Tras un salto en solitario en esta misma plaza, recibió una paliza que incluyó patadas por todo el cuerpo, la cabeza y la cara. Uno de esos golpes le hizo perder un diente incisivo.
Este salto, como todos los anteriores que ha realizado Gladiadores por la Paz, se ha llevado a cabo de una forma absolutamente pacífica y evitando cualquier riesgo para el novillero y su cuadrilla, ya que la acción se ha realizado antes de iniciarse el festejo. Los activistas portaban camisetas con un mensaje claro: “Stop Cruelty” y “Dejad de matar, por favor”, ya que ésta es la principal demanda que formulan con esta protesta. “El lema de esa acción representa que la tauromaquia es la única responsable de la muerte de personas y animales. Si por nosotros fuera no se produciría ninguna porque la tauromaquia estaría abolida”, afirma Del Castillo.
Los activistas denuncian que la empresa gestora de Las Ventas ha obsequiado a menores de 16 años con entradas para el festejo. “Recordamos que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU insta a alejar a los menores de la violencia física y mental de la tauromaquia. Pero parece que esto les da igual con tal de conseguir relevo generacional”, apunta Kontxi Reyero.
Los bomberos que han participado en la acción, Charles Rodríguez y Daniel González, mantienen su posición a pesar de las críticas y de las amenazas: “Es nuestra obligación como profesionales socorrer bienes, personas y animales dentro y fuera de nuestro trabajo. Y, evidentemente, en la plaza hay un animal que está siendo torturado por diversión aunque lo disfracen de arte y de cultura”. “Realizamos este acto pacífico para reivindicar la necesaria lucha contra el maltrato animal y hacer un llamamiento a los demás funcionarios públicos a expresarse libremente sin ceder a las presiones políticas y al lobby taurino”, añaden.
Agustín González, veterinario que también ha saltado al ruedo, afirma: “Como veterinarios cuya función es velar por el bienestar animal, nos oponemos rotundamente a la tauromaquia: un 'festejo' cuyo objetivo es causar muerte y sufrimiento a un animal, un 'festejo' que consiste en ir mermando las condiciones físicas de un toro, mediante unos artilugios muy dolorosos que le producen roturas musculares, de tejidos y grandes pérdidas de sangre, para concluir en una muerte lenta y agónica por asfixia con su propia sangre”.
Óscar del Castillo concluye: “Quiero preguntar a los taurinos si el hecho de que mueran toreros y aficionados no les parece suficiente motivo para abolir esta cruel tradición. Mientras tanto, nosotros seguiremos luchando por un mundo mejor para todos, saltándonos las leyes injustas que permiten el maltrato animal legalizado, hasta que este sistema vea que esas leyes no encajan en una sociedad evolucionada”.
Tras el salto los activistas han sido retenidos por la policía en la propia plaza y después han sido trasladados detenidos a comisaría. Los 29 permanecían este domingo en la Brigada Provincial de Información de Madrid y están acusados de desórdenes públicos.
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El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.