China y Nepal se alían para que Kilian Jornet no bata el récord del Everest (Día de los Inocentes)

Después del último récord de Kilian Jornet en el Aconcagua, de donde el pasado 24 de diciembre subió y bajó en 12h 49m, las autoridades alpinas de China y Nepal han comenzado a urdir un plan para que no pueda batir también el récord en el Everest, como proyecta hacer en la primavera de 2015. En una grabación lograda con un teléfono oculto BQ–fucking Spaniards, que ha sido difundida por Wikipeaks en exclusiva para Campobase Today, se escucha cómo responsables de ambas entidades, comisionados por sus gobiernos, desgranan medidas durante una reunión secreta celebrada en la dudosa localidad de Lupan-Ar. Algunas ideas parecen peregrinas, pero otras seguramente podrían dar al traste con el perseguido récord. Su consigna: en el techo del mundo los récords los baten ellos y esperan que los occidentales asuman su rol principal de los últimos años, pagar el permiso y chupar cuerda y oxígeno.

Tampoco hay que descartar que ésta sea una filtración interesada. Posiblemente conocían la existencia del teléfono grabándolo todo –ya en el pasado han detectado métodos similares– para que Kilian sepa donde se mete y desista antes de empezar. “Mejor que ni venga”,  se oye en algún momento de la grabación, “es un tío que no tiene respeto por nada, en lugar de estar con la familia en Navidad, se va al Aconcagua”.

Entre las medidas que piensan adoptar está colocar a alpinistas sombra. Subrepticiamente, los servicios secretos de ambos países han comenzado a buscar gemelos idénticos, o simplemente parecidos para rematar el trabajo con cirugía estética. Uno partirá detrás de Kilian y otro esperará escondido, dispuesto a sustituirle, en algún punto estratégico. Con las similitudes del ADN podrán demostrar que son el mismo.

Tampoco se descarta el clásico de introducirle piedras en la mochila, pero esta idea podría no ser efectiva ya que quién sabe si llevará mochila o irá con lo puesto. Esta duda surgió cuando los reunidos contemplaban el vídeo del Cervino, de donde en 2013 subió y bajo en 2h 52m, en pantalón corto y camiseta, sin mochila y sin nada. “Por lo menos no lleva esas espantosas mallas de color blanco de otras veces” se escucha en medio de un silencio atónito.

Los reunidos demostraron conocer su gran capacidad para las bajadas, donde termina de marcar las mayores diferencias. Comenzaron por: “No sólo le vamos a impedir que coja atajos, también pondremos una limitación de velocidad, o un cartel o un tío que le meta miedo para que no corra como un rebeco donde hay que llevar cuidado porque si te caes te matas”.  Sin embargo, finalmente, parece que le dejarán que haga lo que quiera y como coja algún atajo, le quitarán el récord. “Le diremos ”¡has hecho trasqui, has hecho trasqui!“, y le descalificamos por ”recto ilegal“ como hicieron en Estados Unidos en 2012”.

Además, contemplan varias medidas estructurales. En aras nuevamente de la seguridad podrían obligarle a subir con oxígeno, quiera o no. “Ya nos las apañaremos para llenar la botella con gas de la risa, y a ver si es capaz de batir el récord descojonado”. También tendrán preparados argumentos ecológicos apelando a la conservación del manto nival para que se vea obligado a seguir la huella marcada, que curiosamente hará algún kilométrico zizag. Otras son más sucias: “Como le dé un apretón y le cojamos cagando, le detendremos por dejar residuos en la montaña, y le denunciaremos porque éste es un grave problema ecológico del Everest”. En la grabación se escucha cómo interrumpieron con aplausos y risas este acción que implicaría que Kilian tenga que subir y bajar no sólo muy presionado, sino también con todo hecho desde abajo.

Por último, los chinos crearon un subcomité para contactar con su departamento de meteorología y averiguar qué hay de cierto en el rumor de que ellos provocaron el marrón que hizo desistir a Kilian del récord del Elbrus en 2013. De confirmarse, serán requeridos para provocar y enviar tormentas a su paso, y ya de paso engrasarán el tema para enviar rayos y truenos a los próximos estudiantes que se manifiesten por la democracia en Hong-Kong.

Mientras todo esto ocurría en una habitación secreta de un lodge subterráneo de la recóndita Lupan-Ar, en el exterior un grupo de monjes de distintas religiones y ritos ponían velitas a los dioses del Qomolangma, o Sagarmatha, y sin dudar también a Santa Rita.