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Vía ‘Pany’ en el Peñón de Ifach

Peñón de Ifach

Por José Antonio Carrascosa

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El Parque Natural del Peñón de Ifach es un espacio natural protegido situado en el municipio costense de Calpe, en la provincia de Alicante. Fue declarado por primera vez Parque Natural por el gobierno valenciano en enero de 1987, con una superficie de 45 hectáreas. Posteriormente, en 2015 se amplió el límite de su protección hasta las 53,3 hectáreas.

Esta majestuosa mole calcánea constituye una de las últimas estribaciones de las cordilleras Béticas. Desde sus 332 metros de altitud podemos llegar a divisar las islas de Ibiza y Formentera en días claros y despejados.

La zona es refugio de numerosas aves, como el cormorán moñudo, el alcatraz, el halcón de Eleonora, el halcón peregrino o el vencejo pálido, aunque la verdadera protagonista es la gaviota, que no pasará desapercibida durante nuestra visita. Es por ser hábitat de tantas aves, que del 1 de abril al 30 de junio esté prohibida la escalada debido a la nidificación.

Es muy rico también en cuanto a flora, formada por una importante vegetación rupícola endémica, destacando la silene de Ifach, el tomillo o la herradura valenciana. En las paredes, la vegetación se especializa en colonizar grietas, fisuras y repisas, por lo que podemos encontrar éstas algo “sucias”.

A la localidad de Calpe se accede por carretera a través de la AP-7 (salida 64 Altea/Calpe), en la actualidad este tramo es libre de peaje, y la N-332.

Si bien, hace años podíamos aparcar en una explanada de tierra situada a las faldas del acceso al Peñón, en la actualidad ya no es posible, y alguna de las actuales zonas más próximas al acceso son de estacionamiento regulado, con lo que tendremos que abonar el importe antes de estacionar, si no queremos encontrarnos con una “receta” en los limpias de nuestro vehículo al regreso.   

Además de esto, añadir que desde 2020, para visitar el parque, ya sea para escalar o caminar, es obligatorio reservar cita previa a través del sitio web oficial del Parque Natural del Penyal d'Ifac, siendo gratuito, pero estando limitado a 300 personas al día, queriendo de esta forma restringir el número de visitantes, cosa que entenderéis a la perfección, cuando comprobéis lo deteriorado y enormemente resbaladiza que está la roca en la ruta “normal”, ahora llamada ruta “roja”, en la que han tenido que instalar nuevas cadenas en muchos tramos que nos sirvan de agarre, haciendo obligatorio llevar un calzado adecuado, descartando cualquier tipo de chanclas.

En el Peñón hay abiertas más de cincuenta vías, y aunque para escalar las vías ubicadas en su cara Sur no es necesario acceder a través del Centro de Interpretación del parque, donde existe un control de accesos con un torno, así como una fuente, la gran mayoría de las vías finalizan en la cumbre del Peñón, y su descenso se realiza por la ruta “roja”, es por ello que de bajada pasaremos inevitablemente por el control de accesos al parque, antes de abandonarlo.

Dicho esto, hoy os reseñamos, ‘La Pany’, una vía situada en su cara Norte, abierta en 1955 por Jordi Panyella y J. Salas, de corta aproximación, unos quince minutos caminando, fácil acceso, ubicado a escasos metros de la subida “normal”, de dificultad muy asequible y cómodas reuniones, en la que los dos primeros largos, tumbados y herbosos, dan paso a la verticalidad, y de roca algo menos lavada y resbaladiza de lo que es habitual en otras vías clásicas del Peñón, a pesar de ser de las vías más repetidas.

Nuevamente volvimos a utilizar los gatos Jett Crack de OCÚN los cuales nos dieron un resultado excepcional. Es cierto que al ser un gato “potente” con bastante aislamiento y tobillo alto para las fisuras pasamos calor pero lo compensamos con la comodidad y protección en los largos de diedro y fisuras de la vía (largo IV y Largo VI).

Sin duda, el Jett Crack de OCÚN es, probablemente, uno de los mejores gatos de pared que hemos probado y conforme pasan las horas de “vuelo” en distintas paredes, tipos de roca, etc, lo confirmamos.

Algo que nos gusta mucho es que a pesar de ser un producto direccionado a las vías largas y escalada en fisuras, es un gato de corte técnico con cierta curvatura con lo que dependiendo el tallaje que elijamos podremos tener un gato muy cómodo o de “apretar” en nuestros proyectos alpinos.

Aquí os dejamos la prueba que ya hicimos donde hablamos más en profundidad: Test gatos Jett Crack de OCÚN

FICHA TÉCNICA.

Vía ‘Pany’ en el Peñón de Ifach

DIFICULTAD: IV+

LONGITUD: 240 metros

NÚMERO DE LARGOS: 7.

EQUIPAMIENTO: Reuniones con dos chapas (una de ellas con argolla), excepto la última, justo debajo del vértice, que sólo tiene dos chapas. Algún parabolt en los largos.

MATERIAL: 10 cintas (largas), friends y fisureros.

APROXIMACIÓN: 15´.

TIEMPO APROXIMADO DE ESCALADA: 3 horas.

DESCENSO: 40´.

LARGO I (IV) 35m. 1 parabolt. Marcada canaleta/chimenea algo resbaladiza y con vegetación en la que buscaremos agarres a derecha e izquierda. Cuenta con un cordino en puente de roca al inicio, y más arriba, el único parabolt de este largo. El largo termina al salir a una cómoda repisa a nuestra derecha, después de sortear una placa algo desplomada, protegida por un par de cordinos que envuelven unos bloques empotrados.

LARGO II (III+) 50m. Salir a la derecha de la reunión por una repisa y seguir los puentes de roca equipados con cordinos por terreno sencillo sorteando zonas de vegetación.

LARGO III (IV+) 30m. 3 parabolt. La vía pierde la vegetación de los dos primeros largos. Desde la reunión divisamos un parabolt hacia donde nos dirigiremos, para después afrontar una travesía a izquierdas, con buenos agarres de manos y apoyos de pies, y protegida por dos parabolts.

LARGO IV (IV+) 25m. 1 parabolt. La vía gana en verticalidad y entramos en un diedro de buenos agarres que se afronta sin demasiada dificultad para salir a derechas a una cómoda repisa donde se encuentra la reunión.

LARGO V (IV) 25m. 1 parabolt. Nos dirigimos en travesía diagonal a derecha hacia un espolón con un pequeño paso al final, protegido por un parabolt.

LARGO VI (IV+) 40m. Fisura vertical hacia la izquierda que se deja proteger.

LARGO VII (IV+) 35m. 1 parabolt. Salida vertical hacia derecha que en poco se convierte en una trepada. Opción de montar la última reunión en dos chapas o sobre el vértice geodésico de cima que se encuentra pocos metros por encima.

Como conclusión, si bien es cierto que asociamos el Levante como zona para escalar en otoño o invierno, os aseguramos que en verano, dada la orientación de esta vía, madrugando un poquito, eso sí, podemos hacer la vía completa en sombra, frío no vamos a pasar, y debido a la humedad, sudaremos algo, pero os podemos asegurar que si además sopla algo de brisa, la escalada es muy agradable, y una vez finalizada podemos rematar la jornada con un chapuzón en la calita de aguas cristalinas que tenemos a vista durante el ascenso, una buena paella y una gran jarra de cerveza. ¿Se puede pedir más?

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