El periodista Fran Díez presenta su nueva colección de relatos con el fútbol como eje narrativo
'Líbranos del fútbol' es el último trabajo del periodista santanderino Fran Díez, que retoma la temática futbolera en esta nueva colección de relatos. Ya publicó 'La dictadura del fútbol' en 2014 con cuentos sobre este deporte como telón de fondo. Otras de sus obras, como los tres volúmenes de anécdotas del Racing o 'El balón quema, la grada arde', abordaban también el mundo del balón desde otra perspectiva más real e histórica.
En 'Líbranos del fútbol' se presenta la cara más desconocida de este deporte sumergiéndose en las cloacas del negocio: violencia, corrupción, amaños o presidentes megalómanos. Son relatos de perdedores, aunque marquen muchos goles o triunfen en sus empresas. Siempre con ironía y bastante crítica soterrada, también con humor en muchas situaciones disparatadas o con elementos fantásticos.
Es una colección de doce relatos de un fútbol diferente, en el que la vida y la muerte se pasan el balón al espacio para que corra la banda. “Ahora que hay fútbol a todas horas y todos los días seguro que hay muchas personas que piden que les libremos del fútbol muy en serio. En el libro cuento historias muy diferentes y variadas en temática con la excusa del deporte. El fútbol lo magnifica todo y sirve de espejo deformante para reflejar lo peor y lo mejor de nuestra sociedad. Un futbolista surgido de la pobreza más extrema termina conduciendo un Ferrari y eso es siempre es un material muy bueno para ficcionar”, relata el autor.
La obra incluye algunos invitados muy conocidos de otros universos ficticios: un veterano delantero español que ficha por el equipo de soccer de Gotham o un caso futbolero para Sherlock Holmes en los albores del fútbol.
En estos cuentos de fútbol en la tradición de maestros como Roberto Fontanarrosa, Osvaldo Soriano o Roberto Sacheri la realidad más loca juega en el mismo equipo que la fantasía. “El futbolista salvadoreño Mágico González decía que él había respetado mucho al fútbol y poco a sí mismo. A veces, sin querer el fútbol es capaz de hacer mucho daño. Así que con todo el amor del mundo al balón: Señor, líbranos del fútbol, amén”, concluye el autor.
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