La factura del año COVID en Cantabria: más hogares sin ingresos, productos básicos más caros y un Ingreso Mínimo Vital que solo llega al 10% de los más vulnerables
El primer año de la COVID en Cantabria ya ha empezado a pasar factura: 1.000 hogares más sin ingresos por actividad laboral, productos básicos de consumo más caros y un Ingreso Mínimo Vital que apenas ha alcanzado al 10% de las familias más vulnerables.
Comisiones Obreras de Cantabria (CCOO) ha denunciado hoy que, según un informe del Gabinete Económico Confederal con datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en 2008 había en Cantabria 3.000 hogares sin ingresos laborales, un número que se ha disparado hasta los 7.000 en 2019, a los que, además, habría que subir mil más en los últimos doce meses. Unas cifras que marcan un incremento del 137% desde 2008, y del nueve por ciento en el último año.
Desde el sindicato se ha señalado que el aumento de los hogares pobres durante la pandemia del coronavirus se ha visto agravado por la carestía del precio de los alimentos (el 2,6% en Cantabria) y el hecho de que el Ingreso Mínimo Vital (IMV) no esté llegando a los hogares vulnerables (apenas al 18% de los potenciales en nuestra comunidad según una estimación del Gabinete Económico de CCOO a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2018).
El informe elaborado por CCOO denuncia que transcurrida más de una década de la crisis de 2008 todavía no se han logrado reducir los altos niveles de pobreza y recuperar la situación previa al estallido de la burbuja inmobiliaria, una situación fruto de los recortes y la despreocupación de la política gubernamental por la desigualdad y la pobreza durante la crisis y la recuperación posterior.
“De nuevo vuelve a llover sobre mojado porque sobre esa precaria realidad es sobre la que más ha impactado la pandemia. Los más vulnerables siempre son los que pagan el pato y en un Estado social y de Derecho como el nuestro debería garantizarse la vida digna de las personas”, ha señalado Rosa Mantecón, secretaría de Política Social de CCOO de Cantabria.
Alimentos más caros
El encarecimiento del precio de los alimentos ha sido de un 2,6% a nivel regional, el mismo porcentaje nacional. “No obstante, tenemos que tener en cuenta que alimentos y bebidas, junto con el pago de la vivienda y de los suministros básicos, constituyen el principal componente de la cesta de la compra de los hogares con menos ingresos, mientras que en los hogares de mayores ingresos el consumo se distribuye entre un mayor número de bienes y servicios”, ha apuntado Mantecón.
De este modo, el precio de los alimentos y de las bebidas no alcohólicas ha aumentado en Cantabria de forma importante durante la pandemia, impactando en mayor medida en la capacidad de compra de los hogares más vulnerables por su menor capacidad de absorción de estas subidas. Así, en la Comunidad Autónoma las frutas frescas han aumentado un 7,2%, la carne de porcino un 4%, el pescado fresco y congelado un 4,6% y las legumbres y hortalizas frescas un 6,1%.
En Cantabria las frutas frescas han aumentado su precio un 7,2%, la carne de porcino un 4%, el pescado fresco y congelado un 4,6% y las legumbres y hortalizas frescas un 6,1%.
El IMV no alcanza más que al 10% de los hogares pobres
Por último, el informe señala que nueves meses después del inicio de la pandemia solo tienen reconocido el ingreso mínimo vital el 10% de los hogares pobres previstos de Cantabria, un 20% a nivel nacional. Para Rosa Mantecón, “la burocracia administrativa está ahogando a los hogares más vulnerables y a todas luces queda demostrado que no se está dando la respuesta y la solución que se esperaba. Desde CCOO pedimos a la Administración que agilicen todos los trámites para que las familias necesitadas tengan garantizado ese salario social que las ampara”.
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