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Paseos peatonales para andar más seguros y mejor: la cuenta pendiente de Obras Públicas que ya es una realidad

El consejero de Obras Públicas, José María Mazón, en la senda peatonal entre Arroyo y Villanueva.

Blanca Sáinz

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La Consejería de Obras Públicas ha tratado la realización de paseos peatonales que mejoren la seguridad vial como una necesidad. Por ello, y cerca de concluir la legislatura, han confirmado la realización de cerca de 200 kilómetros de estas infraestructuras que tienen como fin unir a los pueblos de forma segura y evitar los desplazamientos en coche.

El fin del Gobierno era perpetuar esa “costumbre cántabra” de pasear entre barrios, pero mejorándola con más seguridad. Por ello, han decidido construir nuevos paseos peatonales anejos a las carreteras y aceras, para incentivar aún más el objetivo de cero accidentes.

Sin descuidar las buenas prácticas ambientales, desde el Ejecutivo están realizando proyectos inminentes como el del paseo Liérganes-Presa sobre el río Miera, el de Liencres hasta la playa, la travesía de Cóbreces, el paseo Monegro-La Costana, Galizano hasta la playa, Guarnizo-Solía o el de Casasola hasta el camping de Comillas.

A estos hay que sumarles las obras que ya han sido terminadas, como el paseo peatonal que une Valle y Sopeña, que ha acabado con la problemática de tener que circular por el arcén. Tal y como ocurre en este caso, las zonas rurales han sido las más beneficiadas con esta mejora de las infraestructuras, ya que han podido ver como esta nueva facilidad les sumaba calidad de vida.

La despoblación y la unión entre pueblos

Favorecer la cohesión territorial y evitar la despoblación han sido las otras dos medidas que le sirvieron a la Consejería para lanzarse sobre el proyecto, aunque otra importante impulsora ha sido el medio ambiente. Tal y como indican desde este departamento, “dejar el coche en casa para trayectos sencillos y cotidianos tiene una repercusión directa sobre el medio ambiente y el ahorro familiar”, sostienen.

Desde el Ejecutivo señalan que esta medida suele ser una de las más aplaudidas por los cántabros por su costumbre de caminar por la carretera por lo que se ha convertido “en una de las prioridades del Gobierno regional”. El objetivo a partir de ahora será “integrar todos los pueblos de una forma segura y reduciendo la accidentalidad producida por el tránsito en tramos inadecuados para el peatón”, han concluido.

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