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El Gobierno de Cantabria pagó 115.000 euros por ocho publicaciones en las redes sociales de Enrique Iglesias

Enrique Iglesias durante un concierto.

Rubén Alonso

La Consejería de Turismo del Gobierno de Cantabria, a través de la Sociedad Año Jubilar Lebaniego, pagó 115.000 euros por ocho menciones de Enrique Iglesias en redes sociales sobre el concierto que el propio artista realizó en Santander el pasado 15 de julio (que finalmente resultó un fiasco). Concretamente, fueron tres inserciones en Twitter, tres en Facebook y dos en Instagram en sus cuentas realizadas entre el 16 y el 19 de julio.

Así lo revela el informe de valoración sobre acciones en redes sociales al que ha tenido acceso este medio, en el que la sociedad Market Insider S.L. afirma que el valor de mercado de esas acciones es de 120.000 euros. Asimismo, el Gobierno subraya para justificar esta cifra que el cantante tiene 70 millones de seguidores y que la interacción lograda por estos perfiles superó en más de 10.000 las publicaciones realizadas. 

La Sociedad Año Jubilar Lebaniego, empresa pública creada para conmemorar este evento, suma más de 230.000 euros en pérdidas, sin contar los gastos derivados de los conciertos de Enrique Iglesias y Jean Michel Jarre -actuaciones estrella del Año Jubilar-, cuya cuantía el Ejecutivo cántabro se niega a desvelar al estar sujeta a una cláusula de “confidencialidad”.

Tanto el máximo responsable de la Consejería de Turismo, Francisco Martín, como el presidente de la comunidad autónoma, Miguel Ángel Revilla, han reiterado en diversas ocasiones que los conciertos no han supuesto el desembolso ni un euro de dinero público y que han sido sufragados con patrocinios privados. 

Sin embargo, la empresa pública dependiente de la Consejería de Turismo ha realizado ocho transferencias opacas a la productora Cantabria Internacional Events, responsable de ambos conciertos, tal y como desveló eldiario.es. Esta empresa fue creada con el capital mínimo exigido por ley -3.000 euros- pocos meses antes de celebrarse las actuaciones, en octubre de 2016.

La sostenibilidad de la Sociedad Año Jubilar Lebaniego ha estado en entredicho,  llegando a tener que ser rescatada por Cantur -otra sociedad dependiente de la Consejería de Turismo-, con un préstamo de 2,5 millones de euros. A día de hoy tan solo ha recaudado poco más de 1 millón de euros de los 15 fijados como objetivo por el titular de Turismo.

El Gobierno de Cantabria (PRC-PSOE) consiguió tumbar en el Parlamento el pasado mes de septiembre una propuesta del grupo popular que instaba al Ejecutivo a hacer públicos todos los contratos de patrocinio de Enrique Iglesias y Jean Michel Jarre. Podemos anunció entonces que acudiría a los tribunales si la Consejería no facilitaba toda la información. 

Durante el debate parlamentario, Miguel Ángel Revilla señaló que si al final el Año Jubilar “no nos cuesta nada será para tirar cohetes” y afirmó que no le interesa cuánto dinero va a costar sino el “excelente resultado que ha tenido”. 

Otras acciones

Ante estos hechos, el PP registró a principios de septiembre en el Parlamento de Cantabria una petición al Gobierno  en la que reclamaba documentación justificativa de las acciones efectuadas dentro de esta campaña contratada con esta empresa -propietaria en exclusiva del artista para su promoción en medios de comunicación de España y redes sociales dentro y fuera del país-, una información que ha remitido esta semana a la Cámara.

En el propio contrato se señala que la empresa se compromete a realizar una campaña de divulgación durante el concierto de Enrique Iglesias en Santander el 15 de julio de 2017 consistente en dos inserciones en redes sociales del artista, con 145 millones de impactos estimados, y 40 publicaciones en Sony Music por todo el mundo con 85 millones de impactos estimados.

Además, lo contratado incluía también una campaña de promoción en 5.000 radios extranjeras de 40 países y 80 españolas, y la filmación de una pieza audiovisual para enviar a 90 televisiones del extranjero y 12 españolas, una información que no se ha remitido. Según el director de la sociedad Año Jubilar, Manuel Bahíllo, se ha solicitado a la empresa que le aporte más información sobre el conjunto de acciones llevadas a cabo.

Por su parte, el diputado del PP Santiago Recio, que fue director general de Turismo de Cantabria en la pasada legislatura bajo el Gobierno de Ignacio Diego, ha insistido en que en el informe presentado “únicamente se concretan estas ocho inserciones”, que se llevaron a cabo en los días posteriores al concierto.

También, el dirigente popular ha llamado la atención sobre la fecha del informe de Market Insider (26 de septiembre), por lo que lo considera hecho “ad hoc” para dar respuesta a la solicitud de documentación hecha por el PP.

En el contrato, se señala que “a la finalización de las acciones contratadas” debería remitirse a la Sociedad Año Jubilar de “un informe justificativo de las mismas, al que se adjuntarán todos aquellos documentos que se consideren oportunos como prueba de su realización” y se advierte de que el incumpliento de esto obligaría a la empresa a devolver las cantidades que le han sido abonadas.

También se afirma que la “realización parcial de las acciones contratadas da lugar a la restitución de la cantidad correspondiente a las acciones no realizadas por el contratista”.

Decepción

El concierto de Enrique Iglesias se celebró el pasado mes de julio en Santander en lo que pretendía ser el evento estrella en la conmemoración del Año Jubilar Lebaniego. La Consejería de Turismo presumió en reiteradas ocasiones de la repercusión y trascendencia internacional que podía tener para Cantabria la actuación del popular cantante en la que fue su única visita a España en su última gira. 

Sin embargo, las buenas expectativas decayeron el día de la actuación cuando concluyó con una sonora pitada por parte del público. Y es que el espectáculo empezó con media hora de retraso y duró menos de lo esperado -tan solo hora y media-, acabó sin los habituales bises y sin que el artista se despidiera.

Todo ello provocó un aluvión de criticas a través de las redes sociales e, incluso, reclamaciones por parte de los asistentes solicitando la devolución del precio de las entradas.  

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