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El PRC de Santander podría apoyar el presupuesto si PP y Cs aceptan reformarlo para incluir un II Plan de Choque contra la COVID

El portavoz regionalista, rodeado de sus cuatro ediles.

elDiario.es Cantabria

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El grupo municipal regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha pedido al equipo de gobierno que paralice los plazos establecidos en el calendario de tramitación del presupuesto, al objeto de que retire su presupuesto “que sólo servirá para pagar facturas, nóminas y poco más”, e incluya un Plan de Choque, para dar solución real a las consecuencias de la pandemia y “no con meros retales”.

Así lo anunció el portavoz regionalista, José María Fuentes-Pila, esta mañana, asegurando que el PRC está dispuesto a sentarse y negociar con el equipo de gobierno, “siempre y cuando presenten un presupuesto cercano a la realidad actual, ya que este equipo de gobierno ha demostrado que su incapacidad revierte en la redacción de un presupuesto incapacitado, un presupuesto artificial que no se cumplirá, como no se ha cumplido ninguno de los anteriores”.

Fuentes-Pila argumentó que la postura del equipo de gobierno de dejar fuera del presupuesto un II Plan de Choque para más adelante, es un “auténtico disparate” ya que esa tardanza se convertirá en “mordaza de su propia puesta en práctica”.

“Creemos que el presupuesto de PP-Cs es un documento para cumplir el trámite, además de reflejar dos gobiernos, el gobierno del PP y el gobierno de Ciudadanos y sus desavenencias. Solo han pensado en repartirse el dinero de cada concejalía y lo que no se puede consentir es que pretendan arreglar sus incapacidades con los remanentes”.

El portavoz regionalista ha lamentado haberse encontrado con un presupuesto “copia y pega” del anterior, incapaz de entender y atender la realidad de Santander en crisis sanitaria y post crisis. Por ello ha justificado que ante esta situación “preferimos un presupuesto prorrogado y no éste”.

“Se trata del presupuesto mayor de la historia de este ayuntamiento y sin embargo refleja datos tan significativos como un descenso del 15% en inversiones reales y un grado de ejecución de las mismas de tan sólo el 22%”.

Se trata del presupuesto mayor de la historia de este ayuntamiento y sin embargo refleja datos tan significativos como un descenso del 15% en inversiones reales y un grado de ejecución de las mismas de tan sólo el 22%

Asimismo enumeró que dicho documento perpetúa partidas que no se gastan y “que sirven de colchones para la improvisación”, no recoge proyectos tractores ni ideas transformadoras y sigue una línea tendente a un modelo de ciudad agotado.

Asimismo indicó que el equipo de gobierno “ya empezó mal” presentando una fórmula presupuestaria que no atiende en primera instancia los efectos de la pandemia, no se adapta al contexto actual ni a las necesidades de Santander, ni a la de los santanderinos, ni a las del tejido empresarial y social de la ciudad; es un documento carente de sensibilidad ya que debiera haber integrado un II Plan de Choque tal y como viene defendiendo el PRC, “puesto que las consecuencias de la pandemia no pueden esperar a la redacción de otro plan, y no incluirlo en el presupuesto sería una oportunidad perdida y es un presupuesto que no atiende lo urgente del momento”.

“Podemos aceptar que en marzo la pandemia determinara tomar medidas urgentes sin saber realmente la eficacia de las mismas. Pero es intolerable que después de 10 meses, el presupuesto sea ajeno a las consecuencias de la crisis que pueden llegar a ser demoledoras para familias, comercios, etc. Ni siquiera tenemos la evaluación del primer plan de choque y nos plantean un plan de choque a través de los remanentes, posiblemente porque en ausencia de políticas claras para la ciudad, ahora que pueden gestionar sin camisas de fuerza económicas, no son capaces de hacerlo”, indicó.

Indefinición presupuestaria

Fuentes-Pila apuntó que una vez revisado el presupuesto por partidas, éstas arrojan una mirada de la “mediocridad” del mismo, al no atender las necesidades de los santanderinos en un momento concreto de crisis y con una realidad manifiestamente evaluable:

“Existen una serie de partidas que resultan impresentables por su indefinición y cuya supresión, unos 5.5 millones de euros, pudieran destinarse a dicho Plan frente a los 200.000 euros que han marcado para hacer frente al COVID”.

Los regionalistas insisten en que la única solución para sacar adelante el presupuesto 2021 es un nuevo presupuesto, un presupuesto COVID que recoja ese Plan de emergencia, un plan de justicia social, “en definitiva un presupuesto preventivo, riguroso, y realista, un presupuesto palanca que contemple el segundo plan de choque de Santander”.

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