Comidas navideñas en fiambreras o recogidas de alimentos a través de bonos: así se adaptan las ONG al coronavirus por Navidad
Tras más de nueve meses de pandemia queda más que patente el incremento de dos asuntos normalmente relacionados, aunque sin obligación de tenerse el uno al otro: la pobreza y la solidaridad. Y resulta indiscutible admitir que la segunda de ellas suele crecer durante el periodo navideño por ser un momento “para compartir”, como citan los grandes eslóganes publicitarios. Sin embargo, después de un 2020 de lo más caótico, las ONG temen que lo que venga después del 6 de enero acabe siendo peor que lo visto hasta ahora, por lo que han puesto todo su empeño en sacar adelante unas campañas navideñas renovadas y adaptadas a la COVID-19.
El mejor ejemplo se puede encontrar en el Banco de Alimentos de Cantabria, donde su famosísima 'Gran recogida' ha cambiado los kilos de comida en el súper por la compra de bonos que se traducen en crédito para comprar alimentos. “Esto nos supone más trabajo administrativo y organizativo, pero es más cómodo y preciso a la hora de comprar aquello que necesitamos”, cuenta Marcela Calle, coordinadora de esta entidad.
Y como cuenta la trabajadora de la organización, la solidaridad “se ha notado”, puesto que gracias a las donaciones conseguidas durante el mes de diciembre se ha conseguido completar una reserva de alimentos “preparada para lo que pueda venir después”. “Queremos ser positivos y pensar que con la vacuna las cosas mejorarán, pero estamos preparados para atender todas las demandas de alimentos que, probablemente, llegarán entre enero y febrero... Creemos que hasta que la situación comience a estabilizarse, esto seguirá aumentando”, explica Calle.
No obstante, tal y como explica Jesús Castanedo, director de la Cocina Económica de Santander, en estos momentos la curva de asistencia ya está “disparada”. “Estamos superando el número de personas que teníamos en pleno estado de alarma”, revela. Algo que en su caso no han podido suplir con voluntarios “por prudencia y cuestiones sanitarias”, aunque la oleada de solidaridad les ha llegado de otra manera: “Muchísima gente de Santander no solo está colaborando, sino que se está volcando con nosotros... Quizá ahora haya más detalles por ser Navidad, pero desde el inicio de la pandemia se ha notado mucho que ha aumentado la solidaridad”, asevera el director de la ONG.
Ellos, acostumbrados a ofrecer las comidas y cenas en su comedor, se han tenido que acostumbrar durante los últimos meses a cambiar esas reuniones por fiambreras. Ocurre lo mismo durante Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes, unas fechas que solían reservar para disfrutar unidos, pero que esta vez tendrán que celebrar de forma separada. “Por protocolo COVID no se puede entrar en el comedor, así que daremos en táperes la comida, la cena y el desayuno del día siguiente en un horario fijo, vamos, lo que hacemos normalmente pero con la diferencia de que en Navidad las comidas son más especiales”, explica Castanedo.
Por lo que por el momento, las ONG centrarán sus esfuerzos en superar estos días de celebración aunque sin perder de vista lo que podría venir después. “No sabemos lo que va a pasar, pero que todo el mundo tenga claro que vamos a atender a todo el mundo porque nos vamos a volcar”, concluye el director de la Cocina Económica.
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