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La FP se impone en un mercado laboral que cada vez requiere más especialización: “La 'titulitis' universitaria tiene que desaparecer”

Alumnos del Ciclo Superior de Desarrollo de Aplicaciones Web, en el IES Augusto González de Linares.

Blanca Sáinz

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El 90% de los alumnos de Cantabria que terminan un ciclo de Formación Profesional (FP) consiguen un trabajo o continúan ampliando su formación a los seis meses de haberse titulado. De esta forma, el 38% deciden seguir estudiando, el 52% se introduce en el mercado laboral, lo que supone un crecimiento de seis puntos respecto al año previo, y el 10% se encuentran inactivos.

Estos datos están extraídos del Informe de Inserción Laboral elaborado por la Consejería de Educación y Formación Profesional de Cantabria y también ponen en evidencia otras cuestiones, como que los ciclos superiores tienen una inserción mayor, con el 60%, mientras que en los ciclos medios este porcentaje disminuye hasta el 43%. De igual forma, hay familias profesionales que poseen una inserción plena o muy, muy alta. Este es el caso de Marítimo-Pesquera, Edificación y Obra Civil, Instalación y Mantenimiento, Electricidad y Electrónica o Informática y Comunicaciones.

Aunque dejando de lado las familias profesionales y centrándose en ciclos, dos de los que tienen más salidas profesionales son el ciclo superior de Desarrollo de Aplicaciones Web y el ciclo superior de Acondicionamiento Físico. El primero de ellos se imparte en el Instituto de Educación Secundaria Augusto González de Linares, de Santander, y Juan Diego, su director, admite que pese a que tiene 90 plazas entre la formación presencial y a distancia, “mucha gente se queda fuera”: “Es una titulación con muchísima demanda por parte de las empresas y por parte de los alumnos, que lo ven como un ciclo muy atractivo”, explica.

Él estudió Informática en la Universidad y tras 23 años de carrera como profesor cada vez apuesta más por la Formación Profesional porque, tal y como reitera en varias ocasiones, cree que parte del motivo por el que hacen falta tantos titulados de ciclos formativos es por la 'titulitis' universitaria que se ha arrastrado durante varios años: “Que tanta gente haya hecho una carrera universitaria ha llevado a que haya muchos trabajadores sobrecualificados desempeñando trabajos propios de titulados en FP. Creo que la única forma de ajustarlo es que la FP se quite el sambenito de que es de malos estudiantes”, asevera.

No obstante, y preocupado por que se enfrenten ambos aprendizajes, destaca que no se trata de que aquel que quiera estudiar en la universidad no lo haga, sino de que deje de existir esa presión “en ocasiones familiar, en ocasiones social” que impulsa a todo el mundo a terminar realizando estudios superiores “porque la FP es una opción de segunda”.

Comparte su visión Antonio Sierra, que es profesor del ciclo de Desarrollo de Aplicaciones Web y que durante su época de estudiante pasó por la Universidad y por un ciclo de Formación Profesional. Este docente considera que continúa habiendo “mucho desconocimiento” sobre la FP y sobre la metodología tan práctica que aplica, que consigue que cada vez más graduados universitarios completen sus estudios de esta manera.

Precisamente, sobre la 'titulitis' anteriormente mencionada por Diego, Sierra considera que esta “tiene que desaparecer” en todos los ámbitos, y pone de ejemplo a las propias empresas: “Antes solo cogían a gente de la Universidad y ahora vas viendo que, cada vez más, te llaman y te dicen que quieren ir probando a alumnos de los ciclos a ver hasta dónde son capaces de llegar. El resultado es que por el momento todos han repetido, así que les debe ir bien”, argumenta.

Pero volviendo al ciclo que imparte, este docente considera que el “éxito” que ha tenido se debe al confinamiento, ya que obligó a muchas empresas a buscar nuevos métodos para seguir vendiendo y provocó, por tanto, que muchos se pasasen al mundo web. Así, cree que esta es la primera pieza que ha conseguido poner esta profesión sobre la mesa aunque admite que va a ser un trabajo con demanda “constante” de ahora en adelante: “Toda esta digitalización hay que mantenerla y habrá que actualizarla porque tampoco sabremos cómo será todo en diez años... Lo que tiene esta profesión es que requiere una actualización constante, y eso es garantía de empleo”, reitera.

Una de las estudiantes de este ciclo es Gina, una chica de 25 años que antes de entrar en Desarrollo de Aplicaciones Web se graduó en Administración y Dirección de Empresas (ADE) en la Universidad de Cantabria. No ver satisfecha su curiosidad y no tener grandes posibilidades profesionales fueron los motivos que le llevaron a formarse de nuevo: “Te encuentras con gente que ha estudiado la FP de Administración y Finanzas y que trabaja en el mismo puesto que tú habiendo estudiado cuatro años de carrera. Eso te cambia la visión”, revela con cierto desánimo.

En su caso, además de por gusto, sí que reconoce que valoró el hecho de que este ciclo tuviese salidas profesionales, así como que el trabajo en la Formación Profesional fuese más práctico: “Aquí nos dan los conocimientos que necesitamos para entrar en el mundo laboral. Creo que para trabajar es más útil hacer una FP. Sin embargo, para formarse más a nivel de estudios es preferible una carrera”, indica.

En cambio, y aun sabiendo que su futuro estará más cerca de los estudios que desempeña en la actualidad, Gina considera que estar graduada en ADE le ha servido para entender la digitalización desde el contexto económico de las empresas, algo que, considera, la diferenciará del resto.

Ciclo de Acondicionamiento Físico

Y otro de los dos ciclos más exitosos de Cantabria en cuanto a inserción laboral es el de Acondicionamiento Físico (AF). Impartido en el IES La Albericia desde hace cinco años, el centro fue uno de los precursores de España en cuanto a esta enseñanza, lo que generó que durante un tiempo acudiesen a Santander jóvenes de otras comunidades autónomas.

Esta formación tiene como objetivo convertirse en preparador físico, una profesión relativamente nueva que está cobrando especial importancia recientemente y que pone en evidencia que hacer ejercicio está de moda, algo que también se aprecia en la apertura de gimnasios así como en la demanda de entrenadores personales.

Dicha FP, según cuentan Adriana González, la jefa de estudios de Formación Profesional del instituto, y Pedro González, profesor del título, abarca unos estudios “específicos” dirigidos a un sector concreto, lo que supone una combinación perfecta para que tenga éxito. “El perfil de estos chicos es el perfecto para cualquier gimnasio porque lo cubren absolutamente todo. ¡Tienen hasta el título de Socorrismo”, cuenta el docente.

Por su parte, la jefa de estudios cree que con este ciclo “se ha dado con la tecla de un hueco que estaba sin cubrir”: “Nuestra pretensión es saber lo que necesitan las empresas para que los alumnos no tengan carencias y en este caso necesitaban un profesional polivalente con una formación amplia y variada, y es lo que les hemos dado”, explica antes de revelar la “cantidad” de alumnos que se quedan fuera de esta formación por falta de plazas.

“Estamos viendo que por parte de los jóvenes la FP ya no se ve como los estudios para la gente que no quiere hincar codos pero sigue quedando trabajo que hacer, sobre todo con las familias”, indica Pedro González. En el otro lado, Adriana González destaca que parte de por lo que los jóvenes han cambiado esta visión es por experiencias que han visto en su entorno: “Han visto experiencias de personas con títulos universitarios que no conseguían insertarse laboralmente y que han terminado trabajando en supermercados, y han comenzado a ver la FP como una alternativa. Creo que ahora somos más prácticos y realistas”, manifiesta.

Iker López, Diego Pérez y Raquel Fernández son tres de los alumnos del primer curso de Acondicionamiento Físico en el IES La Albericia. Los tres rondan los 19 años y en los tres casos reconocen que están aquí por una cuestión “puramente vocacional”. “Sabía que no quería ir a la Universidad y cuando terminé Bachillerato vi claro hacer un ciclo formativo, así que elegí algo que me gustase”, cuenta Iker López ante la atenta mirada de sus compañeros.

Cerca de él está Raquel Fernández, una deportista nata que ya está estudiando para sacarse el 'Crossfit L1', que es una acreditación para convertirse en entrenadora de Crossfit: “Este ciclo me servía para tener una base general y práctica sobre el deporte, y creo que me va a venir para el futuro porque hoy en día se está fomentando mucho la actividad física y cuidarse”, revela la joven que también trabaja en un gimnasio y es “muy consciente” de la demanda que hay de profesionales.

Por último, Diego Pérez insiste en que hay que cambiar la forma de ver la Formación Profesional “sobre todo por parte de las familias”: “Yo siempre he sacado buenas notas y me gustaba estudiar, y eso no tiene nada que ver con que no haya querido ir a la Universidad. Podría haber estudiado una carrera pero ahora saldré de aquí con 20 años teniendo muchísimos conocimientos prácticos sobre algo que de antes solo se podría hacer a través de la carrera”, señala.

Para terminar, los tres reflexionan sobre hacia dónde les gustaría dirigir su futuro, y aunque Diego e Iker creen que quizá les dé por opositar para bombero o guardia civil, Raquel tiene claro que estará en un gimnasio. Así, y pese a las diferencias en el mañana, lo que sí que comparten los tres es su negativa a ver el ciclo como un paso hacia estudiar en la Universidad: “Es que te siguen diciendo muchas veces que por qué no haces la carrera después y no lo entiendo. No nos interesa, ¿no? Por eso estamos aquí estudiando lo que nos gusta. No todo tiene que ser terminar en la Universidad”, apunta Raquel.

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