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El obispo emérito de Santander condena la pederastia y dice que en la Diócesis solo ha habido una “víctima de un cura”

El obispo emérito de Santander.

elDiario.es Cantabria

SANTANDER —

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El obispo emérito de Santander, José Manuel Sánchez Monge, ha condenado la pederastia en la Iglesia, ha pedido perdón por estos hechos “tan graves”, y ha precisado que en la Diócesis solo ha habido “una víctima de un cura”, mientras que los otros diez casos, denunciados todos por el Defensor del Pueblo, corresponden a congregaciones religiosas, y por tanto, no los tramita el Obispado.

A preguntas de la prensa sobre el informe del Defensor del Pueblo, que constata que en once centros de Cantabria se han registrado casos de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia, Sánchez Monge ha precisado que, de “estos abusos tremendos que nunca debieron suceder”, hay “una sola víctima de los curas relacionados con Santander”.

Porque mientras la Diócesis se ocupa de los sacerdotes y laicos, en el caso de los religiosos lo hace la propia congregación, la provincia y el general, aunque “ya se trabaja más conjuntamente” y de hecho ya están presentes en la Conferencia Episcopal, ha señalado.

El obispo emérito ha explicado que conoció el caso porque la víctima lo comunicó a un periódico y, “a pesar de que el cura ese hacía más de 10 años que había muerto y los últimos años estuvo en un psiquiátrico”, hizo una “pequeña investigación” y cuando vio que había “alguna posibilidad de que eso fuera cierto”, le llamó y le pidió perdón en nombre de la Diócesis.

“Me dijo que no quería ni denuncias, ni indemnizaciones, ni nada de nada; que él ya le había perdonado en su corazón y que estaba tranquilo, que únicamente quería que se supiera”, ha relatado.

Respecto a si sabía del resto de casos en Cantabria, los vinculados a religiosos, ha revelado que “algún superior provincial” que le fue a visitar le comentó “todo su dolor porque en su congregación ha habido algunos casos”.

En general, el emérito ha explicado que las diócesis han facilitado datos al Defensor del Pueblo a pesar de lo “difícil” de recabarlos porque “algunas víctimas tienen miedo y no acaban de superarlo”. Hay otras que “se deciden a comunicarlo” y quienes denuncian o no quieren hacerlo.

En cuanto a las recomendaciones del Defensor del Pueblo, Sánchez Monge ha asegurado que “muchas ya las venimos haciendo y seguiremos haciendo, pero tenemos que mejorar y tenemos que aprender. Esto es un tema que nos sobrepasa, que es nuevo para todos”.

El prelado, haciéndose eco de la Conferencia Episcopal, también ha pedido que las de la Iglesia no sean “víctimas privilegiadas”, en el sentido de que no tengan “un tratamiento especial, cuando las demás son víctimas igual y en otros ámbitos, y sobre todo donde se dan muchas más víctimas que en la Iglesia”.

“Lo que pasa es que hay un poco de concentración en este sector, pero no se puede dedicar a unas (víctimas) un Defensor del Pueblo y a las otras dejarlas indefensas. Tiene que ser para todos”, ha remarcado.

Sobre la reparación integral de las víctimas en Cantabria, ha asegurado que es “muy importante”, precisando que no solamente es económica, sino psicológica y espiritual porque “las víctimas son creyentes y lo viven también desde la fe” por lo que “tenemos que esforzarnos por pedir perdón, sentirlo de verdad; porque es una cosa muy grave que se ha hecho con gente indefensa, aprovechando una situación superior por estudios, por condición religiosa”.

La provincia eclesiástica que incluye a las diócesis de Santander, León, Astorga y Oviedo tiene una delegación para los abusos.

Sánchez Monge ha realizado estas declaraciones en la rueda de prensa para anunciar su renuncia y el nombramiento de Arturo Ros como nuevo obispo de Santander.

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