Nuevas ayudas para modernización y transformación de regadíos: cuándo y cómo solicitarlas

Las nuevas ayudas para la transformación y modernización de regadíos, convocadas por el Gobierno regional, podrán solicitarse a partir de este miércoles 5 de junio y durante tres meses, tras su publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.

El Ejecutivo ha destinado a estas subvenciones 29 millones con el fin de fomentar la mejora de la gestión de los recursos hídricos en la agricultura mediante el incremento del ahorro y el control del agua para, de este modo, obtener unas explotaciones más rentables que paralelamente inviten a la fijación de mano de obra en el medio rural.

El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha subrayado que se trata de un compromiso con los agricultores al inicio de esta legislatura. Ya en la primera convocatoria se beneficiaron 16 proyectos, a los que se sumarán los que lleguen ahora con la apertura de estas nuevas ayudas para la cual se podrán presentar las solicitudes hasta el próximo 5 de septiembre, frente a una legislatura pasada en la que no se destinó “ni un solo euro”.

Así, podrán beneficiarse de estas ayudas las comunidades de regantes u otras entidades de usuarios de aguas principalmente vinculadas al regadío que tengan concedidos derechos de agua para riego y que no ejerzan la actividad agraria.

De esta forma, Martínez Arroyo ha animado a las comunidades de regantes a que soliciten estas nuevas subvenciones, que pueden ser de hasta un 50 por ciento sobre inversiones máximas de diez millones de euros.

Entre las actuaciones que se fomentan figuran la promoción de la modernización y mejora del uso del agua en los regadíos existentes, la utilización de nuevas tecnologías o la puesta en riego de nuevas superficies.

También se podrán realizar inversiones en nuevas infraestructuras de riego y actuaciones sobre las estructuras hidráulicas existentes para evitar o reducir pérdidas de agua o para mejorar su eficiencia energética o la implantación y mejora de las instalaciones eléctricas vinculadas a los sistemas de riego con el objeto principal de optimizar la eficiencia y el ahorro energético, de la misma forma que quedan reflejadas aquellas actuaciones relacionadas con la captación, bombeo, gestión, medición y control de agua.