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REPORTAJE

Los asentamientos de temporeros en Albacete un año después de los brotes: sin agua potable ni medidas de higiene

Asentamiento de temporeros en Albacete.

Sandra Manzanares Lucas

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Cerca de 300 personas malviven en el laberinto de chabolas que conforman uno de los asentamientos de temporeros de la provincia de Albacete, donde trabajan distintas asociaciones y organizaciones para intentar cubrir las necesidades más básicas de estas personas en situación de extrema vulnerabilidad.

En los asentamientos el perfil es variado, pero en lo que sí coinciden estas personas es en que “viven con un miedo profundo y desconfianza”. Alrededor de un 30% son familias de origen rumano que se encuentran permanentemente en estos campamentos, “ya con un grado de arraigo alto, aunque con escaso nivel de integración”, explican desde la asociación sanitaria Medicusmundi. Cerca de un 60% son personas temporeras o migrantes de Marruecos, Argelia o países subsaharianos que buscan trabajar en el campo en la temporada de la recolecta y luego se desplazan a otras regiones donde empieza la temporada o emigran en busca de otros lugares donde tener mayores expectativas de vida.

Como señala Medicusmundi, el principal problema de estos asentamientos es la falta de agua potable, “lo que implica una ausencia de saneamiento o alcantarillado”. Por ello a las 300 personas del asentamiento les queda conculcado el derecho humano al agua y al saneamiento y la consecuencia directa de esta carencia se resume en gastroenteritis o diarreas, por no hablar de una general falta de higiene.

Las “viviendas” tampoco tienen un aislamiento adecuado, por lo que el frío en invierno es fatal y también el calor en estas fechas, que “hace estragos” en sus moradores. Son frecuentes también los accidentes domésticos por quemaduras debido a fogatas, caídas, envenenamientos, heridas con clavos y electrocuciones por falta de seguridad y equipamiento.

En el actual contexto pandémico, debido a lo complicado que resulta allí una distancia física segura, asentamientos como el de Albacete se pueden convertir con facilidad en un foco de propagación del virus, como ocurrió durante el pasado verano, cuando se detectaron numerosos positivos en uno de los asentamientos. Esta situación sacó a la luz una realidad desconocida para muchos vecinos y vecinas de la ciudad: 15 años de precariedad y malas condiciones.

La falta de letrinas supone otro gran foco de infección: el propio espacio al aire libre. Y es que los excrementos se amontonan en los alrededores sin ninguna precaución sanitaria. Se han llegado a encontrar familias con sarna, “algo que es completamente normal en este contexto”, nos explican. Tampoco hay luz o solo disponen de ella unas horas al día, lo que dificulta conservar o cocinar los alimentos adecuadamente. Esto deriva en desnutrición en niños y adultos y en problemas de salud dental, como caries por la mala alimentación o infecciones de parásitos intestinales.

La mujer en los asentamientos

Capítulo aparte merece el papel de las mujeres en los asentamientos, resaltan desde Medicusmundi, indicando que el aumento de la migración femenina es superior al de la masculina. “La mujer suele tener una posición y condición inferior en el seno de la familia. A veces es golpeada por el marido, por la suegra, por las cuñadas... Se trata de episodios de violencia machista e intrafamiliar que quedan ocultos: no se registran y no se habla de ellos”, reflejan.

“Las víctimas no piensan en que son víctimas de violencia puesto que no tienen conocimientos sobre sus derechos, a todos los niveles, y no pueden decidir sobre su propio cuerpo”, lo que implica el uso de anticonceptivos o la práctica del aborto, inexistentes. Tampoco asisten a revisiones ginecológicas, y los embarazos no llevan ningún tipo de control. “A veces incluso hasta el momento del mismo parto, y tras el alumbramiento tienen que volver al asentamiento, con lo que implica pasar el puerperio en estas condiciones, sin agua ni saneamiento adecuado”, explican.

En cuanto a los niños y niñas, se ha escolarizado a la mayoría de los asentados permanentes con la coordinación del Grupo de Inclusión del Ayuntamiento de Albacete y se ha gestionado el comedor para que puedan asegurarse al menos una comida y tengan protección de la intemperie. Cabe destacar que “muchas niñas son retiradas de la escuela para cuidar de sus hermanos y que así sus padres puedan buscar trabajo o trabajar en el campo”, con lo que se vulnera su derecho a la educación.

Una vivienda digna

La situación de las personas temporeras que se vivía en el asentamiento de la Carretera de Las Peñas se agravó todavía más con la demolición, el pasado año, de la antigua fábrica de cereales Saltó, con lo que quedaron aguantando frío y lluvia sin ningún tipo de cobijo, hecho que movilizó a parte de la sociedad albaceteña buscando soluciones.

En este sentido, cabe recordar que el Ayuntamiento de Albacete aprobaba en mayo la 'Ordenanza municipal sobre condiciones de habitabilidad de los inmuebles e instalaciones necesarias anexas para el alojamiento temporal de trabajadores para campañas agrícolas'. Para lo que los consistorios de Balazote, Barrax, Pozo Lorente, Villalgordo y Casas de Juan Núñez abrieron camino sirviendo sus experiencias de mucha utilidad para que el Ayuntamiento de la capital diera el paso de trabajar sobre las condiciones de habitabilidad de los inmuebles e instalaciones necesarias anexas para el alojamiento temporal de trabajadores para campañas agrícolas.

Desde el Colectivo Sin Fronteras Albacete, CSF-AB, hacen hincapié en que “las ordenanzas y ejemplos reguladores de otras localidades están bien, pero son un proceso burocrático lento, que para este año ya no llegó en plazo”. Recalcan que “estas ordenanzas requieren de una sensibilidad en materia humanitaria de la que carecen”. Recuerdan que en Albacete hay falta de viviendas sociales “y muchos propietarios no quieren alquilar a inmigrantes, lo que favorece la instalación de estos asentamientos o pisos pateras con 20 personas dentro”.

Por otra parte, el Ayuntamiento, la Diputación de Albacete y CCOO Albacete están elaborando un protocolo “muy importante en lo que a justicia social y a dignificar la vida de la gente en esta provincia se refiere”, indican desde la institución provincial, añadiendo que la Diputación concederá una subvención nominativa para contratar a una persona que ejercerá acciones de traducción y de mediación entre los trabajadores y las trabajadoras migrantes, sus empleadores y empleadoras y los ayuntamientos.

También se reunirá con representantes de los municipios para informar tanto a estos como a los temporeros, los empresarios agrícolas y los intermediarios sobre las necesidades y la obligación de cumplir con la legislación vigente, tanto en los ámbitos laborales como en los que tienen que ver con el transporte, la seguridad, la salud y el alojamiento. Un protocolo que desde el Colectivo Sin Fronteras Albacete aplauden, al igual que las 50 plazas dispuestas en el Obispado, aunque son solo para personas con contrato, situación administrativa regular y de las que solo se aprovechan 11 personas actualmente “porque la realidad es bien distinta y más compleja”.

“Las personas temporeras vienen a nuestra ciudad a trabajar, eso está claro, si no no estarían aquí, pero no todas están en la misma situación. Y lamentamos repetir que en las soluciones que se plantean y publicitan se suelen olvidar las personas más vulnerables, las que necesitan que sus derechos humanos sean defendidos y respetados”, trasladan, añadiendo que “siempre se ha enfocado el trabajo hacia la situación de las personas temporeras a lo más elemental, una vivienda digna durante las campañas agrícolas. No se busca caridad ni gratuidad, solo un lugar donde no se permitan las condiciones que a día de hoy se viven en los asentamientos, que siguen existiendo y que no han desaparecido como se intenta trasladar a la ciudadanía”, inciden.

Apoyo integral

Actualmente, Medicusmundi gestiona el proyecto de Atención a Personas Sin Hogar desde El Pasico y también Accem en Albacete tiene en marcha el Proyecto de Apoyo Integral para Personas sin Alojamiento Digno y en Riesgo de Exclusión Social, financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y destinado a atender a personas que se encuentren en cualquier situación de sinhogarismo: sin techo, infravivienda, vivienda inadecuada, hacinamiento o en asentamientos de la ciudad.

La iniciativa se plantea desde la perspectiva del trabajo de calle, ofreciendo ayudas para satisfacer necesidades básicas en materia de manutención, gastos sanitarios, vestuarios y en casos puntuales ayudas de emergencia para alquiler y pagos de habitaciones en hostales en situaciones de pobreza sobrevenida. Accem señala que entre las personas atendidas hay temporeros que se encuentran en asentamientos, por no cumplir los requisitos para poder acceder al dispositivo gestionado por el Ayuntamiento de Albacete.

Semanalmente Accem realiza visitas a los diferentes asentamientos de la ciudad donde se observan “necesidades, carencias y demandas sociales, encontrándose entre las más frecuentes los bienes de primera necesidad y derivaciones a otros recursos”. Esta asociación insiste y coincide con las demás en “la situación de precariedad y condiciones infrahumanas” que presenta el asentamiento donde conviven decenas y decenas de personas.

Asesoramiento gratuito

Los inmigrantes suelen encontrar los trabajos a través de los intermediarios del campo, y tienen pocas oportunidades de acceder a formación para una mejora de su situación laboral. Los hay que llevan 15 años trabajando en la recolecta, viajando de un sitio a otro para poder trabajar y mantener a una familia a la que nunca han podido reagrupar por su situación laboral tan precaria. Muchos de estos temporeros no tienen derecho al paro, ni a la jubilación, porque los días laborales nunca corresponden a los días cotizados.

Es por ello que desde el pasado 26 de julio Comisiones Obreras Albacete destinaba un nuevo recurso a la población migrante de la provincia que tenga alguna duda sobre trámites administrativos o laborales. Se trata de un teléfono gratuito, 900 104 939, en el que les atenderán especialistas en extranjería y derechos laborales.

“Les vamos a asesorar en materia de extranjería, vamos a seguir acompañándolos para ayudarles en todos sus trámites y dudas en materia laboral, así como en las denuncias a la inspección de trabajo y en su formación, para que se sigan preparando y puedan acceder a tener una mejor calidad de vida en el futuro”, asegura la secretaria provincial del sindicato, Carmen Juste. Es una manera de actuar de “intermediarios” entre los trabajadores, los consistorios y las empresas contratantes.

Además, CCOO se ha comprometido a elaborar un mapa con todos los asentamientos de Albacete, observando especialmente los de la capital, analizando su población y las condiciones de habitabilidad, para trasladarlo a las administraciones y buscar soluciones. “Sus condiciones de vida siguen siendo pésimas, necesitamos que esta realidad sea visible”, sostienen. Una realidad que forma parte de la vida de Albacete y que necesita algo más que parches para garantizar los derechos humanos de cientos de personas.

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