Castilla-La Mancha acogerá por primera vez el Día Internacional del Pueblo Gitano
El pleno del Consejo regional del Pueblo Gitano de Castilla-La Mancha ha decidido, a propuesta de la Federación regional gitana de asociaciones, celebrar por primera vez en la región el Día Internacional del Pueblo Gitano, que tendrá lugar en Toledo, el próximo 7 de abril en las Cortes regionales. Así lo ha anunciado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, que ha presidido la reunión ordinaria del Consejo regional, reunido con motivo de la organización del acto institucional del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se celebra en todo el mundo el sábado 8 de abril.
Esta fecha recuerda la celebración, en el año 1971, del primer Congreso Mundial Romaní/Gitano en Londres, en el que se instituyó la bandera y el himno oficiales gitanos. El Gobierno regional se ha querido hacer eco de esta celebración para visibilizar y sensibilizar sobre la cultura de la etnia gitana en Castilla-La Mancha.
Para ello, el 7 de abril, tendrá lugar en las Cortes regionales un acto que contará con una mesa institucional, con representación de las Cortes, del Gobierno regional y de las asociaciones romaníes de Castilla-La Mancha, para presidir un acto con la lectura de un manifiesto y diversas actividades, que culminarán con el himno romaní (el tradicional “Gelem, gelem”).
En la sesión del Consejo regional, las entidades miembros han decidido igualmente enviar propuestas de asociaciones no integrantes del Consejo para la renovación de vocalías vacantes, con la intención de hacer posible la máxima participación de entidades romaníes en este consejo de carácter consultivo, que el Gobierno del presidente García-Page ha revitalizado “para favorecer la participación activa de gitanos y gitanas en todos los ámbitos y espacios de nuestra sociedad”, ha resaltado la consejera.
Aurelia Sánchez ha expresado su deseo de que la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano sirva para “combatir contra cualquier forma de discriminación hacia la población romaní” para que “no se limite el desarrollo personal, formativo y laboral de sus miembros”, que se estiman en unos 30.000 en Castilla-La Mancha.