Castilla-La Mancha, “en periodo de estabilización” de casos y con “una nueva meseta” de hospitalizados, según Salud Pública
Castilla-La Mancha pasa ahora por un “periodo de estabilización” en la evolución de la pandemia, según el director general de Salud Pública de la región, Juan Camacho, al analizar los datos de la semana 44 (hasta el pasado 1 de noviembre) con algunos datos de “descenso anecdótico” en el número de nuevos contagios. Una situación que, ha dicho, se espera que “pueda seguir en estas condiciones en la presente semana número 45” de la pandemia.
El director general destacaba esta situación después de que el paso de la semana 42 a la 43, entre el 18 y el 25 de octubre, supusiese un “importante” aumento de casos de coronavirus, con un incremento de hasta un 50% más de positivos detectados. Según Camacho, esta circunstancia coincidió “sobre todo con el avance de la transmisión comunitaria a nivel nacional. No fue una buena noticia” y además, añadía, “incrementó la tasa de pacientes hospitalizados”.
Los casi 900 hospitalizados, “dentro de lo esperable”
En este aspecto, ha destacado que tras “el repunte de hace un par de semanas en hospitalización, parece que hay una nueva meseta” en la que el número de ingresos no aumenta “de forma exponencial”, algo que, ha dicho, está “dentro de lo esperable”.
Sin embargo, y aunque ha calificado de “preocupante” que el número de ingresados con COVID-19 se acerque a los 900, “no estamos soportando una presión en nuestro sistema asistencial como el de la primera ola”. Una apreciación que matizaba: “No estamos satisfechos en modo alguno”.
De hecho, ha comentado que la región ocupa el octavo o noveno puesto en el ranking de hospitalizaciones - el undécimo en la ocupación de UCI- y que, aunque “cualquier cifra superior a cero es excesiva”, es el reflejo del “esfuerzo” a todos los niveles, “el de la sociedad o el de la asistencia sanitaria, con especial mención a Atención Primaria”.
Recordaba que después de que el 29 de febrero de 2020 se detectase el primer caso positivo en Guadalajara que necesitó de hospitalización, fue el 31 marzo cuando se produjo “el pico de pacientes hospitalizados”, con un total de 3.500. “Tres o cuatro días después se produjo el máximo de ingresos en UCI, con 380 pacientes”.
En opinión del responsable de Salud Pública, “estamos logrando que esa curva, que no nos satisface, sea más plana que la de la primera oleada” y ha anunciado que habrá otros 130 rastreadores militares que se incorporarán al sistema de vigilancia epidemiológica regional.
Camacho ha recordado que el conjunto de Castilla-La Mancha mantiene un nivel 2 de restricciones -al margen de las medidas especiales que pueda tener cada municipio en virtud de sus características epidemiológicas- y que la decisión se tomó como forma de “homogeneizar y facilitar a los ciudadanos” la información.
“Esta aplicación de nivel 2 respeta a aquellos municipios en los que hubiera un nivel más intenso”, en alusión al nivel 3 que es actualmente el más duro en Castilla-La Mancha y que hoy ha añadido dos medidas más: el cierre del interior de la hostelería con un 50% de aforo en las terrazas, además de eliminar el cierre de las escuelas municipales que podrán seguir abiertas como el resto de la enseñanza no reglada, con un aforo del 50%.
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