El nuevo consumidor cultural: “más participativo, quiere decidir sobre contenidos”
La localidad de Almagro (Ciudad Real) es desde hoy, lunes, espacio de debate y reflexión sobre el futuro de las artes escénicas y la gestión cultural. La Escuela de Verano que organiza, desde hace once ediciones, la Red Española de Teatros reunirá hasta el próximo viernes a más de 70 programadores, técnicos y gestores de teatros y auditorios de todo el país en un encuentro que pretender reflexionar sobre distintos aspectos de la programación cultural, como la financiación, la captación y fidelización de espectadores, la relación de las artes escénicas con la educación o los nuevos patrones de consumo cultural digital.
Durante la inauguración de las jornadas, Xosé Paulo Rodríguez, presidente de La Red, subrayó la oportunidad que representa “la Escuela de Verano para repensar el papel que tienen que jugar las programaciones artísticas para la ciudadanía”. Un aspecto que cobra especial valor en un contexto de cambio, marcado por la reducción de los presupuestos que la administración dedica a la cultura y por los nuevos paradigmas de consumo cultural.
El prestigioso profesor norteamericano Kenneth J. Foster, que actualmente dirige el Programa de Liderazgo Artístico de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, es el encargado de dirigir uno de los talleres de la Escuela de Verano, un seminario titulado ‘Artes escénicas y liderazgo cultural en contextos de cambio“. En él, más de una treintena de programadores abordan distintas experiencias y soluciones para hacer frente a muchos los retos que enfrentan los teatros públicos, como la creciente ausencia de público joven o la relación de los teatros con las comunidades locales.
Para Foster, la globalización, la tecnología, el descrédito de las instituciones y la reorganización del modelo económico han creado a “una velocidad inimaginable un entorno mucho más complejo”, cuyos efectos han sido también innegables en el mundo de las artes y la cultura. Un entorno en el que, como sostiene Foster, se imponen la adaptabilidad, la emprendeduría creativa y el pensamiento estratégico: “debemos ser conscientes de que se está imponiendo un nuevo perfil de consumidor cultural mucho más participativo, que demanda ciertos contenidos y quiere decidir sobre ellos.
En estos momentos, la tecnología y la economía colaborativa reclaman una nueva forma de relacionarse con el consumidor. Todo ello tiene importantes repercusiones que debemos aprovechar“. Un desafío que, como destacó Xosé Paulo Rodríguez, va ”mucho más allá de los aspectos administrativos o económicos de la gestión cultural. Debemos –recalcó el presidente de La Red- generar experiencias y espacios en las que el público pueda relacionarse de manera significativa con los valores que tiene el arte“.
El curso que imparte Kenneth J. Foster es uno de los tres talleres que, este año, conforman la oferta de la Escuela de Verano. Los otros dos talleres, con un carácter esencialmente práctico, abordarán temas como el video-mapping y las aplicaciones de de imagen video-gráfica en la escena o la planificación y utilización de sistemas inalámbricos.
La Escuela de Verano cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), Acción Cultural Española (AC/E), la Escuela Superior de Técnicas de las Artes del Espectáculo (ESTAE) del Instituto del Teatro de la Diputación de Barcelona, el Centro de Tecnología del Espectáculo (CTE), la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y con la colaboración del Ayuntamiento de Almagro, la Diputación de Ciudad Real y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.