“Hay cocinas profesionales en las que no hay ninguna mujer”. Es una de las frases que se han dicho esta semana en la mesa redonda ‘La Huella de la mujer en la gastronomía’, que se celebró dentro de la jornada ‘Empoderamiento de la Mujer en la Gastronomía’ que se ha celebrado en el Centro de la Mujer de Torrijos (Toledo).
En esta mesa redonda, moderada por la periodista de eldiarioclm.es Carmen Bachiller, participaron Carmen López, vinicultora, cocinera e impulsora del proyecto ‘Uva de Vida’; Isabel González, profesora IES Universidad Laboral de Toledo y académica de la Academia de Cultura Gastronómica de Castilla- La Mancha; Verónica Muñoz García, directora ejecutiva del grupo Adolfo; Blanca Carillo, estudiante de Hostelería en el Basque Culinary Center; y Paloma Arce, propietaria-gerente de los bares-restaurante Refugio y Refuxio de la localidad.
Isabel González, también académica por Toledo en la Academia de Cultura Gastronómica de Castilla-La Mancha, describió el panorama que se encuentran las jóvenes cocineras, una vez que salen de las aulas, en su incorporación a las cocinas profesionales. En las enseñanzas las mujeres han avanzado en los últimos años llegando a ser el 50% del alumnado, sin embargo, “en la empresa está el nudo para la mujer”.
“Me da pena porque las alumnas están dos años trabajando con muchas ilusión, entran en prácticas en los restaurantes y lamentablemente se quedan muy pocas”, dijo, y apuntó que nos sorprendería saber en cuantos cocinas de restaurante punteros no hay ninguna mujer o se queda en el 3%. A su juicio, hay que luchar por aumentar la presencia de mujeres en las cocinas profesionales.
En el mismo sentido se manifestó Blanca Carrillo, torrijeña de 20 años y que ya ha realizado prácticas en restaurantes como Atrio en Cáceres con dos estrellas Michelin. Esta estudiante señaló en la mesa redonda el desánimo que cunde entre las jóvenes promesas de la gastronomía cuando ven que no hay mujeres en estas cocinas profesionales. También aquí relató como, a veces, los jefes de cocina juzgan a una mujer por su aspecto, más frágil, pensando que no podrán con el trabajo duro de una cocina. A juicio de Blanca, una mujer tiene la misma fuerza y potencia que un hombre para trabajar en una cocina las horas que haga falta y “no nos condiciona el físico”.
Durante el debate, se puso de manifiesto las dificultades que se sigue encontrando la mujer por conciliar su vida familiar y su vida laboral señalado que “tenemos que empoderarnos en el ámbito familiar” y “empezar a delegar” también en el campo personal, así como la mujer tiene que ir aprendiendo cada día de las dificultades que se encuentran en el camino.
También se lanzaron propuestas para que la unión de las mujeres y la creación de redes que ayuden a visibilizar el trabajo en el sector agroalimentario.
La jornada, dentro de un ciclo sobre distintos ámbitos profesionales y el papel de la mujer, estuvo organizada por el Ayuntamiento de Torrijos, a través de la Concejalía de Bienestar Social, Mayores e Igualdad que dirige Rosa María Quirós, respaldada por el Instituto de la Mujer de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, contando también con la colaboración de la Academia de Cultura Gastronómica de Castilla-La Mancha.