Descubriendo el pasado romano en tierras del Quijote como “vía de salida” a la despoblación
Los recursos arqueológicos en las tierras del Quijote pueden suponer un acicate para la riqueza cultural y patrimonial de municipios como el de Quero, donde están descubriendo parte de su pasado romano en base a un proyecto con el que pretenden recuperar una villa del siglo III-IV. Con las campañas de excavaciones arqueológicas que han iniciado, confían en poder musealizar este espacio en un futuro e introducirlo en la red de yacimientos de Castilla-La Mancha.
Aunque los primeros trabajos comenzaron el pasado otoño, ya se tenía constancia de la aparición de vestigios desde hace décadas, como los recogidos por el historiador Alfonso Ruiz Castellanos, y de la existencia de un yacimiento gracias también a la Carta Arqueológica -del año 2000-. Un terreno ubicado entre Quero y Villafranca de los Caballeros, en el margen izquierdo del río Cigüela, y que se ha visto afectado en algunas zonas por las labores agrícolas.
“Nos informamos sobre la existencia de este yacimiento y decidimos comprar el terreno -por 4.000 euros-, sin saber el estado de conservación, pero decidimos arriesgar y adquirirlo”, explica el alcalde de Quero, Rubén Torres (PSOE), que dará continuidad al trabajo emprendido en la anterior legislatura con otra campaña de excavación el próximo mes de octubre, gracias también a un convenio alcanzado con la Diputación de Toledo -dotado con 10.000 euros-.
Musealizar el yacimiento
Este proyecto se aúna “en otro más global y ambicioso” que, indica el alcalde, pretende generar recursos, no solo culturales, para este municipio que se encuentra en una situación demográfica depresiva y que apenas supera los mil habitantes, cuando a mediados del siglo XX llegó a contar con el triple de población.
“La idea no solo es hacer la excavación sino también musealizar el yacimiento y ampliarlo para que en un futuro pueda ser visitable y forme parte de la red de yacimiento arqueológicos de la región”, manifiesta Torres, que reivindica también la extensión de más planes de empleo destinados a la recuperación del patrimonio y que ayuden a conseguir “un producto cultural llamativo y atractivo”.
En este sentido, defiende que este proyecto supone un ejemplo de iniciativa para los municipios, “no solo para los que sufren despoblación”. “Es una vía de salida. Todo lo que se invierte en cultura se invierte en el futuro de los pueblos y sus comarcas”, resalta el alcalde de Quero también en referencia a esta zona de La Mancha en la que la Diputación de Toledo apuesta por completar el mapa de explotación del territorio en época imperial y tardoantigua.
¿Qué se ha encontrado hasta el momento?
Una vez el Ayuntamiento del municipio se hizo con esta parcela, de unos 10.000 metros cuadrados (m2), firmaron un convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para comenzar una investigación liderara por el arqueólogo Miguel Ángel Valero, que explica a este medio que el primer objetivo es delimitar el espacio en el que se albergan los restos patrimoniales de esta villa romana que han cubierto para protegerla de las inclemencias meterológicas mientras no se llevan a cabo las campañas.
En el año 2018 se llevaron a cabo ocho sondeos arqueológicos, resultando cinco de ellos positivos, y que condujo a la excavación parcial de seis estancias de distintos tamaños, cinco de ellas de forma cuadrangular y una rectangular. Los restos sacados a la luz indican la existencia, en ese lugar, de un establecimiento rural de época romana, posiblemente la pars rustica de una villae romana, siendo ese espacio el lugar de residencia del personal vinculado a la gestión de la explotación.
En ella han encontrado hasta el momento varias estancias que giran en torno a un patio evidencias de almacenamiento de grandes contenedores, otras donde se conservaban pinturas muy murales, “no muy altas, de unos 25 o 30 centímetros, pero bastante relevantes”, agrega el arqueólogo y profesor de Historia Antigua en la UCLM, que afirma que llevarán a cabo análisis con el objetivo de ver que contenían esos contenedores, saber a qué se dedicaba la explotación en un entorno en el que hay trigo, aceite o vino, entre otros productos.
Aunque hasta el momento han podido excavar “muy poco”, calculan que hay unos mil metros cuadrados (m2) con restos de cerámica que podrán delimitar con más precisión según avance un proyecto que ha despertado “entusiasmo” en los vecinos del municipio, quienes también participan como voluntarios junto al equipo de expertos y estudiantes de la Universidad regional que se darán cita después de la vendimia en una villa pasada con la que esperan mirar el futuro en esta localidad manchega.