Ocho ejemplares restaurados vuelven a la Biblioteca de Castilla-La Mancha
Ocho ejemplares del patrimonio bibliográfico español han vuelto restaurados a la Biblioteca de Castilla-La Mancha, después de pasar el verano en el Centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha donde estuvieron a cargo de la especialista Marisol Garrido. Se trata de una nueva campaña de restauración del patrimonio bibliográfico que realiza este centro especializado.
En este año, se han seleccionado obras de los siglos XI y XVII, con diferentes grados de deterioro que han necesitado múltiples niveles de intervención. El primero de ellos es el ejemplar más antiguo que se conserva en la biblioteca el Codex Miscellaneus un manuscrito del siglo XI en pergamino con letra a dos tintas cuya encuadernación y cuerpo tuvieron que ser intervenidos. El papel utilizado en los ejemplares antiguos hasta mediados del siglo XIX se elaboraba de una manera artesanal con trapos de algodón y otras fibras trituradas lo que ha favorecido que se mantenga en buenas condiciones a lo largo de los siglos, no así las encuadernaciones de piel y pergamino más expuestas al uso y a las condiciones ambientales.
Entre otros de los ejemplares se encuentra la obra Diálogos de la naturaleza del hombre, de su principio y fin de Raimundo Sebunde, impreso en 1616 en los talleres madrileños de Juan de la Cuesta, imprenta conocida por ser el lugar donde vio la luz la primera edición de Don Quijote de La Mancha. Apología de la verdad del autor sevillano Juan de Jáuregui también fue intervenido. Se trata de un pequeño volumen de 44 páginas sin encuadernar, impreso por Juan Delgado en Madrid. La Vida y obras del venerable maestro Juan de Ávila publicada en 1674, del autor Antonio González de los Reyes, recuperó sus cubiertas de pergamino originales, además de limpiar el cuerpo del texto en su totalidad.
Otra de las joyas restauradas ha sido Dell’arcano del mare de Robert Dudley, publicado en Florencia en el año 1646. Se trata de un compendio de los conocimientos sobre navegación que existían en la época y está considerado el primer atlas del mar impreso. La obra incluye una numerosa variedad de cartas de navegar y mapas con partes móviles muy frágiles que estaban algo deterioradas por el uso y que han sido restauradas a través de un trabajo muy complicado.
El libro que presentaba mayor grado de deterioro eran los Poemas de la única poetisa americana, musa dezima, soror Juana Inés de la Cruz. Fue impreso en Zaragoza por Manuel Román en el año 1682 ha necesitado intervenciones tanto en la encuadernación, como el cuerpo de la obra. Finalmente también fue restaurado el Compendio de las tres gracias de la Santa Cruzada, recopilado por Alfonso Pérez de Lara y publicado en Madrid por la Imprenta Real en 1610, así como las Burlas de la fortuna de Giovanni Francesco Loredano, impreso en 1688 para, según indica en la portada, probar nuevos caracteres de imprenta fabricados en España.